Las características de la economía de Chiapas, donde las remesas representan el 15.9% del PIB estatal y sólo se observa crecimiento por el consumo en el sector terciario (2.3%) relacionado al comercio, convierten a esta entidad fronteriza en una de las más frágiles y que podría ser de las más afectadas por la política proteccionista y migratoria de Donald Trump, que el próximo 20 de enero asumirá la presidencia de Estados Unidos.
La reducida inversión privada local, nacional y extranjera, así como el escaso dinamismo del sector agropecuario y la reciente caída del turismo a causa de la inseguridad, ha generado que las remesas junto con los apoyos sociales de la federación se hayan convertido en los principales impulsores de la demanda interna por la vía del consumo y, por tanto, del incremento del PIB chiapaneco.
Ante este panorama, el gobierno estatal, encabezado por el morenista Eduardo Ramírez Aguilar, tiene la difícil tarea de restablecer la paz y la seguridad en el territorio chiapaneco y posteriormente, diseñar una política económica, en donde el turismo, la agroindustria y, tal vez, las empresas maquiladoras o proyectos relacionados con el nearshoring, logren ser el pivote para el desarrollo de Chiapas, una promesa, que hasta la fecha, ha sido incumplida por los gobernantes chiapanecos.
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Mientras tanto, en los últimos diez años ha aumentado en más de 13 puntos porcentuales la dependencia de las remesas, convirtiéndolas en el motor y el punto más frágil de la economía chiapaneca. Aunque BBVA considera poco probable que las políticas de Trump, pese a su retórica, afecten este flujo de divisas, un reporte de Fitch Ratings, una de las principales agencias de certificación crediticia a nivel global, advirtió que podrían registrarse impactos regionales en estados como Chiapas, donde las remesas representan el 15.9% del PIB, Guerrero (13.8%), Michoacán (11.1%), Oaxaca (10.7%) y Zacatecas (10.5%).
El ingreso de remesas a México, de acuerdo con BBVA, cerrará 2024 con un récord histórico superior a los 65 mil millones de dólares y para este año se estima que alcanzarán los 67 mil 900 millones de dólares. Un flujo que, según la institución bancaria, sólo podría estar en riesgo ante una posible desaceleración de la economía de Estados Unidos.
Sin embargo, en el caso de Chiapas, una disminución en las remesas –ya sea por las deportaciones de migrantes o la disminución de empleo en Estados Unidos– podría impactar directamente la demanda interna y calidad de vida en las familias que dependen de estos ingresos, afectando la capacidad fiscal de la entidad y aumentando el gasto social; se estima que las remesas representan el 43.2% del ingreso corriente de los hogares chiapanecos que reciben dinero de familiares que laboran en Estados Unidos.
Chiapas fue el estado que, de acuerdo con el Coneval, registró la mayor reducción (10.6%) en su población en situación de pobreza entre 2018 y 2022, pero esto se debió fundamentalmente a los ingresos generados por chiapanecos que trabajaron en las obras emblemáticas del sexenio lopezobradorista como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el Tren Interoceánico, además de las remesas que se han convertido en el pilar de la economía estatal.
La recepción de remesas en Chiapas, de acuerdo al Anuario 2024 de BBVA, se incrementó de 520 millones de dólares a 4 mil 367 millones entre 2013 y 2023, situándose como la cuarta entidad receptora en México y San Cristóbal de las Casas como el principal municipio receptor a nivel nacional.
En 2020, según el reporte de Fonhapo y BBVA, salieron de Chiapas 17 mil personas para vivir en otro país, que en su mayoría (83%) se fueron a Estados Unidos, colocando al estado como la principal entidad de origen de migrantes en el sureste, sólo superada por Oaxaca.
A pesar de que la mayor parte de la población de Chiapas es rural (2 millones 817 mil personas que representan el 51%) hace varios años que se observa un abandono del campo chiapaneco. En 2023, el PIB de Chiapas fue de 380 mil 225 millones de pesos, que significó un incremento de 1.5% anual, pero las actividades primarias disminuyeron 0.7%, las secundarias 1.6% y sólo se incrementaron las terciarias en 2.3 por ciento; en otras palabras, fue gracias a la construcción (19.8%), al comercio mayorista (3.2%) y al comercio minorista (2.9%) que creció la economía chiapaneca.