PARÍS 2024

París 2024: ¿innovación o invasión en la seguridad Olímpica?

La promesa de Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador, de hacer de París "el lugar más seguro del mundo" durante los Juegos parece que se va a cumplir, pero a un costo significativo. | Mauricio Bastién Olvera

Créditos: EFE
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París, una ciudad conocida por su belleza y romanticismo, se encuentra en un estado de vigilancia sin precedentes para los Juegos Olímpicos de 2024 que inicia mañana viernes 26 de julio. Soldados con rifles de asalto patrullan las calles, drones sobrevuelan el río Sena y cámaras equipadas con inteligencia artificial observan cada movimiento. La promesa de Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador, de hacer de París "el lugar más seguro del mundo" durante los Juegos parece que se va a cumplir, pero a un costo significativo. Los ciudadanos y visitantes observan esta seguridad intensificada con una mezcla de alivio, pero también con ciertas dudas.

En las últimas décadas, la seguridad en los Juegos Olímpicos ha evolucionado considerablemente. Desde los atentados en Múnich 1972 hasta las amenazas cibernéticas en Tokio 2020 (casi 500 millones de ciberataques), cada evento ha enfrentado sus propios desafíos. París 2024 no es una excepción, especialmente en una ciudad que ha sido golpeada por ataques extremistas en los últimos años. La amenaza de terrorismo y los conflictos internacionales actuales, como las guerras en Ucrania y Gaza, han llevado a las autoridades francesas e internacionales a desplegar una operación de seguridad sin precedentes.

La tecnología es el pilar central de la estrategia de seguridad de París 2024. Drones de vigilancia, sistemas de reconocimiento facial y cámaras equipadas con inteligencia artificial están diseñados para detectar y neutralizar amenazas en tiempo real. 

Los beneficios de estas tecnologías son claros: pueden prevenir ataques, localizar personas, y responder rápidamente a incidentes, salvando potencialmente muchas vidas. Uno de los mejores usos del reconocimiento facial y seguridad, ha sido para encontrar personas desaparecidas. La integración de software de reconocimiento facial en cámaras de seguridad puede ampliar exponencialmente la búsqueda e identificar a un individuo dentro de multitudes de más de 50 mil personas. En India, el reconocimiento facial ha ayudado a la policía a encontrar a más de tres mil niños desaparecidos en solo cuatro días. Este tipo de tecnología puede ser crucial durante eventos masivos como los Juegos Olímpicos.

Sin embargo, también existen serias preocupaciones sobre la privacidad, la ética, y los derechos humanos. Activistas advierten que la vigilancia masiva puede llevar a un estado de control constante, donde cada movimiento de los ciudadanos es monitoreado e incluso hay dudas sobre el nivel de precisión de estas tecnologías.

La ética de la vigilancia tecnológica también plantea cuestiones importantes sobre el sesgo algorítmico y su impacto en diferentes razas y grupos demográficos. Joy Buolamwini, experta en inteligencia artificial y cuyo trabajo fue mostrado en el documental de NetflixCoded Bias”, ha expuesto cómo los sistemas de reconocimiento facial pueden discriminar contra personas de piel más oscura y mujeres. Su trabajo ha demostrado que estos sistemas tienden a cometer más errores al identificar a estas personas, lo que podría llevar a situaciones injustas y peligrosas durante eventos tan diversos étnicamente hablando, como los Juegos Olímpicos. La implementación de IA sin una consideración adecuada de estos sesgos podría exacerbar las desigualdades existentes y poner en riesgo a comunidades marginadas.

Un ejemplo alarmante lo encontramos en una investigación de la Universidad de California y el MIT, demostró que un sistema de visión artificial confundía una tortuga de juguete con un rifle. Estos errores, conocidos como “imágenes adversariales”, muestran cómo los sistemas de IA pueden ser engañados para identificar objetos incorrectamente, lo que podría tener consecuencias graves en un entorno de alta seguridad como los Juegos Olímpicos. Este tipo de vulnerabilidades subraya la necesidad de una revisión continua y rigurosa de las tecnologías implementadas para evitar errores potencialmente catastróficos.

La discusión sobre la seguridad y la privacidad continuará mucho después de que la última medalla de oro sea entregada en los Juegos Olímpicos, y las lecciones aprendidas en París 2024 serán cruciales para futuros eventos globales. Mientras tanto, los ojos del mundo estarán puestos en cómo una de las ciudades más icónicas del planeta busca el primer lugar en seguridad.

Mauricio Bastién Olvera

@Mau_Bastien