JUSTICIA Y POLÍTICA

Jueces y política

La política y la impartición de justicia debieran ser cosas completamente separadas, pero desafortunadamente no lo son. | Johannes Jácome Cid

Escrito en OPINIÓN el

En principio pareciera que todos coincidimos en que la política y la impartición de justicia debieran ser cosas completamente separadas. Pero no lo son desafortunadamente. De manera directa e indirecta, los gobiernos influyen en procesos judiciales o de investigación, y las decisiones judiciales afectan los actos de gobierno. En algunos escenarios es procedente la intervención, en otros es completamente irregular.

Recientemente nos enteramos del caso de un funcionario de la Suprema Corte de Justicia de México tratando de influir en un juez para que emitiera una sentencia favorable a una funcionaria juzgada por un caso de corrupción. De ser cierto este incidente, no habrá manera de justificar tal acción. Este acto se suma a la serie de desencuentros desarrollados al interior de nuestra Suprema Corte y su distanciamiento con otros Poderes, así como los pleitos entre ministros actuales y uno en retiro.

Hay otros ejemplos en los que las autoridades actúan de manera más sutil, pero tratando de vincular criterios políticos y sociales con procesos judiciales. Así parece ser el caso del “Fofo” Márquez a quien le imputaron el delito de feminicidio en grado de tentativa para favorecer ciertos criterios políticos y sociales, cuando, en apariencia, no hay cómo justificar esa decisión, ya que los delitos cometidos fueron otros.

Estados Unidos no es muy distinto. Jueces y entidades de gobierno a veces aplican criterios que pertenecen a la cancha ajena. Recientemente hubo voces sugiriendo que la Juez de la Corte Suprema estadounidense, Sonia Sotomayor, debería jubilarse durante el mandato del actual presidente Biden, para que su reemplazo fuera propuesto por la administración demócrata. Esto para mantener cierto perfil político entre quienes integran la Suprema Corte.

Pero también la aplicación de corrientes políticas y sociales se manifiestan en distintos niveles del poder judicial.  Así como podría pasar con el caso del “Fofo” Márquez en México, el juicio contra el famoso productor de cine Harvey Weinstein por abuso sexual, se vio empañado por no sujetarse a un análisis técnico del caso. La Corte, durante el proceso, permitió que muchas posibles víctimas del acusado presentaran sus testimoniales durante las audiencias. Sin embargo, ninguna de ellas había interpuesto formalmente una denuncia. La Corte convirtió en un foro lo que era un juicio. En apelación se determinó anular la sentencia de culpabilidad.

Otro ejemplo son los distintos procesos judiciales que involucran al expresidente Trump. Sean o no necesarios los juicios, el proceso contra un aspirante presidencial, necesariamente tiene efectos políticos y electorales.

Asimismo ocurre con los juicios para establecer la viabilidad de leyes estatales para penalizar o regular procesos migratorios, toda vez que dichas leyes son una reacción a las políticas del gobierno federal en la materia.

Y como siempre hay historias nuevas, ahora estaremos viendo demandas emanadas de las protestas estudiantiles en contra de la política del gobierno estadounidense por su respaldo a Israel en su conflicto con Palestina. Estudiantes en favor de Israel están demandando a las universidades y autoridades por permitir actos de violencia y discriminación en su contra, cometidos en los campus universitarios por parte de los manifestantes. Estudiantes pro Palestina, están demandando a las universidades y autoridades por impedir su derecho a la libre expresión de las ideas.

El análisis que hagan los jueces de estas demandas hará referencia al desempeño de las autoridades federales y locales en su interacción con la gente, en controversias derivadas de un tema de política exterior.

Sobre estas protestas también se hicieron virales las entrevistas y publicaciones en redes de algunos estudiantes reaccionado a sanciones escolares impuestas en su contra, derivadas de su participación en las protestas en sus universidades. Les salió cara la selfie.

Este detalle resulta interesante. En las próximas semanas se realizará por vez primera un ejercicio electoral en donde los mexicanos en el extranjero podrán apersonarse en Consulados mexicanos a emitir su voto. Ojalá todos recordemos que lo que ocurra dentro del Consulado, en lo electoral, será competencia de las autoridades mexicanas. Pero, lo que ocurra afuera mientras esperamos en la fila, podría ser competencia de autoridades de otro país. Quienes vayan a votar que lo hagan contentos, mejor.

Johannes Jácome

@jacome_cid