Nos encontramos en un momento crucial para la acción climática a nivel mundial, y el análisis del presupuesto público enfocado en la transición energética y el cambio climático en México, permite comprender el papel que está tomando nuestro gobierno en favor del clima. Sin embargo, lo que debería ser un esfuerzo claro y coordinado para avanzar hacia la descarbonización de la economía parece estar fragmentado y con prioridades poco claras.
El presupuesto considerado en los anexos transversales “Estrategia de transición para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios” y “Recursos para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático” presenta una paradoja en relación con la política establecida en la Estrategia de transición para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios, el Programa Especial de Cambio Climático (PECC) y el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN).
Aunque México ha asumido compromisos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y aumentar el uso de energías limpias, los recursos asignados para esos objetivos no están completamente alineados con las metas establecidas. Por ejemplo, aunque los anexos transversales en 2024 suman 243 mil 705 millones de pesos (mdp) en acciones para la transición energética y el cambio climático, solo 62 mil 241 mdp se dirigen de manera efectiva y clara. El resto se dispersa en proyectos que no reflejan de manera clara su incorporación a este presupuesto, como en el caso del Tren Maya.
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Este desajuste entre los objetivos y la asignación presupuestaria pone en evidencia un problema estructural: la falta de alineación entre las metas climáticas y los recursos disponibles, así como la duplicidad de recursos y la inclusión de proyectos que no tienen un impacto directo en este problema. Aunque existe una metodología para identificar y cuantificar los recursos destinados a la mitigación y adaptación climática, su consideración sigue siendo poco clara.
A nivel mundial, los países que han avanzado más rápido en la transición energética y la acción climática, han encontrado que una planificación clara, acompañada de un presupuesto bien asignado, es clave para lograr sus objetivos. México no debería ser la excepción por lo que es necesario un replanteamiento de su estrategia.
En la lucha a favor del clima, se requiere una mayor transparencia y recursos públicos asignados de manera clara, eficiente y suficiente. Nuestro país tiene una oportunidad única para avanzar en estos temas, pero para lograrlo, debe corregir el rumbo en cuanto a la asignación de recursos.
El documento “Presupuesto 2023-2024. Transición energética y cambio climático” elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), nos presenta una revisión a los anexos transversales “Estrategia de transición para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios” y “Recursos para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático” para identificar inconsistencias y discrepancias entre ambos. Para más detalle, consulta: https://ciep.mx/7sqJ
César Augusto Rivera de Jesús*
Economista por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), con Especialidad en Economía Ambiental y Ecológica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se desempeñó como voluntario en “ICLEI Gobiernos Locales por la Sustentabilidad” donde colaboró en las revisiones de los Planes de Acción Climática Municipal; analista de tarifas de suministro eléctrico y precios de combustibles en la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD); y enlace de control y seguimiento de anteproyectos regulatorios en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Además, cuenta con una publicación en la revista “El semestre de las Especializaciones ” de la UNAM sobre la Capitalización de las externalidades causadas por los rellenos sanitarios en el precio de las casas.
Actualmente es investigador en el CIEP en temas de transición energética y medio ambiente. Interesado y apasionado por los temas relacionados con economía, la transición energética y el medio ambiente.