Un partido nuevo y competitivo para la clase media y un Morena libre de un aliado que lo trata más bien como un captor. Escenarios para un 2027 cantado en verde para San Luis.
El amplio margen de victoria para la coalición Sigamos haciendo historia parece haber roto la capacidad de reconocer que si bien el votante de oposición fue derrotado, no quiere decir que no exista. Votante de oposición, sí, no “partidos de oposición”, que son dos temas totalmente diferentes.
Los ciudadanos que adoptaron el rosa como su color de lucha política y la candidatura de Xóchitl Gálvez, existen y representan una postura. Que ese proyecto por desgracia haya sido dependiente del registro de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, es otro cantar.
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Que los más hiperventilados de las opciones oficialistas triunfadoras no se engañen: la postura ciudadana opuesta al régimen existe. Que no haya tenido un vehículo formal y condiciones mejores, no la desaparece, por muy apabullante que haya sido la derrota.
En cuanto a los partidos que medraron con esa corriente ciudadana, PRI y PAN, obtuvieron lo que buscaron: básicamente, espacios plurinominales. No les queda la postura de sentirse generosos porque postularon a una candidata que no milita en las filas de ninguno de ellos. No fue generosidad, fue supervivencia. Y por el contrario, la candidata presidencial llevó como un galeote el trabajo de encabezar a tres instituciones políticas periclitadas, desacreditadas y vacías de base social.
El PAN puede decir, si le place, decir que representa “a la clase media”. Los panistas están en su derecho de mentirse a sí mismos, pero hace tiempo que perdieron credibilidad en ese sector que por varias décadas nutrió sus resultados electorales en varios estados del país, entre ellos San Luis Potosí. Precisamente en San Luis Potosí, el cainismo de los panistas, su desvergonzada avidez por espacios en nóminas públicas, la corrupción de dirigentes y miembros “destacados”, así como su apuesta por conservar plurinominales “seguras” sin trabajar más allá, los desconectó de la clase media.
Del PRI no se diga. Los dos últimos gobernadores no permitieron crecer cuadros nuevos; se entercaron los dos en mantener guardado el hilacho tricolor en el cajón de sus escritorios y sacarlo sólo en época electoral. Sin trabajo, sin estructuras, sin recursos para que los comités municipales trabajaran e hicieran red, el priismo es hoy lo que es: un partido minoritario y cercano a la extinción.
Los espacios en política se llenan. En San Luis Potosí no fue Morena, sino el Verde, el que no paró de extender sus bases. Con financiamientos legalmente bajo sospecha, con métodos muy agresivos y hasta amenazantes, pero ocuparon cuanto espacio pudieron. Se convirtieron, los “tucanes” del gobernador Ricardo Gallardo, en una poderosa maquinaria capaz de pasar a rodillo a otras fuerzas políticas, incluido su aliado, el Movimiento de Regeneración Nacional.
No fue gratuito que en una videocharla, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña (PT) reclamara al gobernador de San Luis Potosí, por “bloquear” la estrategia electoral del ‘Plan C’ y pasar “por encima de Morena”. El ahora senador electo reclamó que el gobernador potosino privilegió una estrategia local, que bloqueó las posibilidades de Morena de ganar todos los puestos.
“Sí fue un abuso, un abuso, y un error político serio, donde se está viendo el ombligo y está (el gobernador) pensando en su sucesión, y dejó vivos dos candidatos del PRIAN…”, dijo. Se refiere a la senadora electa Verónica Rodríguez, cuyo segundo lugar en resultados dejó fuera del Senado a la morenista Rita Ozalia Rodríguez, y al alcalde capitalino, Enrique Galindo Ceballos.
El 2027 con elecciones para gobernador ya está cantado: el proyecto de Gallardo es su esposa, la senadora electa Ruth González. Incierto a quien postulen PRI y PAN, porque el alcalde Galindo fue su candidato pese a las dirigencias del PRI y cacicazgo local del PAN que no lo querían. Galindo les regaló una cosecha importante de votos tras una campaña dura, pedregosa, muy difícil.
