Parezco disco rayado. Pero no sabemos anticipar los riesgos de lo que hacemos y decimos en las redes sociales. No medimos nunca el tren de las opiniones.
Debo reconocer que no siempre es fácil distinguir los efectos de lo que se opina en público, porque a veces equivocamos nuestros puntos de referencia. Efectivamente, hay personajes públicos que gozan de inmunidad total. Por eso es que pueden destruir públicamente a una persona, minoría o grupo social con el aplauso del respetable, pero no todos tenemos ese privilegio. También ocurre que no medimos las tendencias sociales y fallamos en distinguir que hay prejuicios aceptados y otros no. Por ejemplo, en este momento en Estados Unidos un comentario racista en contra de los afroamericanos es motivo de escándalo, pero un comentario racista en contra de gente blanca, es bien recibido. Evidentemente en un criterio diferenciado, pero es parte de la cultura de moda en las mayorías.
Hay que leer el auditorio. Por eso, cuando aquel Sheriff de Florida dijo que estaba a favor de que la gente disparara a matar a quienes se metieran en sus casas, mucha gente aplaudió el comentario, sin embargo cuando la gobernadora de Dakota del Sur comentó que de joven tenía un cachorro que resultó incontrolable, por lo que se decidió llevarlo a una zanja en su rancho y matarlo a balazos, todo el mundo se escandalizó. ¿En qué estaba pensando al confesar eso? Matar gente, ok, ¿pero un perrito?
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En México estamos viviendo un momento histórico. Habrá una mujer presidenta. A raíz de esto he leído ya varios artículos de personas esperando que la nueva presidente gobierne como mujer, que esté desprovista de las decisiones tomadas con testosterona, etc. Yo también espero que traiga como mujer y persona conceptos y experiencias a partir de su trayectoria e identidad, género incluido, que son inéditas en la presidencia de la República, mas no tanto en otros niveles de gobierno.
A pesar de eso, habrá que estar atentos a la manera de abordar el tema y sus implicaciones. Por ejemplo, hay gente que ya está esperando éxitos de su administración explicados por ser mujer. A lo mejor así será. Sin embargo, este filtro permite que alguien señale al mismo elemento de género como la explicación para lo que consideren errores de gobierno. Como consecuencia, habrá quien destaque que, si hay ventajas de una mujer gobernante, y que también haya otras cuando se trate de un hombre al mando.
Yo me inclino por medir éxitos y errores, principalmente, como persona ejerciendo el cargo. Pero, por supuesto, habrá quienes quieran referirse al tema de género a conveniencia, a favor o en contra, escogiendo, como siempre, el porcentaje o fracción de la realidad que más les funcione.
A pesar de todo esto, y contrario a mí ser, pondré una nota de optimismo (o ingenuidad). Durante las campañas presidenciales había un hombre en la contienda. Sin embargo, la mayoría de los hombres votantes prefirieron una de las dos mujeres en la competencia. A lo mejor somos machos, pero no tanto, o machos, pero no tan muchos. O a lo mejor, nuestros prejuicios y afinidades políticas son simplemente más fuertes que nuestro machismo, no lo sé.
Ojalá haya mesura en todas las partes al momento de opinar sobre el gobierno que viene y el tema de género. Recuerdo lo que pasó en el fútbol cuando llegaron las jueces de línea y luego las árbitras centrales. Los jugadores, acostumbrados a gritar todo lo que querían, de repente tuvieron que mesurarse en sus opiniones y reclamos a la autoridad. Era hasta simpático ver como se frenaban en seco antes de decir algo. Pues algo así.
También hemos podido ver cómo, ya conscientes de que todo lo que dicen queda registrado en las cámaras, ahora se tapan la boca para no hacer público sus improperios al rival. Pues algo así. Ojo, los futbolistas tardaron un poco en entender esto, pero en su defensa, eso de que en la tele se viera o escuchara lo que se gritaban, apenas empezó a ocurrir antes de que nacieran. Ahora está el VAR, que puede observar todo con lupa, y de todos modos no falta el que haga una tontería.
Pues en esto de las redes y las discusiones hay VAR, y se registrarán claramente las cosas que decimos. Sí, es posible que hoy se marquen más los penales de un lado que del otro -como el VAR con el América dirán los envidiosos- al tratarse de discusiones de género y los demás temas sociales. Pero, el hecho de que no sancionen igual todas las infracciones de un lado, no quita que las nuestras de todos modos lo sean.
Así que mejor como futbolista con árbitra y VAR.