VOTO LATINO EN EU

Los mexicanos que votan en Estados Unidos

Una de las dudas que normalmente existen antes de una elección presidencial en EU es la del sentido del voto latino, como hemos visto una y otra vez el voto no actúa de manera monolítica, siempre se divide. | Johannes Jácome

Escrito en OPINIÓN el

Una de las dudas que normalmente existen antes de una elección presidencial en Estados Unidos es la del sentido del voto latino. Esto, como si elección tras elección no se manifestara que ese voto no actúa de manera monolítica. Siempre se divide. De todos modos, a pesar de la experiencia, después de cada elección siempre leemos la sorpresa de algún especialista por el hecho de que parte del voto latino haya sido para los republicanos. Esta “sorpresa”, además de hacer evidente la memoria corta, ilustra la dificultad de definir a la población latina en Estados Unidos

Desde México tenemos la tendencia a ver a los latinos como un grupo influenciado profundamente por la población migrante y principalmente mexicana, la que en teoría debería sentirse cobijada por un discurso demócrata, tradicionalmente más sensible a la migración. Esta percepción debe contraponerse a las cifras de deportaciones realizadas por los gobiernos republicanos y demócratas para conocer si el discurso se refleja en las políticas de gobierno. Hasta el momento, una diferencia clara no podría destacarse.

Por otro lado, los latinos en Estados Unidos no son mayoritariamente “mexicanos” y mucho menos migrantes. El ejemplo claro son los puertorriqueños quienes son estadounidenses por nacimiento y por lo tanto el tema de una apertura migratoria no les resulta prioritario. También encontramos a los cubanos quienes durante décadas recibieron beneficios migratorios como producto de las diferencias políticas profundas entre Estados Unidos y Cuba. El discurso contra el gobierno de La Habana, que mantenía patente el distanciamiento, y por ende, la apertura migratoria para quienes salían de la Isla, era más profundo del lado republicano.

¿Y los mexicanos? Cuando desde la Cancillería y el INEGI hacemos cuentas, nos salen casi 40 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos. De esos, en realidad menos de 12 millones habrían nacido en México. Los demás son sus hijos y los hijos de sus hijos. Pero englobarlos a todos como mexicanos implica en ocasiones caer en una generalización equivocada, al imaginarlos con las mismas características sociales y políticas que se adquieren naciendo y creciendo en México. Si bien compartimos nexos familiares y culturales, sus visiones políticas y sociales son aquellas que van formando en su país de nacimiento y educación. Los vemos primero como mexicanos que como estadounidenses, cuando muchos de ellos se ven exactamente de la manera opuesta. Por eso es que cuando un número de ellos escuchan las posiciones electorales en materia migratoria, estos mexicanos no se identifican (usando los términos de moda) con la población migrante, y no tendrían por qué.

También ha ocurrido que desde los movimientos progresistas, los que normalmente encuentran mucho mejor recepción en la plataforma demócrata, no ha surgido una propuesta que resulte de interés generalizado entre los latinos. Un ejemplo de esto es el surgimiento del término “Latinx” que se propuso para sustituir a “latino” o “hispano”, para hacerlo incluyente, neutro y demás. Según el Pew Research Center solamente el 4% de la población latina se identifica con el término. Los demás lo ven como una imposición generalizadora que no refleja identidades específicas basadas en el origen o nacionalidad, situación que resulta precisamente lo contrario a la justificación del término.

No menos importante es el hecho de que, cuando pensamos en las características de nuestra sociedad mexicana, le incluimos un gran componente religioso, una dosis considerable en valores tradicionales, una profunda veneración por la familia y una enorme estructura moral, al menos de dientes para afuera. Esas características se parecen más a los modelos tradicionales conservadores de Estados Unidos que a los progresistas.

Ni hablar entonces del resto de los subgrupos que conforman el mundo hispano o latino y las diferencias entre ellos.

Por eso es que en esta elección, como en las otras, el voto latino se verá repartido por la edad, la educación, la región en la que vivan, su origen y muchas otras razones que tienen que ver con el día a día de los distintos tipos de latinos en Estados Unidos, y no se relacionan en nada con la manera en la que vemos a Estados Unidos desde México. Que ya no nos sorprenda.

Johannes Jácome

@jacome_cid