#CONSULTORÍAPOLÍTICA

¿El eslabón más débil?

Entrar en una crisis económica y gestionarla mal destruye rápidamente la popularidad de los gobernantes. | José Antonio Sosa Plata

Escrito en OPINIÓN el

La preocupación que existe en varios sectores de la sociedad sobre las consecuencias que tendría sobre la economía el debilitamiento del peso requieren un mayor cuidado en la operación comunicacional. Los errores en el manejo de decisiones, tiempos, narrativas y argumentos pueden agravar algunos problemas o hacer más profunda la crisis.

La confianza y tranquilidad de la gente se pierde cuando ve afectada en forma directa su situación personal y familiar. También por la falta de transparencia o manipulación de la información sobre lo que está sucediendo. En contraste, se ha demostrado que una buena gestión tiene el potencial de fortalecer el liderazgo de los personajes principales que la manejaron. 

Aunque los mercados nacionales e internacionales responden a otra dinámica, es absolutamente indispensable que la comunicación entre éstos y el gobierno fluyan sin obstáculos ni grandes conflictos. La razón es obvia: el llamado “nerviosismo” de los mercados tiene múltiples efectos negativos sobre el sistema económico y la estabilidad política.

En el marco de una situación de crisis económica, los errores cuestan mucho. No sólo en términos económicos, políticos y sociales, sino en uno de los puntos que más preocupa a los personajes públicos: su imagen. Cuando la reputación se pierde como consecuencia de una crisis económica, es casi imposible restituirla, más si afectó la tranquilidad y calidad de vida de la población.

Por si no lo leíste: Turbulencia financiera mundial traerá más inflación y desempleo a México.

En todo lo que va del sexenio, el vocero principal de éste y casi todos los temas ha sido el presidente Andrés Manuel López Obrador. La combinación entre propaganda e información que diseñó para sus conferencias matutinas le ha redituado los mejores resultados. Sin embargo, el modelo es insuficiente durante el período de la transición de gobierno.

La comunicación política de la Dra. Claudia Sheinbaum ha sido cautelosa, sobria, respetuosa, bien administrada y efectiva. Desde el día siguiente de su triunfo electoral, la presidenta electa reaccionó bien al estabilizar nuestra moneda cuando rebasó la barrera de los 18 pesos. Si bien el peso no regresó a la franja de 16, sí logró enviar el mensaje de calma que necesitaban, entre otros, los empresarios e inversionistas nacionales y extranjeros.

Ahora le corresponderá afinar su estrategia de comunicación para mantener el control de la economía en caso de que Estados Unidos entre a una recesión económica o si la turbulencia financiera acentúa la desaceleración en la que estamos inmersos, la inflación, la caída en la inversión extranjera directa nueva o la pérdida de empleos.

Consulta: Manuel Bartolomé Castro. "¿Me lo dices o me lo cuentas? La necesidad de un discurso político congruente con la experiencia directa de los ciudadanos en contexto de crisis económica". Más Poder Local (55), pp. 131-137.

Varios analistas financieros coinciden en que, a partir de ya, la presidenta electa debe hacer un replanteamiento en su política económica. Dicen que la decisión implica la separación de algunas “premisas básicas” de la llamada Cuarta Transformación, si es que en realidad tiene por objetivo lograr una economía más vigorosa.

Con base en las causas que están provocando este entorno adverso, aseguran, tampoco se pueden minimizar los riesgos que representan las reformas constitucionales que con toda seguridad se van a aprobar en el Congreso. Los daños que podrían provocar se sumarían a las demás variables que están fuera de su control.

Todavía más. Aunque algunos coinciden con el diagnóstico de la Dra. Sheinbaum, en el sentido de que están garantizados la inversión privada, el desarrollo de obras públicas, los aumentos salariales y los programas sociales, entre otros, afirman que es difícil controlar la volatilidad provocada por el nerviosismo y la incertidumbre de los inversionistas.

Es cierto que no hay razones para dudar de la palabra del presidente y la presidenta electa cuando afirman que tenemos una economía fuerte, reservas internacionales sólidas y finanzas sanas. Pero también lo es que habría ciertos costos de alto impacto político y social si, por una decisión equivocada, se pone en riesgo la confianza que la ciudadanía depositó en ambos el pasado 2 de junio.

Entérate: Sheinbaum resalta economía fuerte en México, ante caída de bolsas.

En el transcurso de las próximas semanas, los temas económicos mantendrán la atención de todos los medios de comunicación convencionales y digitales. Se trata de noticias de alto impacto y de sucesos que afectan la vida de millones de personas. Por lo tanto, revisar la estrategia de comunicación del nuevo gobierno y los protocolos para hacer frente a este tipo de situaciones es obligado.

Como parte sustantiva, los planes de comunicación y sus respectivas narrativas tendrán que cumplir con algunos lineamientos básicos: no minimizar la situación ni los acontecimientos; mantener una sola vocería y evitar los mensajes contradictorios; presentar balances periódicos con información objetiva y datos duros, de fácil comprensión; no ignorar las críticas o preocupaciones más sensibles, principalmente las expresadas por la población a través de las encuestas.

Además, se recomienda no mostrar un falso optimismo; no tratar de desviar la atención; no culpabilizar a otros, evadiendo la responsabilidad propia; presentar diagnósticos creíbles, en los que no se abuse del lenguaje técnico o explicaciones largas y complejas; mostrar empatía y preocupación por el impacto humano que podrían provocar las decisiones que se están tomando; y, lo más importante, dejar bien claro que las acciones y decisiones que se están tomando son en favor de todas y todos.

Recomendación editorial: Antonio Baraybar Fernández y Sandro Arrufat Martín. Comunicación, economía y finanzas. Madrid, España: Editorial Fragua, 2022.

 

José Antonio Sosa Plata

@sosaplata