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La escalada y el mundo en vilo de una guerra total

Beth Sanner, reconocida exanalista de la CIA, alerta sobre la implicación de Estados Unidos en la guerra en Ucrania y su potencial para desencadenar una guerra total. | Eduardo Zerón García

Escrito en OPINIÓN el

Beth Sanner, que hasta hace algunos años era considerada como la analista de inteligencia más importante de la CIA y también la briefer del presidente Donald Trump, advertía en una entrevista que Ucrania estaba peleando la guerra de los americanos contra Rusia. La escalada que sucedió al llamado de paz por parte de Vladímir Putin (que más parece un pretexto para sentar a los actores a la mesa que una propuesta como tal) podría llevarnos a los albores de una guerra total.

Estados Unidos, junto con sus aliados, han hecho todo lo posible para ganarle a Rusia, le han dotado a los ucranianos con armas, inteligencia e insumos para seguir alargando la conflagración. Han impuesto sanciones económicas; Inglaterra les incautó importantes reservas monetarias. Los han aislado del mundo, incluso de los certámenes de belleza. Pretendieron sorprender al Kremlin a través de una rebelión del grupo de mercenarios Wagner, lo cual incluso le costó la vida a su líder, Yevgeny Prigozhin.

Rusia no ha ganado la guerra y dista mucho de hacerlo, pero tampoco la ha perdido. Sus objetivos, evidentemente, han cambiado. Parece que buscan mantener a toda costa el corredor que los llevaría al Mar Negro, y tal vez retener un poco más de territorio. Otro de sus objetivos es menguar las capacidades militares de los ucranianos para que sea, si no imposible, muy difícil poder hacer frente a una guerra más duradera. 

Las presiones sobre Putin son muchas; sin embargo, ha logrado consolidar alianzas que parecen más sólidas conforme pasa el tiempo. "El amigo de mis enemigos" reza el refrán. Corea del Norte, China e Irán han apoyado a Rusia a diversificar su mercado y a surtirlo de armas e información. Cada uno sí, trabajando por sus intereses nacionales, pero peligrosamente en unidad. Rusia incluso creció económicamente y hábilmente, sus acercamientos con muchos países africanos han logrado sacar de quicio a más de uno.

La guerra de Ucrania ha traído de vuelta una bipolaridad mundial, como en los tiempos de la Guerra Fría. La reciente escalada tras la llegada de submarinos nucleares, tanto rusos como americanos, le está dando un nivel mucho más preocupante y por supuesto las declaraciones del jefe de la defensa de Estados Unidos y de la OTAN donde abiertamente advierten de la adhesión de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la construcción de capacidades militares de gran importancia en el país y la negativa a las propuestas de paz hechas por Putin incrementan la narrativa del conflicto. 

Hay que ver que, para muchos, se les acaba el tiempo. El gobierno de Biden tiene como riesgo que, con la llegada de Donald Trump, este ejercicio armamentista termine. La nueva configuración electoral que está viviendo Europa y muchas partes del mundo agrega mucho estrés a la situación, con nuevos gobiernos que renegaran este conflicto, dado el hecho que muchos líderes los ha hecho perder sus elecciones. 

Por otro lado, en Israel, la apuesta de Hamás por mantener el conflicto parece estar dando resultados al negarse a la propuesta de paz presentada por Israel y Washington. Mientras Irán nutre a Hezbollah para hacerse de más personal y armamento y combatir a los judíos, intriga el hecho de que, por un lado, parece que la guerra contra Hamás podría estar llegando a su fin o entrando en una nueva fase, mientras que la de Hezbollah en el norte con Líbano está comenzando. Los americanos pelean contra los hutíes en Yemen, todos estos proxies de Irán. ¿Una guerra total en varios frentes?

MONEDA EN EL AIRE: Mientras tanto, en Asia, China acosa a Taiwán y rodea la isla con barcos y submarinos. Advierte de una posible invasión y los americanos también incrementan el diálogo para que esto se mitigue. Corea comienza a lanzar misiles en diversos ejercicios sobre Japón, aliado de los americanos, lo que crispa más el ambiente geopolítico mundial.

Hace unos días, en el espacio de Ana María Salazar, el ex embajador Ricardo Pascoe advertía del papel de México como tal vez el centro del espionaje mundial en estos momentos. En la entrevista señalaba cómo los espías rusos habían incrementado sus operaciones, muchos de ellos con pasaportes mexicanos, peligroso.

 

Eduardo Zerón García

@EZeronG