El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció en un accidente de helicóptero en la provincia de Azerbaiyán Oriental debido a condiciones atmosféricas adversas. Raisi viajaba acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, el gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati, y el ayatolá Mohammad Ali Ale-Hashem, representante del líder supremo iraní en esta provincia. El primer vicepresidente de Irán, Mohamad Mojber, asumirá el liderazgo del ejecutivo iraní tras recibir el beneplácito del líder supremo, el ayatolá Ali Jameneí.
Raisi había asumido la presidencia en 2021, logrando una contundente victoria con el 61% de los votos sobre sus adversarios en un contexto político marcado por una crisis económica exacerbada por sanciones internacionales y la pandemia. Además, existía un profundo descontento debido a la falta de progreso en reformas internas y mejoras económicas. Sus contrincantes eran meras figuras decorativas de la línea dura conservadora, ya que el consejo supremo había descalificado a los candidatos reformistas y prominentes, incluyendo al expresidente Mahmoud Ahmadinejad, lo que convirtió la elección más en una estrategia para alinear un presidente con el líder supremo Ali Khamenei.
¿Quién era Ebrahim Raisi?
Clérigo chiíta de carrera y especialista en derecho islámico, ultraconservador, Raisi desempeñaba roles, desde temprana edad, como fiscal adjunto en Teherán poco después de la Revolución Islámica en 1979. Tuvo un notable ascenso y un rol crucial en el poder judicial de su país. Era conocido por su adherencia a los principios islámicos y por su línea dura en cuestiones de ley y orden, destacando por mantener los valores revolucionarios islámicos.
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Además, Raisi era conocido por su cercanía con el líder supremo Ali Khamenei y su cercanía con el ala más rígida, lo que lo hacía una figura de autoridad y lealtad al sistema religioso. En el extranjero, era una figura controversial y de poca confianza hacia occidente, su elección causó resquemor dado a la probable regresión en las negociaciones nucleares y por una política exterior agresiva hacia sus vecinos e Israel.
Raisi fue criticado a nivel nacional e internacional por su papel en violaciones de los derechos humanos en los años ochenta, siendo uno de los jueces en las comisiones de la muerte, las purgas políticas en 1988, donde miles de prisioneros fueron ejecutados. Además, la comunidad internacional acusa al régimen iraní de ser el principal auspiciador de proxis como Hezbollah en Líbano, las milicias en Siria, Hamás, y los hutíes en Yemen, regiones donde Irán tiene gran influencia.
¿Qué sigue?
Según la Constitución iraní, el primer vicepresidente, Mohamad Mojber, deberá convocar elecciones presidenciales en un plazo no mayor a 50 días. Este proceso será supervisado por el Consejo de Guardianes, responsable de vetar y aprobar candidatos. El Consejo de Guardianes se compone de doce miembros: seis clérigos nombrados por el líder supremo y seis juristas nominados por el poder judicial del país, confirmados por el parlamento iraní (Majlis). Esto permitirá una transición rápida entre el nombramiento del presidente interino y la elección subsecuente.
¿Qué impacto tiene la muerte de Raisi?
Hoy en día, el Medio Oriente enfrenta un contexto político convulso, adverso e inestable. Aunque la figura del presidente es secundaria frente al liderazgo del Ayatolá Ali Jamenei, quien ejerce control desde las fuerzas armadas hasta la política exterior, sin embargo; el vacío dejado por Raisi deberá alinearse con los intereses de Jamenei. Es crucial para Irán estar alerta ante cualquier intento externo de desestabilizar esta sucesión y con ello reducir el poder del Ayatolá, y mermar su influencia en la región, además de tener un mejor manejo los programas nucleares e interrumpir los lazos estratégicos con Rusia y China, y afectar el financiamiento de sus proxis externos. La muerte de Raisi abre muchas posibilidades para los intereses extranjeros e internos sobre la dirección futura del país. El nuevo presidente deberá mantener el liderazgo y protección a los Chiitas de parte de las comunidades sunitas
MONEDA AL AIRE: Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional, solicitó el 20 de mayo órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, su ministro de defensa Yoav Gallant, y contra los líderes de Hamás, Yahya Sinwar e Ismail Haniyeh, por crímenes de guerra y lesa humanidad en Israel y Palestina. Sin embargo, la Corte Penal Internacional solo puede ejercer jurisdicción si el crimen ocurrió en el territorio de un Estado parte del Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI, o si el acusado es ciudadano de un Estado parte.
Aunque Israel no es un Estado parte del Estatuto de Roma, la CPI si tiene jurisdicción en Palestina y algunas partes de Israel los actos advertidos por el fiscal pueden investigarse aun si los tribunales nacionales no están dispuestos o son incapaces de llevar a cabo la investigación de manera genuina, lo que plantea un desafío jurídico significativo para dar seguimiento a este procedimiento.
Por otro lado, cambiando de tema. En nuestro país no existe un vencedor del debate presidencial, en el cual se privilegió la disputa, la falta de ideas y la confrontación sobre las ideas, así llegaremos a la elección del 2 de junio en México, en fin.