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Escenario uno: Morena, contundente ganador

El triunfo arrollador de Morena en las recientes elecciones asegura a Claudia Sheinbaum un poder absoluto, con casi el 70% del control de las gubernaturas y una mayoría calificada en el Congreso. | Eduardo Zerón García

Escrito en OPINIÓN el

Hace una semana advertimos sobre los posibles escenarios que podrían surgir respecto a la elección del domingo pasado. Como dice un viejo adagio, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. La oposición fue literalmente aplastada por el partido guinda. El tsunami que llevó a la presidencia al presidente López Obrador se repitió, solo que ahora con más fuerza y contundencia. Tal vez desde los tiempos de López Portillo no había existido un presidente con tanto poder como el que ostentará la Dra. Claudia Sheinbaum.

La nueva mandataria tendrá, junto con su partido, casi el 70% del país en las gubernaturas, y tendrá mayoría calificada en el Congreso y en el Senado. Esto le permitirá, aun sin sus aliados, hacer enmiendas constitucionales a su agrado. La oposición será atávica, sin voz ni dientes, pues los mismos dirigentes que llevaron al precipicio a sus partidos tendrán algunos espacios en las cámaras. Los veremos escondidos en los pocos recovecos que la sociedad o la composición de nuestra democracia les haya otorgado, y nada más, sin voz y mucho menos voto para enfrentar los designios de Claudia Sheinbaum, quien será la portadora de un poder absoluto, sin contrapesos y sin ataduras.

Como advertimos la semana pasada, nuestro primer escenario preveía a Morena ganando la presidencia, las gubernaturas y llevándose la mayoría del congreso con un margen avasallador. ¿Qué sucederá? El PRI, PAN y PRD quedarán relegados a un papel meramente contemplativo, extintos del mapa político. Me permito agregar que el PRI y el PRD estarán extintos de la vida política, sin interés alguno para nadie. Sheinbaum tendrá la oportunidad de concretar el segundo bloque de reformas del presidente López Obrador, donde veremos la integración de la Guardia Nacional a la SEDENA. Será interesante la composición que tendrá la Secretaría de Seguridad Ciudadana, sin elementos, probablemente veremos desaparecer a los organismos autónomos como el IFAI, INAI e IFETEL, entre otros. La integración de la Corte con la postulación de los ministros será meramente un acto de trámite para el oficialismo.

También veremos elevar a rango constitucional temas como salarios, viviendas, pensiones y becas. La Reforma Electoral del presidente se llevará a cabo, tal vez, aunque tal vez ya no sea necesaria ni inmediata, ya que como no habrá contrapesos, tampoco se necesita escatimar en esto. La presidencia absoluta que tendrá Claudia Sheinbaum recibirá un bono importantísimo para su administración, incuestionable en su victoria y también inapelable, sin necesidad de negociar con nadie.

¿Es esto malo? No necesariamente, y ¿malo para quién? México vivirá un cambio de paradigma donde será evidente el centralismo, que hoy es una tendencia en todas las democracias. En lugar de la división de poderes, la unificación de estos podría concretar una visión de estado que consolide un sistema por el que la mayoría de los mexicanos votaron, y que, por lo que vemos, perdurará mucho más allá de la presente administración. Habrá que esperar si con las condiciones dispuestas por el oficialismo, México podría delinear una gran estrategia para el país que cambie las condiciones, sin fobias ni sesgos, y objetivamente, para el bien de todos.

Decir que el oficialismo ganó porque la oposición no hizo su trabajo es prácticamente quitarles el mérito que hoy la sociedad les reconoce y las urnas demostraron. También es cierto que la victoria de MORENA debemos entenderla como un plebiscito para el presidente López Obrador y su proyecto. Es evidente que la oposición no conoce a este país ni a los mexicanos, no conoce las necesidades ni las causas que persiguen, sus intereses y deseos. Por eso no tienen una oferta atractiva. Además, era irrisorio pensar que, por ejemplo, el PRI y su cúpula nacional, que perdió en prácticamente todas las elecciones –hasta en las que ellos mismos contendieron– y que desterró a sus liderazgos, podrían tener algo que ofrecer. Tienen lo que merecen y nada más.

Moneda al Aire: 

La presidenta recibe un país que necesita reconstituirse, y los nuevos desafíos a los que hará frente son profundos y complejos. En una nación donde existe, primero, una profunda desigualdad y pobreza, una división política exacerbada, lo que necesita es unidad o pragmatismo, habrá que verlo. Por otro lado, un entorno global del que podría beneficiarse con el desacoplamiento selectivo y la disrupción entre China y Estados Unidos. La priorización de las empresas estatales, con pocas entidades regulatorias, solo hará más fuerte la cercanía comercial con los estadounidenses, pero también podría tener implicaciones en las cadenas de suministro y el comercio internacional, enfrentará el constante deterioro de la seguridad, la erosión institucional, el cambio climático, 

Según la consultora Control Risks, Claudia Sheinbaum podría enfrentar diversos obstáculos y problemas como el interés expansionista de los grupos delincuenciales y la pasividad de la estrategia de seguridad, además de la super influencia en el desarrollo de infraestructura del país por parte del sector militar, que podría distraerlos de su principal interés: la Seguridad Nacional. También debemos advertir sobre las tensiones geopolíticas internacionales y conflictos regionales ya sea ya sea en términos de refugiados, comercio o cooperación regional que tocarán de manera directa, indirecta o tangencial el desarrollo del país. Los riesgos hemisféricos y globales requerirán estar pendientes y ser pragmáticos. Mientras tanto, la oposición o se recicla, o se termina, así de simple. Mientras tanto, comienza la 5T.
 

Eduardo Zerón García

@EZeronG