ANTISEMITISMO

El cine y el antisemitismo

El cine, al ser una expresión artística y un producto comercial, está repleto de los valores sociales de su lugar de origen. | Johannes Jácome

Escrito en OPINIÓN el

El cine, al ser una expresión artística y un producto comercial, está repleto de los valores sociales de su lugar de origen. Es por eso que el cine mexicano tiene años produciendo principalmente películas sobre narcos y corrupción. Habiendo personas que usan las redes sociales para denunciar incidentes y crímenes reales, me llama la atención que haya directores de cine que obtienen reconocimiento por usar millones de pesos y muchos actores para denunciar historias ficticias. 

En alguna época hubo muchas películas sobre la Segunda Guerra donde aparecían los nazis cometiendo sus atrocidades. Después de un tiempo me pareció que había tragedias más recientes que debían ser contadas. No volví a ver otra de nazis hasta “Zona de Interés”, en la que, a diferencia de muchas otras, los malos no lo parecen. Son gente común y corriente envuelta en dramas familiares y personales y quienes simplemente decidieron, hace casi 90 años, que los judíos no eran gente y por lo tanto podían abusar criminalmente de ese grupo de seres humanos, y otros más.

Hasta hace poco pensaba que el tema del odio o rechazo a los judíos había perdido presencia en la discusión predominante en nuestras sociedades, pero no.  El conflicto entre Palestina e Israel ha revivido muchas de esos prejuicios, incluso en México, donde no falta quien odia a los judíos sin que haya conocido uno en su vida.

En algunas universidades de Estados Unidos se dieron manifestaciones y actos de repudio en contra del gobierno de Israel y el de Estados Unidos por el apoyo del segundo en favor del primero. No tardó mucho en que ese rechazo en contra de los gobiernos se materializara en actos contra estudiantes judíos simplemente por serlo. Los incidentes contra judíos se incrementaron. La historia se repite. Claramente las películas sobre nazis seguirán siendo producidas, ahora, con justificación reciente e incuestionable. 

Pero, no deja de sorprender cómo los grupos ubicados en los polos opuestos del espectro político, siguen manifestando convicciones semejantes. Normalmente el antisemitismo era expresado por grupos de extrema derecha que ven en los judíos una amenaza por ser parte de una conspiración para controlar al mundo. Y ahora, también tenemos a los progresistas universitarios expresando su rechazo a los judíos y su apoyo a Hamas. Para estos, y muchos otros personajes ruidosos, la distinción entre el gobierno israelí (cuyas acciones son las que han enojado a muchos), los israelíes y los judíos es una sutileza tan innecesaria como tener que encontrar la diferencia entre Hamaá y los palestinos. Como resultado de extremismos ignorantes, desde el progresismo y la ultraderecha ahora atacan a la población judía.

Lo tragicómico es que si los nazis de la Segunda Guerra conocieran a sus seguidores en las montañas de nuestro continente, probablemente no los consideraran parte de los suyos. Igual, si Hamas o ISIS conocieran a sus porristas no binaries de pelo verde y mujeres (aunque no se identifiquen así) con la piel descubierta de las universidades estadounidenses, lo más seguro es que tampoco los consideraran como la expresión de su identidad de grupo. Ya para qué hablamos de nazis de la ex Tenochtitlan o los pro Hamas guadalupanos. Reitero, polos opuestos extremos se atraen en las mismas tonterías.

Los horrores que están ocurriendo en esa zona del mundo retan a cualquier intento de simplificación del problema. Pero nunca hemos necesitado entender un conflicto para tomar bando a partir de una visión en blanco y negro.

Esto me recuerda y contrasta otra película; “Incendies”. En ella, Denis Villeneuve narra la tragedia de una mujer que huye del medio oriente hacia Canadá. Los lugares en los cuales se desarrolla la historia no son precisos, como tampoco el perfil de las facciones en conflicto. La historia puede estar ocurriendo en un país u otro, y los crímenes están siendo perpetrados por ¿cristianos? ¿musulmanes? Al final, la violencia ocurre entre gente extraña, parientes, aliados y contrarios. Complicado.

Distinguir matices no es fácil. Por eso las opiniones simples son populares. Se estrenó “Lola”, película que narra las dificultadas de una muchacha pobre queriendo sacar adelante a su hermano. La dirige, produce y actúa Nicola Peltz, hija de ricos y nuera de David y Victoria Beckham, ricos también. Nicola ha sido muy criticada porque si bien es mujer emprendedora y creadora, es rica, por lo que es incorrecto que interprete a una mujer pobre. Yo pensaría que la mayoría de las mujeres pobres tienen tantas preocupaciones que no les queda mucho tiempo para producir y dirigir películas. En fin.

Dentro del grupo de críticos de “Lola” seguro están algunos de los que, no hace mucho, se fueron contra el filme “Maestro” porque Bradley Cooper, que no es judío, interpretaba a Leonard Berstein, que sí lo era. El maquillaje incluyó una “nariz judía” para parecerse más al personaje. Obviamente no faltaron los ofendidos por eso. Pero, para nadie será sorpresa que, del mismo lugar del mapa ideológico en donde se ofendieron porque caracterizaron a un judío con una nariz maquillada, ahora estén caracterizando a los judíos como israelíes y a la gente israelí como gobierno, aventando su “hate” contra todos. 

Cuando ocurren estas cosas, es difícil no pensar que de lo que se trata, nada más, es de llevar la contraria.

Johannes Jácome 

@jacome_cid