SEGURIDAD EN LA COPA AMÉRICA

Seguridad en la Copa América: un ensayo para el Mundial 2026

Con la Copa América 2024 en marcha en los Estados Unidos, la atención no solo está en el fútbol, sino también en las estrictas medidas de seguridad implementadas. | Mauricio Bastién

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Con la Copa América 2024 en marcha en los Estados Unidos, la atención no solo está en el campo de juego, sino también en las medidas de seguridad que se han implementado para garantizar un torneo pacífico y seguro. Este evento no solo es un espectáculo deportivo, sino también una prueba crucial para las estrategias de seguridad que se desplegarán durante la Copa del Mundo 2026, también programada para celebrarse en aquel país, junto con México y Canadá.

Las autoridades estadounidenses no emitieron advertencias públicas sobre amenazas específicas al torneo. Aunque podrían ocurrir incidentes aislados de comportamiento violento y desordenado por parte de algunos grupos de aficionados o barras, se espera que estos sean esporádicos y limitados.

La experiencia de eventos deportivos previos en Estados Unidos sugiere que las agencias federales y las policías locales coordinan estrechamente sus recursos e inteligencia para garantizar la seguridad de los asistentes. Ciudades anfitrionas como Atlanta, Houston, Miami y Las Vegas, acostumbradas a organizar eventos comerciales, deportivos y culturales de gran magnitud, están bien equipadas para manejar la seguridad de la Copa América. 

Aunque el hooliganismo es una preocupación, especialmente con antecedentes en competiciones domésticas en países sudamericanos como Argentina y Brasil, los incidentes de violencia significativa en competiciones internacionales son raros. La colaboración con el gobierno argentino, a través de su programa “Tribuna Segura”, para evitar la entrada de individuos violentos es una medida preventiva clave. Las autoridades estadounidenses están preparadas para manejar cualquier altercado entre aficionados rivales, particularmente en partidos de alto riesgo que se puedan llegar a dar como Estados Unidos vs. México y Argentina vs. Brasil, partido que por cierto se tuvo que retrasar 30 minutos en su edición de noviembre pasado, debido a una pelea masiva entre aficionados en las gradas del estadio

Las estadísticas policiales de ciudades como Houston y Miami indican que los robos menores son los delitos más frecuentes en los centros urbanos, y suelen ocurrir entre las 20:00 y las 05:00 horas, apuntando a individuos que están solos o bajo la influencia de alcohol o drogas. 

Asimismo, con la llegada de miles de aficionados a las ciudades anfitrionas, también existe un riesgo creciente de explotación y trata de personas, especialmente en el ámbito de la prostitución. Las ediciones anteriores de la Copa América han visto campañas para combatir este delito, como la iniciativa "Tarjeta Roja para la Trata" lanzada en Chile en 2015. Por lo que esto será un buen parámetro para el Mundial 2026 y ver cómo se puede aumentar la vigilancia y proporcionar apoyo a las víctimas.

Un riesgo que además es preciso considerar, es el de eventos climáticos. La temporada de huracanes en el Atlántico, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, presenta un riesgo climático significativo para ciudades anfitrionas como Houston y Miami. Si bien no hay advertencias actuales de huracanes durante el torneo en esas ciudades, se podrían experimentar algunas tormentas severas.

La Copa América 2024 no solo es una celebración del fútbol, sino también una oportunidad para probar y refinar las estrategias de seguridad de cara a la Copa del Mundo 2026. Las medidas implementadas y la capacidad de respuesta de las autoridades en este torneo servirán como un valioso ensayo para el evento global que se avecina.
 

Mauricio Bastién

@Mau_Bastien