Galindo no va a tener un trienio suave, por el contrario. Si está en el foco distante de Fernández Noroña, lo está más para los locales. Su reelección es desde ya una incomodidad para proyectos ya cantados, sueños guajiros y aspiraciones peregrinas.
Y Morena tampoco tiene paño de dónde cortar en San Luis. No en el nivel competitivo que requeriría para disputarle la gubernatura al Verde de Gallardo. A menos que aparezca una figura fuerte y reconocida, que Morena capitalice políticamente como en otras entidades los programas sociales federales, el destino de los morenistas potosinos en tres años será otra vez ir de aliados segundones del gobernador potosino, tragándose el resentimiento y doblando la cerviz porque ni su dirigencia nacional los apoya.
No todos los morenistas tienen vocación de mayordomo, legislador de pompón fácil o de palafrenero, pero los dejan solos a la hora de disentir con el Gobierno. El aliado no los dejará crecer.
La vara para estar competitivos en el 2027 estará sobre los 450 mil votos, ni a qué ir con menos. La candidata verde al Senado obtuvo más de 480 mil, alrededor de 140 mil más de los que el partido del gobernador le dio a Claudia Sheinbaum, su aliada candidata presidencial. Esas son las cifras que motivaron el reclamo de Noroña: Gallardo se enfocó en hacer arrasar a su esposa y es sospechoso de no permitir una senaduría para Morena.
¿Dónde estará la clase media, los moderados, que llenaron la plaza de Fundadores por una opción diferente al oficialismo? Desencantados de PRI y PAN, tal vez ni se molesten en salir a votar si esos partidos no mejoran. El PRI es agonía y el PAN no sale del secuestro padronero que le ha impuesto un grupo. Urge un bien morir piadoso para ambos.
Urge una institución política competitiva y seria donde esa sociedad tenga cabida, como candidata y como votante. Y en tres años se duda que la haya.
ROLLOS SUELTOS
NO ERA PARA ALTTUS. Lo que no hizo Protección Civil, lo hicieron los peritos de Arquitectura Forense de la Fiscalía General del Estado: revisar a fondo la estructura de los barandales de vidrio de Plaza Alttus, donde operaba con licencia de Gobierno del Estado el antro Rich. El dictamen, señala en primer lugar que por su estructura y materiales de fijación, ese barandal corresponde “a un elemento de seguridad para lugares de moderado tránsito peatonal; por lo que su habilitado y uso en espacios de circulación peatonal de alto flujo no es recomendable”.
FALLAS A LA VISTA. El peritaje añade que tuvo a la vista restos de la baranda acumulados en el atrio y se detectaron deformaciones en los postes, pasamanos y anclajes. Sobre la causa del desplazamiento y colapso de la protección que costó la vida a dos jóvenes y dejó lesionados a otros diez el pasado 7 de junio, concluye que “la causa fue un empuje lateral que sobrepasó los límites de flexión de la estructura llevando a la fatiga de los materiales de fijación”.
“AHORROS” EN SOLDADURA. La observación final del peritaje, fechado el 9 de junio pasado, advierte “que la unión de los elementos horizontales metálicos se encuentran (sic) con deficiencias en el proceso de termofusión (soldadura para dar continuidad estructural) y encastre (unión de las secciones); ya que en el proceso de termofusión se encuentran habilitados sólo puntos de unión, siendo lo correcto cordón de unión por el trabajo de tensión al que está sometido el elemento”. En resumen, usaron soldadura sólo en puntos, cuando debió ser corrida, con más gasto de material.
MÁS “AHORRO”. Pero además, usaron “elementos plásticos tubulares en el encastre del barandal, siendo lo correcto elementos metálicos para lograr la integridad de la estructura”.
DE MÁS ATRÁS. En la “opinión técnica favorable” que el titular de Protección Civil niega haber otorgado en 2023 para la plaza Alttus (como también negaban que el antro tuviera licencia de alcoholes), no se advierte una revisión de este tipo, es digamos, más económica en procedimiento. Aunque probablemente la respuesta más antigua a los detalles de construcción de esa plaza los tenga el historial que de ella conserve Seduvop, la dependencia que debió dar algún visto bueno al proyecto, como a otras plazas y edificios de uso público con barandales de vidrio porque era la tendencia, así los unieran sólo con chicle.