Dentro de la estrategia de seguridad que se implementará a nivel federal, se tratará de unificar la inteligencia en México, para que se coordinen protocolos de flujo de información más eficientes, de tal forma que se conviertan en un producto que se pueda operar para prevenir la comisión de los delitos y no ser exclusivamente reactivos ante la acción de los grupos delictivos. De esta manera se establecerá una coordinación más efectiva entre los tres niveles de gobierno, ya que en la mayoría de los casos existen concursos de delitos en el despliegue de la conducta criminal al momento de la persecución o detención en flagrancia.
Este objetivo fortalece a la propia Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, ya que de acuerdo con sus funciones y atribuciones, se podrán potencializar los procesos de investigación y las capacidades de las fuerzas que se encarguen de los operativos. Debemos comprender que estos primeros 100 días de gestión serán cruciales, porque al contar con la información de inteligencia corroborada, se podrán solicitar y ejecutar las órdenes de aprehensión de todos esos criminales que gozan de impunidad.
Sin embargo, es muy importante que se logren coordinar las fiscalías de cada entidad federativa y la Fiscalía General de la República con los órganos de administración de justicia, quienes tendrán la obligación de actuar conforme al código nacional de procedimientos de forma pronta y expedita, para evitar la sustracción de la justicia por parte de los criminales.
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Como se puede observar, el flujo de la comunicación entre los titulares de las instituciones será primordial, la cual se debe privilegiar en la prevención de la criminalidad, debido a que ésta se ha normalizado en diversos grupos de población quienes integran las bandas locales, y que se han convertido en brazos armados de los cárteles.
Toda esta maquinaria y estrategia, tendrá sus frutos inmediatos, ya que no sólo se trata de discursos, se trata de colocarse el overol y, brazo con brazo, trabajar en la construcción de la prevención de la inseguridad y proximidad social. Debe ser un esfuerzo conjunto de los que son responsables de la seguridad del país, y no exclusivo de las fuerzas armadas o de cada entidad federativa. Le deseo la mayor de las suertes al trabajo que ha desarrollado Omar García Harfuch, quien callará bocas con trabajo ante la perjura que los derechistas han querido sembrar en la población mexicana.
Por otro lado se considera que el gobierno de Rocha Moya va en declive, cada día que pasa aumenta el descontento de la población sinaloense, ya que sus actividades económicas y productivas están sufriendo mermas por el descontrol y alta violencia que ejercen los brazos armados de las facciones del Cártel del Pacífico. Esta lucha encarnizada no va a dejar nada bueno a los ciudadanos, quienes sufren los estragos padeciendo daños colaterales, y perdiendo vidas personas inocentes.
Hoy se requiere mano dura por parte del gobierno para abatir las olas de violencia, porque de seguir así, los que pierden son los ciudadanos que quedan en medio del fuego cruzado y sin poder proteger a sus familias. Hoy se requiere que el gobernador deje el paso a un funcionario que sí pueda con el paquete, porque él ya demostró su ineficiencia y falta de control en su mandato.