Muy lamentable el hecho ocurrido con Donald Trump, pero también existe mucha perversión en la red X.
Eran las 18:11 horas del sábado 13 de julio cuando apenas iniciaba el mitin en una pequeña comunidad rural de 13 mil habitantes en el condado de Butler, a 55 kilómetros de Pensilvania, y justo cuando Donald Trump criticaba la inmigración ilegal, mostrando un gráfico sobre el número de cruces fronterizos, se escucharon pequeñas explosiones y disparos lejanos. Trump se llevó la mano derecha a la cara, se lanzó al suelo. Fue cubierto de inmediato por agentes del Servicio Secreto. Acto seguido se desalojó la zona de prensa y el área se declaró "escena de crimen". Hubo confusión mientras una parte de la multitud se dispersaba, otros ni se inmutaron, no hubo desbandada como ocurre en estos casos. De hecho algunos asistentes se tomaron de las manos y empezaron a rezar.
Trump resultó herido levemente –una de las balas pasó rozando su oreja derecha–, pero dos personas quedaron heridas, y lamentablemente murió Corey Comperatore, simpatizante de Donald Trump, justo cuando se lanzó sobre su familia para protegerlos de la lluvia de balas. Es considerado un héroe. Por su parte, el presunto agresor resultó muerto tras ser abatido por agentes del Servicio Secreto.
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¡La conmoción fue mundial!
Thomas Matthew Crooks, de tan solo 20 años, presumiblemente disparó en ocho ocasiones a una distancia de 120 metros, con un rifle semiautomático AR-15. Fue abatido de inmediato y la noticia impactó. El ataque fue el más serio intento de asesinar a un presidente o candidato presidencial desde que Ronald Reagan fue atacado en 1981, cuando recibió un disparo al salir de un acto en Washington. En esa ocasión tres de sus acompañantes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.
Ese fin de semana el atentado de Trump se llevó a cabo en Buttler, Pensilvania, en medio de una atmósfera política profundamente polarizada, a menos de cuatro meses de las elecciones, y pocas horas antes de la Convención Nacional Republicana. El fantasma de John F. Kennedy volvió a resurgir.
Los líderes del mundo se solidarizaron de inmediato. Nuestro presidente presumió ser el primer jefe de Estado en hacerlo, fue a través de un mensaje en la red social X:
El mensaje de Barack Obama es firme.
Llamado a la unidad y a no especular
Joe Biden hizo un llamado a la unidad contra la violencia y anunció una investigación profunda para determinar los móviles del atentado. Habló de inmediato por teléfono con Trump y aseguró que el ex presidente cuenta con la máxima seguridad posible, pidiendo que se revisen los protocolos de seguridad de la convención republicana que empezó el pasado lunes.
El domingo Biden ordenó una investigación independiente a cargo del FBI. Y como era de esperarse, Trump se llevó las primeras planas de los medios en todo el mundo.
Dos imágenes me llamaron mucho la atención. En la primera, vemos a un Trump tirado en el suelo con la cara ensangrentada. Se le nota el miedo en la cara, la mano derecha abierta como si estuviera rezando, y segundos después logra resucitar con la misma sangre, pero ya con el puño derecho en alto de manera desafiante y casualmente con la bandera de EU de fondo para crear una imagen histórica, imagen que quedará sin duda para la posteridad.
Los fotógrafos que estaban ahí, tomaron las fotos de la posteridad...
De repente parecía que estábamos viendo un filme hollywoodense y que todo era conforme a un guión, pero desgraciadamente la situación fue muy real. Las balas pudieron haber matado al ex presidente y, de haber sido así la historia sería otra, no sabemos lo que hubiera ocurrido. Celebró que no pasó a mayores.
Hay varios detalles que merecen ser analizados, me los reservo para otra ocasión, necesitamos más datos, más información.
Una vez que Trump se reincorporó del suelo les ordenó al Servicio Secreto que tenía que ponerse los zapatos, y lo obedecieron; también, debido a que el republicano quería dirigirse a la multitud. empezó a dar puñetazos al aire hasta que logró extender el brazo hacia el cielo. En ese momento la gente que se había tomado de la manos para rezar empezó a corear: “¡USA! ¡USA!”.
