ECONOMÍA MEXICANA

Elecciones, mercados y el nulo efecto del miedo

La caída del mercado bursátil y la depreciación del peso, atribuidas por algunos a las recientes elecciones, son en realidad parte de un ajuste técnico y toma de utilidades. | Ismael Jiménez

Escrito en OPINIÓN el

No pasaron 24 horas de la elección del 2 de junio cuando los agoreros de plumas y voces viperinas, se aprestaron a insuflar el retroceso del mercado bursátil y el deslizamiento del peso augurando un Armagedón económico como resultado de la decisión del electorado.

La realidad es que existen numerosas razones para explicar el tsunami electoral que arrolló a la oposición pero que aquí, sólo hablaremos de dos.

Sin duda la desproporción de las falacias propagadas desde algunos medios de comunicación sin la menor cordura para emitir un análisis que ayude a entender las razones del comportamiento de los mercados cambiario y bursátil, vuelve a la tónica de esparcir el miedo y que aquí, intentaremos explicar.

Revisando el comportamiento del mercado accionario y tipo de cambio podemos decir que lo que estamos viendo es un ajuste técnico también conocido como toma de utilidades. Esto sucede regularmente dos o tres veces en el año luego de una racha positiva de los mercados con la finalidad de evitar burbujas financieras y que, los inversionistas, gocen de sus ganancias. 

De esta manera, el mercado accionario que había registrado una racha alcista y estable desde octubre del año pasado, lo mismo que el peso mexicano que se había revaluado frente al dólar al situarse alrededor de los 16 pesos por moneda verde, incomodó a algunos detractores que, en su infinita ignorancia, clamaron por un dólar más caro que el que les mostraba el mercado.

Así, durante la primera semana luego de las elecciones, la bolsa de valores y el tipo de cambio cerraron con una pérdida de 4.0% con respecto al viernes 31 de mayo, mientras que el peso, se deslizó 8.1% frente al dólar. 

Esto dio pie a que los comentócratas y agoreros del desastre financiero apostaran a los capitales golondrinos para abandonar el país. ¿Esto puede ocurrir? Por supuesto, todo puede ocurrir en este mundo, pero para que ello suceda, deberán confabularse diferentes factores que no se avisaron en el medio plazo.

En principio, de acuerdo con el Banco de México, los bonos de gobierno en manos de inversionistas, cerraron con ganancias durante la última semana. Así, los bonos a tres y seis meses, reportaron ganancias de 4.1% y 2.7% respectivamente, mientras que, los bonos a uno y tres años, cerraron con crecimientos de 6.3% y 5.9% respectivamente y la tendencia es estable. 

Los alarmistas hablaron de que los tenedores de Cetes, estaban vendiendo sus posiciones, pero los datos del Banco de México indican lo contrario. Vale decir que el 65% de los bonos de gobierno, están en manos de inversionistas nacionales y el resto, en manos de extranjeros. 

Volviendo al inicio, tanto el mercado accionario como el tipo de cambio, se encuentran en los mismos niveles que fluctuaron todo 2023 lo que da estabilidad al mercado y desmiente la versión de que esto es un crack. Basta decir que, si revisamos, entre las acciones que más perdieron durante la semana pasada destacan las de Femsa, Arca, Walmart y algunos bancos, y estas mismas empresas, registraron pérdidas en el mercado de Nueva York en donde operan con la extensión ADR. Esto como mencionamos, como parte de un ajuste y toma de utilidades.

Llama la atención el comportamiento del valor de las acciones de Kimberly Clark de Claudio X González que también registró pérdidas, pero que viene registrando una caída de su valor desde abril, y de entonces, la acción reporta una pérdida de 12.3% situándose en los niveles que tenía en octubre de 2023.

Los mercados seguirán en ajuste las siguientes semanas y por supuesto, que estarán atentos a los mensajes del presidente y de la presidenta electa, pero ello no generará un crack bursátil, ni tampoco una mega devaluación debido a que, a diferencia de otros momentos, el país maneja un déficit fiscal adecuado y los niveles de deuda son manejables.

Por supuesto, no se deben lanzar las campanas al vuelo, pero a diferencia de 1982 y 1994, el país cuenta con un nivel importante de reservas venidas de diversas fuentes, a diferencia de entonces que sólo eran del petróleo, hoy, además de las remesas, el país recibe divisas por turismo, por exportaciones, de la inversión extranjera directa y por supuesto del petróleo e hidrocarburos sin contar los créditos emergentes con que cuenta México para en caso de entrar en crisis, ser activados y por último, lo que será el efecto del Nearshoring, un proyecto ideado desde los Estados Unidos para frenar las importaciones venidas de China, y que ya nadie detendrá independientemente de la corriente ideológica que gobierne este país.

Como colofón, habrá que agregar que el dólar se revaluó la semana pasada frente al Euro y la Libra Esterlina y tocó al peso. También hay que decir que recientemente, México obtuvo un préstamo por mil millones de dólares por parte del Banco Mundial y que, durante esta semana, tanto el mercado de valores como el tipo de cambio, seguirán su ajuste por lo que veremos un tipo de cambio más cercano a los 18 y quizá por arriba de 19 pesos que a los 16 previos a la elección. 

Por último, vale la pena recordarle a la comentócracia que pese a la campaña de engaños que montaron durante seis años, no generaron ningún efecto ni de miedo, ni de desconfianza hacia el gobierno, antes que eso, los resultados del 2 de junio son un claro mensaje para que cambien su discurso.

Ismael Jiménez 

@ijm14