El pasado 3 de mayo conmemoramos el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una fecha para resaltar la importancia de garantizar su ejercicio libre e independiente, así como para visibilizar sus contribuciones al desarrollo social y a la democracia.
Para conmemorarla este año, la UNESCO llevó a cabo la 31ª edición de su Conferencia Global, la cual tuvo como tema central el valor del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la crisis medioambiental mundial. Esto porque, como lo señaló en el acto inaugural Michelle Bachelet, expresidenta de la República de Chile, “la triple crisis planetaria es la amenaza más grande a la sobrevivencia de la humanidad y a los derechos humanos”.
Por ello, del 2 al 4 de mayo, en el Anfiteatro Gabriela Mistral, en Santiago de Chile, representantes de organismos internacionales, sociedad civil organizada, ambientalistas, periodistas y autoridades en materia de acceso a la información, nos dimos cita para reconocer el rol que desempeña el periodismo libre e independiente, así como el acceso a la información, porque su defensa es fundamental para construir una democracia sólida y fomentar el respeto de los derechos humanos, como el de un medio ambiente sano, como lo destacó el Presidente chileno, Gabriel Boric.
Te podría interesar
A lo largo de estos días, se abordaron temáticas relacionadas con el combate a la desinformación y las noticias falsas en temas medioambientales, el fortalecimiento de los mecanismos internacionales de acceso a la información ambiental y la necesidad de contrarrestar los ataques que viven las y los periodistas que cubren en primera línea, pues, tal como indicó la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, hoy enfrentan retos y amenazas que ponen en riesgo su labor, que pueden llevar a que sean calladas las historias que deben ser contadas, por la salud de nuestro planeta.
En las sesiones plenarias y en las mesas paralelas que se desarrollaron se coincidió en qué es necesario fortalecer y garantizar la función social del periodismo, que radica en reconocer temáticas, visibilizarlas, difundirlas y ponerlas en el centro del debate público, con lo que se contribuye en el cuidado y protección medioambiental. Lo que permite no sólo revelar los actos, sino conocer el trasfondo de prácticas que dañan el medio ambiente para plantear soluciones conjuntas y revertir o aminorar sus impactos.
En ese marco tuve el gusto de participar en la sesión paralela 3: “Informar al planeta: mecanismos internacionales de acceso a la información medioambiental”, para destacar el rol que los organismos garantes del derecho humano de acceso a la información, como el INAI, desempeñamos para el cumplimiento de este objetivo de desarrollo sostenible, pues al dotar de información útil a la sociedad, se contribuye a establecer herramientas para colocar en la agenda temas sensibles e importantes para la vida de un país –como lo es la conservación del medio ambiente, el cambio climático y sus efectos– y para que las autoridades correspondientes identifiquen y enfrenten los problemas relacionados con prácticas de corrupción, impunidad o de intereses públicos o privados, que discurren en los circuitos de la ilegalidad y que afectan seriamente los ecosistemas.
En un momento en el que la salud de nuestro planeta requiere de la mayor atención, no basta con ser espectadores conscientes del daño que le estamos causando, sino que se requiere de la acción y la intervención de todas y todos. El periodismo libre y las autoridades que garantizamos el derecho a saber somos aliados que contribuyen a enfrentar la crisis medioambiental que amenaza nuestro futuro. Como lo mencionó el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, sin libertad de prensa no podemos tener ningún otro tipo de libertad, por lo que proteger a las y los periodistas y su trabajo no es una opción, sino una acción prioritaria para Estados y sociedad.