En tan sólo tres décadas, el Centro de la Imagen ha logrado reunir una de las colecciones fotográficas más importantes del mundo. Además ha presentado un enorme catálogo de exposiciones, conferencias y libros de todo tipo durante este periodo. No hay fotógrafo o investigador mexicano que no haya visitado al menos una vez en su vida la sede de la Ciudadela. Sin embargo, es crucial cuestionar si esta acumulación de imágenes y exposiciones, realmente refleja la diversidad y riqueza de la comunidad fotográfica, no solo de México, sino de toda América Latina.
Si bien el reconocimiento internacional de la fotografía mexicana ha facilitado este proceso, ¿se han presentado de manera equilibrada todas las voces o perspectivas de la imagen en dicho espacio? ¿Cómo se ha preservado el pasado y presente de la fotografía de la región de manera equitativa o representativa? ¿Y cómo piensan gestionar el futuro de la imagen?
Siempre será necesario un análisis crítico de los criterios de selección y adquisición utilizados por el Centro de la Imagen para asegurar que esta valiosa colección refleje verdaderamente la diversidad y riqueza de la fotografía mexicana y latinoamericana en su conjunto. Mañana iremos a ver la exposición Transmigraciones que tendrá lugar precisamente en el Centro de la Imagen y ya les contaré lo que veamos. La gran mayoría de los autores propuestos para dicha muestra son garantía de calidad. Adicionalmente será un gusto saludar a distintos colegas de nuestra comunidad y personalmente felicitar a su actual directora.
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Según el portal oficial del Centro, para esta celebración se presentará la exposición Transmigraciones. Colección fotográfica del Centro de la Imagen, que “tiene como objetivo mostrar la calidad y diversidad del patrimonio formado por la institución, cuyo valor la acredita como el principal centro dedicado a la fotografía en América Latina, y uno de los más apreciados internacionalmente”. Y aunque desconozco las piezas precisas que se van a presentar en sus salas; en redes se promueve dicha Expo que mañana se inaugura, con una imagen de Francisco Mata, “curiosamente” uno de los mejores fotógrafos documentalistas de nuestra generación con su ya clásica calavera saliendo del metro zócalo. Y digo “curiosamente” porque es justo ese género fotográfico -el periodístico y documental- el que le dio tanta relevancia al Centro de la Imagen en los noventa, el que hoy se ve mínimamente representado en dicho Centro.
La Expo fue curada por Alejandro Castellanos, investigador y ex director del Centro por muchos años. La colección fotográfica del Centro está compuesta por más de 13 mil imágenes de gran valor histórico y artístico, “se ha integrado a lo largo de tres décadas de trabajo gracias al programa de exposiciones y publicaciones de esta institución, así como a las donaciones de distintas y distintos autores. En este tenor, destaca la donación de la colección fotográfica del Consejo Mexicano de Fotografía (CMF), reconocida por el Programa Memoria de América Latina y el Caribe de la Unesco en 2016.” Y con seguridad, será una muy buena exposición.
Transmigraciones, cubre un periodo de más de 60 años (1959-2021) y está conformada por unas 400 piezas de más de 100 autoras y autores, entre los que se destacan según la información oficial: Tina Modotti, Manuel y Lola Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Flor Garduño, Elsa Medina, Francisco Mata, Yvonne Venegas, Gerardo Montiel Klint, William Henry Fox Talbot, Raghu Rai, Mary Ellen Mark, Helen Levitt y Cornell Capa, entre muchos otros. Muero por verla.
El Centro de la Imagen, tendría la premisa de ser el reflejo de nuestra comunidad, de su diversidad, intereses y transgresiones. Por eso no debe extrañar las diferentes temporadas por las que ha transitado esa institución. Aunque a lo largo de estos años, la comunidad fotográfica se ha enfrascado en algunas tensiones naturales, tampoco se trata de tensiones insolubles. De todas sus crisis el Centro ha salido siempre fortalecido.
Pero vayamos por partes, y esto es especialmente importante para los fotógrafos emergentes que apenas arrancan en sus carreras.
Todavía recuerdo allá por 1993, un baile que nos reunió en el Salón Los Ángeles para celebrar la apertura del Centro de la Imagen que se daría unos meses después en la Ciudadela; justo para mayo de 1994, hace 30 años. Su primera directora fue la entrañable y querida Patricia Mendoza quién dirigió durante ocho años, una de las mejores temporadas del Centro. Alegre, arriesgada, generosa, brillante e incansable.
Después vendrían Alejando Castellanos, quién encabezó el Centro de la Imagen, más de una década (entre 2002 y 2013) luego fue nombrada Itala Schmelz, quién llegó al puesto en octubre de 2013 para después dejar el Centro en medio de una de las más duras críticas por su gestión al frente de esa institución, -recordemos la infame Bienal de la ruptura de 2017- coronada por una pieza de alambre de púas que se colocó en las paredes del recinto. Aquí la liga de lo que escribí entonces para el diario El Universal. Luego tomaría posesión Elena Navarro en mayo de 2018 y finalmente en plena pandemia llegaría su actual directora, Johan Trujillo.
Uno de los escándalos más sonados a principios de este siglo, fue la fallida premiación de la VI Bienal de Fotoperiodismo que administraba Enrique Villaseñor y que en su momento se empeñó en premiar un fraude fotográfico de la época, -que incluso denunciaron sus propios jurados- y que terminó por disolver dicho certamen en junio de 2005, hace ya casi 20 años y quizá una de las razones por las que se marginó desde entonces al fotoperiodismo de los espacios relevantes en el Centro de la Imagen.
Así las cosas, de cualquier manera toca celebrar sus tres décadas, recorrer sus pasillos, ver las imágenes, abrazar a nuestros amigos y colegas en un Centro que no pasa desapercibido para nadie, y que es, sin duda, el corazón fotográfico de nuestro país.
Enhorabuena pues. Para todas y todos los que trabajan en ese privilegiado espacio, y un especial abrazo a Johan Trujillo, por su estupenda conducción y apertura de los últimos años. Nos vemos mañana.