Mientras, los agentes movían a Trump con lentitud hacia las escaleras, y justo antes de subir al auto blindado se detuvieron una vez más para que Trump pudiera volver levantar el brazo y agitar el puño un poco más deprisa. La multitud gritó un poco más fuerte, como si fuera el gran campeón de la jornada. Esa fue la imagen que quedó.
El lunes Trump llegó a Milwaukee con una "aura" divina, renacido. Un día antes dijo que lo que le había ocurrido era obra de Dios. En una entrevista se atribuyó el mérito de girar la cabeza para mirar un gráfico de inmigración en una pantalla, y así evitar que la bala le impactara en la cabeza. (Hay gráficos en la red que lo demuestran). El lunes en la Convención Republicana muchos aseguraban lo mismo: ¡Dios lo salvó!
“No veo esto como suerte”, aseguró el reverendo Nathaniel Thomas, delegado de la Convención y pastor del área de Washington, a The New York Times,“veo esto como la protección de Dios”.
Paul Djupe, politólogo de la Universidad de Denison, especializado en religión y política, indicó que el tiroteo ayudó a afirmar que para esos votantes, “Trump está luchando contra las fuerzas del mal en el otro lado, y afirmó su papel especial como protector de los cristianos contra las vastas fuerzas del mal, incluidos los demócratas”.
En efecto, Trump había renacido y se sintió en la Casa Blanca.
El quid fue que una vez ocurrida la tragedia, vino una especie de nada sincronizado perverso. ¿De parte de quién?
Varios de los seguidores y colaboradores de Trump acusaron, sin pruebas, directa o indirectamente, a Joe Biden de incitar el ataque, y la otra parte del odio republicano se dirigió hacia los medios de comunicación. Incluso el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, hizo un comentario fuera de lugar.
Por eso es oportuno el reportaje del periódico The New York Times en el cual se habla del atentado contra Trump, los rumores y teorías conspirativas en internet, está firmado por Tiffany Hsu, Sheera Frenkel y Ken Bensinger, quienes analizaron lo sucedido en las redes. Las afirmaciones de que el presidente Biden y sus aliados ordenaron el ataque contra Donald Trump, o que Trump fingió el atentado, comenzaron rápidamente y se extendieron por las redes sociales.
Línea del tiempo
i) Precisan que apenas habían pasado cuatro minutos después del primer reporte del tiroteo a las 18:15 horas cuando una cuenta anónima en X afirmó: “Los antifa de Joe Biden le dispararon al presidente Trump”, a las 18:19 un usuario de un foro de admiradores de Trump llamado Patriots.win escribió: “Supongo que en realidad quieren que haya guerra”.
ii) Media hora después, otra cuenta en X con enlaces a la teoría de conspiración QAnon afirmaba sin evidencia que el ataque contra Trump quizá había sido ordenado por la CIA..
iii) Y justo horas más tarde, la versión de que Biden y sus aliados habían planeado el ataque contra Trump se estaba divulgando entre legisladores republicanos. Justo a las 20:30 horas, al menos seis congresistas republicanos habían achacado el intento de asesinato a la retórica de los políticos demócratas y los medios de comunicación.
iv) El senador republicano por Ohio JD Vance, nombrado candidato a la vicepresidencia, escribió en X que el lenguaje utilizado por la campaña de Biden “condujo directamente” al tiroteo.
v) La representante Marjorie Taylor Greene, republicana por Georgia, también se dirigió a los demócratas y a los medios de comunicación en X, publicando: “USTEDES son responsables.
Mención aparte merece el comentario de la activista-trumpista Laura Loomer, quien recogió el comentario que hizo Joe Biden a los donantes a principios de semana pasada de que “es hora de poner a Trump en el blanco”. No mencionó empero Loomer, que el presidente había hecho el comentario como parte de un llamado para desviar la atención del público de su desastrosa actuación en el debate del mes pasado y dirigirla hacia su rival político.
