Este domingo pasado la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, presentó el informe de sus primeros 100 días de gobierno, todos sabíamos que haría una fiesta grande y no es para menos, ella es la primera presidenta de México y los índices de aprobación de lo que va de su administración están por las nubes.
Si bien es cierto que analizar los primeros 100 días de un gobierno se ha convertido en una práctica común, no debemos olvidar que estos son los primeros 100 días de muchos que faltan y que en cada uno de ellos se enfrenta un reto para mejorar la calidad de vida de las y los mexicanos.
A la presidenta le está yendo bien, no solo ha dado continuidad a los programas que la ciudadanía reconoce desde el sexenio anterior, sino que ha logrado incrementarlos e imprimir un estilo propio a su gobierno.
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La primera muestra de ellos es el viraje hecho a la estrategia de seguridad, aunque mantiene la atención a las causas como una prioridad, no se puede negar que la presencia del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en Sinaloa no ha tenido un impacto en la reducción del índice delictivo en la entidad, hay una política de seguridad más frontal, sin caer en los excesos del sexenio calderonista.
En cuanto a los programas sociales, se inició la entrega de la Pensión Mujeres Bienestar, la Beca “Rita Cetina” para estudiantes de educación básica y el programa “Salud Casa por Casa” para atender a personas de la tercera edad y personas con discapacidad. También ha hecho un esfuerzo mayúsculo por la igualdad sustantiva y dar a las mujeres un papel justo y central en la vida pública y jurídica del país.
En materia de educación anunció que la Universidad “Rosario Castellanos” será nacional y contará con nuevos campus, además, se construirán nuevas escuelas preparatorias y se fortalecerán las ya existentes. Aunque algunos cuestionen los resultados, también pudo dar el banderazo de inicio de los trabajos de obras importantes como el tren México-Pachuca y el tren México-Querétaro.
Los primeros 100 días de gobierno de Claudia Sheinbaum no han estado exentos de distractores, el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos le ha dado un giro importante a la agenda de la presidenta y de todo el gabinete, pues como todos sabemos, Trump es un personaje que con facilidad domina la agenda y acude a estruendosas declaraciones que generen controversia.
La presidenta debe ser cuidadosa y estratégica para dar respuesta a una coyuntura como esta, no puede distraerse o perder objetividad por las declaraciones de Donald Trump, él está siguiendo su agenda y colocando los temas que interesan a sus votantes, recurrirá a cualquier artimaña que tenga a mano para generar apoyo y seguir alimentado a los medios de comunicación estadounidenses.
Los primeros 100 días del gobierno de Claudia Sheinbaum con una visión clara y un liderazgo firme, han sentado las bases para una transformación profunda que promete un futuro más justo, equitativo y próspero para las y los mexicanos. Estos logros no solo son motivo de orgullo, sino también de esperanza para el camino que queda por recorrer. Desear que a la presidenta y a México le vaya mal no solo es mezquino, sino absurdo.