INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Hablemos de inteligencia artificial y privacidad

El protagonismo de la Inteligencia Artificial proviene de su incidencia en nuestra vida cotidiana; y en su efecto transformador en los trabajos, productos y servicios. | Marina San Martín

Escrito en OPINIÓN el

En esta era digital, hay un concepto que ha despertado un gran furor por el creciente interés de conocer su funcionamiento y evaluar su impacto, en cuanto a sus áreas de oportunidad y de riesgo, para aprovechar sus ventajas.

Se trata de la Inteligencia Artificial (IA) que se refiere a sistemas basados en máquinas autónomas con capacidad de hacer tareas humanas, como las de aprendizaje; uso del lenguaje e información; razonamientos; predicciones; resolución de problemas o toma de decisiones, que influyan en entornos físicos o virtuales, para objetivos definidos.

Más allá de abordar sus implicaciones para sumar a la discusión colectiva ¿es importante que hablemos de ella? La respuesta es afirmativa, porque su protagonismo proviene de su incidencia en nuestra vida cotidiana; y en su efecto transformador en los trabajos, productos y servicios.

Sobre el particular, el estudio global 2023 “Trust in Artificial Intelligence”, de la firma KPMG y la Universidad de Queensland en Australia, revela que, si bien el 85% de los encuestados reconoce sus beneficios, 61% tiene sus reservas en cuanto a confianza, especialmente 84% manifiesta como su mayor preocupación las vulneraciones a la ciberseguridad.

Según el reporte, si bien estas herramientas son más aceptadas por las economías emergentes, las generaciones más jóvenes, y las personas con nivel universitario o directivo; en contraste, dos de cada cinco entrevistados creían que su implementación los reemplazaría en sus empleos. Cabe señalar que 71% consideraba pertinente su regulación.

Lo cierto es que, para garantizar su aplicación segura, hay que incluir varios campos a la conversación; siendo uno de ellos el cuidado de la privacidad, pues su mal manejo puede provocar graves afectaciones; por ejemplo, si se ocupan para imitar nuestra voz o imagen suplantando la identidad o falseando hechos; discriminando al procesar datos con sesgos raciales o de género; o bien, fomentando violencia o ciberdelitos.

En cuestiones de reglamentación, en el caso mexicano, si bien en materia de datos personales se cuenta con un andamiaje legal y orgánico suficiente para su protección, en lo concerniente a la IA, según el Índice Latinoamericano 2023 sobre este tópico, estamos por debajo de los promedios regionales en visión e institucionalidad, con 2.78 puntos, y en estrategia, con 8.33, cuando la media es de 33.68 y de 35.41 respectivamente; sin que aún exista normativa específica, ni política pública articulada.

La Unión Europea acaba de publicar su Reglamento de Inteligencia Artificial que, por su novedoso contenido, será referencia para otras latitudes; no para copiarlo, sino para analizarlo y adoptar lo que responda a cada contexto.

Ulrich Spiesshofer, quien fuera CEO del Grupo ABB, ha comentado que “la combinación correcta de tecnología y humanos impulsará la prosperidad”, y lleva razón, pues el potencial de la primera contribuye al desarrollo, pero para que así sea, debemos equilibrar los derechos y la innovación con adecuados marcos jurídicos.

Marina San Martín

@navysanmartin