Loomer aseguró en una entrevista “Un blanco es un blanco. No importa si es un contexto diferente, esa es la imagen”. Tras las publicaciones de Loomer otros detractores de Biden se apoderaron del lenguaje de “blanco” de Biden, y pegó en la red, al grado de que Biden tuvo que salir a aclarar las cosas, confesó que fue un error de su parte decir que era "hora de poner a Trump en la diana".
Afortunadamente hay republicanos que intentaron parar las especulaciones, como el caso del senador por Montana Steve Daines, quien dijo que las especulaciones en internet “no ayudan”, y añadió que no ve “ninguna prueba” de que Biden u otros demócratas inciten a la violencia.
El reportaje del Times agrega que incluso "otras teorías sin fundamento fueron impulsadas en parte por algunas cuentas de la izquierda, afirmando que Trump había organizado el tiroteo para posicionarse electoralmente, que se había cortado la oreja con una navaja oculta haciendo estallar una cápsula de sangre o fabricando de otra manera una herida de bala falsa. Para un filme de Hollywood.
Lo que sí ocurrió, fue el fracaso de la seguridad del Servicio Secreto, el mismo secretario de Seguridad Nacional de EU, Alejandro Mayorkas, lo admitió.
¿Por qué falló el Servicio Secreto?
La pregunta está aún sin respuesta. ¿Cómo fue posible que Thomas Matthew Crooks, fuera capaz de llegar a 135 metros de Trump? Un asunto de párvulos fue el no haber revisado el techo a pesar de ser identificado como un riesgo.
¿Quién era Thomas Crooks y cuáles eran sus motivaciones? El Servicio Secreto dijo que la seguridad de ese edificio era responsabilidad de las autoridades locales, aunque el fiscal del condado ha desmentido esa versión.
La directora del Servicio Secreto, Kim Cheatle, declaró que la agencia entiende la importancia de la investigación ordenada por Joe Biden y cooperará plenamente con esa pesquisa. Afirmó que la agencia está trabajando para entender cómo ocurrió, y asegurarse de que algo así no vuelva a ocurrir.
¡No a las armas AR -15!
Durante la convención republicana se estuvieron donando rifles semiautomáticos AR-15, la misma clase de arma que se usó en el atentado… patético.
Aun con los hechos del sábado, los republicanos rechazan tajantemente controlar el uso de las armas de fuego, hay una especie de adoración por ellas.
Por último, debo precisar que no creo en la teorías del autoatentado o del montaje, las balas eran reales y Trump pudo haber muerto; eso es real. Creo que se les pasaron sus comentarios perversos, les puede salir el tiro por la culata. Faltan muchas semanas para la jornada electoral y nada está escrito.
Como haya sido el atentado es la culminación de una creciente tensión política, y EU revivió la pesadilla de la violencia política.
¿Cómo afecta el atentado en Pensilvania a la campaña electoral? ¿Ayuda la llegada del senador James David Vance como candidato a la Vicepresidencia? No sabemos aún...
Lo que es un hecho es que el ataque le cayó a Trump como anillo al dedo, dirían los clásicos en México.
Después del ataque del sábado todo ha sido cuidado, no solo la seguridad de Trump se ha reforzado sino sobre toda su imagen.
Por cierto, muchos dan como un hecho -mero trámite-, la llegada de Trump a la Casa Blanca. Yo no estaría tan seguro. Creo que la película sigue, y de aquí al martes 5 de noviembre muchas cosas podrían ocurrir, y el tiro del AR-15 les podría salir por la culata.
PD: Nuestro presidente no se quiere quedar atrás, en su primer comentario en la red fue desafortunado al decir "sea como sea", una especie de "haiga sido como haiga sido".
En la mañanera de este miércoles aseguró que los medios están en “decadencia mundial” y puso como ejemplo la “groserísima” portada del periódico al que acusó de ser un pasquín. AMLO se refirió a la portada del diario que un día después del atentado publicó una foto con la silueta de Trump con el texto: “Falló las pruebas de liderazgo y traicionó a Estados Unidos. Los votantes deben rechazarlo en noviembre”.
AMLO recordó que incluso el magnate Elon Musk contestó al diario en un mensaje de X en el que acusó a quienes publicaron esa portada por ser unos “seres humanos verdaderamente insensibles y despreciables”.