EL REGRESO DE DONALD TRUMP

Los trabajadores en el discurso presidencial de Trump

Trump dejó en claro que defenderá su planta productiva a costa de lo que sea para recuperar los empleos perdidos en los últimos años. | Manuel Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

Seguro que mientras escribo, habrá cientos y miles de miles de periodistas, escritores y rumberos en todo el mundo escribiendo, todos al mismo tiempo, sobre Donald Trump analizando las repercusiones que tendrá su mandato en cada rincón del planeta.

A mí me interesan las consecuencias que tendrán sus decisiones sobre expulsar de manera masiva, posiblemente a cientos de miles de compatriotas quienes se pasaron al otro lado ante los miserables salarios que se pagan en nuestro país. En su discurso, Donald Trump se refiere a un proceso que significará según su dicho: 

“…devolver a millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”.

Conocen en carne propia, nuestros compatriotas mexicanos y de toda América Latina, eso que llaman angustia, el temblor en el cuerpo ante la incertidumbre que viene. El castañeo incesante de sus dientes ante un temor creciente. Las lágrimas resbalan sin control, se estremecen con el terror de perderlo todo.

El saber que no encontrarán una alternativa de sobrevivencia en México siquiera similar de la que obtenían del otro lado de la frontera, donde contabilizaban su pago en 20, 30 o 40 dólares la hora, mientras que aquí, en los mejores puestos, no rebasan los 5 dólares al día. 

A mí por lo pronto me asombra observar cómo Donald Trump, un hombre de derecha, se dirige a los trabajadores en su discurso presidencial ante la mirada silenciosa y eufórica de su público que presenciaba ese tan importante acontecimiento.

Al referirse Trump a la industria automotriz del país del norte, dijo que su objetivo es mantener sus “plantas sagradas para nuestros grandes trabajadores automovilísticos estadounidenses”.

Él dijo en su discurso:

“Y gracias a los trabajadores del sector de automóviles de nuestra nación por su inspirador voto de confianza. Nos ha ido tremendamente bien con ellos.”

En su discurso recalcó que su objetivo es proteger a los trabajadores:

“Comenzaré inmediatamente la revisión de nuestro sistema comercial para proteger a los trabajadores y las familias estadounidenses

En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, arancelaremos y gravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos.”

Durante su discurso no dejó de hablar de los trabajadores estadounidenses al señalar:

“…nuestro país fue forjado y construido por generaciones de patriotas que dieron todo lo que tenían por nuestros derechos y nuestra libertad.

Eran granjeros y soldados, vaqueros y obreros, trabajadores del acero y mineros del carbón, policías y pioneros que siguieron adelante, marcharon hacia delante y no dejaron que ningún obstáculo venciera su espíritu o su orgullo.

Juntos construyeron los ferrocarriles, levantaron los rascacielos, construyeron grandes autopistas…”

Trump dejó en claro que defenderá su planta productiva a costa de lo que sea para recuperar los empleos perdidos en los últimos años.

Estas decisiones tendrán repercusiones en nuestros empleos y salarios, y dejan como reto la fortaleza de las empresas que estén laborando en nuestro país para que potencien de manera soberana el comercio nacional.

La pretensión de nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum, tiene retos enormes en el Plan México que acaba de dar a conocer al pretender generar 1.5 millones de empleos, cuando en 2024 se vivió uno de los peores años en materia de empleo. Apenas se generaron 213 mil 993 durante el año pasado, ¡siete veces menos de lo que se intenta! Una tercera parte de lo que se creó en 2023.

En diciembre de 2024 se perdieron 405 mil 259 empleos formales, el peor en 27 años contabilizados por el Instituto Mexicano del Seguro Social, en su gran mayoría despidos de trabajadores hombres del medio urbano en varios sectores de la economía, de construcción (-84,501), agrícola (-12,918), y servicios en micro, medianas empresas y del hogar (-4,661).

En noviembre de 2024, la tasa de informalidad laboral registró un crecimiento del 54.6% de la población ocupada total que sumaron 32.8 millones de personas, cifra superior a los 32.4 millones de octubre pasado (54.1%). Se estima que la cifra aumente en los próximos meses por los compatriotas que serán expulsados de Estados Unidos. La mayoría no encontrará un trabajo formal.

Durante el tercer trimestre de 2024, como se ha reiterado, las tasas más altas de informalidad laboral por entidad federativa se reportaron en Oaxaca (81.1%), Guerrero (78.3%), Chiapas (76.1%), Hidalgo (70.5%), Veracruz (70.1%), Tlaxcala (70.1%) y Puebla (69.5%).

En declaraciones posteriores a la toma de posesión de Donald Trump del pasado 20 de enero comentó estar “pensando en un 25% para México y Canadá”, sobre los aranceles en respuesta a una pregunta de reporteros, definió: “Creo que lo haremos el 1º de febrero”.

Si esto llega a materializarse de alguna manera, impactará notablemente al sector industrial, a nuestro mercado laboral y salarial, al nivel inflacionario y cambiario, y a los montos de remesas que se envían a las familias más pobres del país. 

En el pasado mes de noviembre de 2024, ingresaron a México 5 mil 435 millones de dólares por remesas familiares, con una remesa promedio de 397 dólares. Las decisiones que tome el presidente estadounidense afectarán a las familias mexicanas.

Los tiempos corren a una velocidad indescriptible y es momento que nuestros gobernantes y empresarios, valoren el trabajo como un factor fundamental de crecimiento, pero no a costa de bajos salarios y magras condiciones de trabajo.

Manuel Fuentes

@Manuel_FuentesM