No es novedad que desde hace algunos años la visión globalista y la idea de un mundo más conectado en lo económico y humano ya no está de moda. Desde los problemas del Brexit, los famosos “spin doctors” o ingenieros del caos que han promovido un mayor nacionalismo y la migración como un problema, y hasta políticos del tamaño de Trump han sido beneficiarios de estos conceptos que se gestaron en los subterráneos de un mundo que caída la “cortina de hierro” parecía haber tomado la democracia, los derechos humanos y el concepto de mundo como finalidad. Hoy, ante esta nueva realidad, se vive un reacomodo que afecta a cada país y a cada aliado, que muestra dos polos relativamente nuevos, uno conformado por Europa y Estados Unidos, y otro por China y Rusia, obligando a todos los demás países a irse acomodando de acuerdo con sus posibilidades, identidades, acuerdos y conveniencias.
En México no se nota tanto o al menos no se ha notado, nuestra cercanía y nuestro acuerdo comercial con Estados Unidos hace que no sea tan visible como en Centro y Sudamérica. Aquí no hay estadios, trenes o refinerías hechas por los chinos, pero los constantes tropiezos de la presidenta Claudia Sheinbaum y de su equipo cada vez hacen más visible que por mucho que pusiera a los dos más capaces –Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard– en el tema, no hay forma de ignorar sus bases de pensamiento comunista y que nada más no le acomodan los derechos humanos ni la democracia. Algunos comentarios:
- Las declaraciones de Trump son fuertes y siempre lo han sido. Es gran parte de su éxito. Responder llamando a cantar el himno o a envolverse en la bandera es ridículo e impráctico, porque no se trata de amigos y enemigos, se trata de sentido común y de causas compartidas. Si Trump dice que necesita a México para evitar que sigan las muertes por fentanilo, defender a los productores de fentanilo y negar la existencia de laboratorios es muy probablemente la peor respuesta posible… debería ser una causa compartida; lo único que provocó es que ahora Trump dice que a México lo encabezan cárteles y criminales, y es difícil desmentirlo. Respecto a cerrar la frontera, aranceles y migración evidentemente debe haber otras respuestas y sobre todo otra estrategia, pero la confrontación no es buena idea… No se puede olvidar que la dependencia de México de Estados Unidos es mutua, la integración económica es mayor y compartimos la frontera más transitada de todo el mundo.
- Otro factor que ha demostrado la falta de capacidad y experiencia es el caso de Maduro en Venezuela. Ni siquiera Lula de Brasil o Petro de Colombia han respaldado el tremendo fraude con el que se pretende reelegir Maduro, países como Argentina, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay han recibido en visita de Estado a Edmundo González (el verdadero presidente electo de Venezuela) y aquí estamos dudando y aunque parece que no irá personalmente Claudia Sheinbaum a la toma de protesta, sí mandará representante… o sea vamos a estar con Cuba, Nicaragua, Rusia y China… gran equipo… y el problema es relativamente fácil de resolver si nuestro gobierno no tuviera que opinar con base en prejuicios ideológicos de todo y para todo.
- Es muy simpático que los más fanáticos de Sheinbaum crean que es un logro de ella que Trudeau renunciara. Es evidente que ni en el más remoto de sus pensamientos al tomar la decisión pensó en México o en nuestra presidenta. Es un cálculo político muy bien hecho para dañar lo menos posible a su partido. La opinión de quien encabeza el gobierno de Canadá sobre nuestra presidenta es equivalente a la opinión de nuestra presidenta sobre quien encabeza el gobierno de Honduras… posiblemente ni su nombre sepa.
Estas no son todas las equivocaciones internacionales, los “intercambios” de favores y dádivas con Cuba, las declaraciones erráticas y la ridiculez de exigir disculpas nos alejan mucho de los aliados positivos y del tipo que al menos un servidor cree que es mucho mejor.
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Esperemos que se dejen atrás los atavismos ideológicos y los falsos nacionalismos y se haga lo más conveniente para México.