En el camino de la vida, la amistad se convierte en un faro que ilumina los senderos más oscuros y nos impulsa a seguir adelante. Es en esos lazos de confianza y compañerismo donde encontramos el apoyo recíproco que nos permite superar obstáculos y alcanzar nuestras metas.
Es por ello, que hoy les cuento de una nueva exposición individual que se presentará en la Fototeca Nacional, el próximo jueves 30 de mayo a las 2 de la tarde en la sala Nacho López de su hermosa sede en Pachuca, Hidalgo. El autor es José Manuel Jiménez, editor de fotografía de la revista Proceso. Un amigo entrañable, con el que me une una amistad de 25 años. Así que no esperen en este texto, una pizca de objetividad, porque escribo estas líneas con enorme respeto y cariño por este fotógrafo mexicano.
El profesionalismo, por otro lado, es la brújula que nos guía hacia el éxito. Nos permite desenvolvernos con integridad, responsabilidad y ética en cada ámbito de nuestra vida, ya sea en el trabajo, en los estudios o en cualquier otra actividad que emprendamos. A Pepe, lo conocí primero como alumno en uno de mis talleres sobre fotoperiodismo que impartía en la Escuela Activa de Fotografía de Coyoacán a finales del siglo pasado, concretamente en 1999. A finales de ese mismo año, lo invité a colaborar en la revista Proceso cuando me nombraron editor de su departamento de fotografía y Vicente Leñero me encomendó la tarea de renovar y sumar al equipo gente joven y con miradas nuevas, así ingresó Pepe a las oficinas de Fresas 13.
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Sin embargo, fue justo el 2 de julio del 2000, último día de su colaboración temporal como becario, que sin dudarlo se ganó su plaza cuando hizo la foto de portada que sintetizaba la derrota del PRI en aquella jornada electoral histórica que llevó a Fox a la presidencia. Su foto del ataúd del PRI cargado por cientos de personas en el Ángel de la Independencia, se fue a la portada del semanario con el título de “Y ahora qué” que agotó la revista en esa semana y le dio a Pepe su pasaporte por lo siguientes 6 años para ser parte del mejor equipo que haya tenido el semanario en lo que va de este siglo.
Foto: José Manuel Jiménez
La nueva exposición titulada “Transgresiones” es una retrospectiva de sus 25 años de trabajo como fotoperiodista, se trata de un esfuerzo curatorial que se presenta como una mirada crítica al pasado, presente y futuro de la fotografía documental y del periodismo visual. Si bien las 53 fotografías impresas en inyección de tinta capturan momentos históricos y reflejan la diversidad de la sociedad, es importante que al mismo tiempo logre trascender el mero registro fotográfico para ofrecer una perspectiva profunda y transformadora.
El reto para esta exposición de José Manuel será demostrar cómo su trabajo ha evolucionado más allá del fotoperiodismo tradicional, incorporando enfoques innovadores que desafíen las narrativas establecidas y generen una reflexión crítica en el público. Solo así podrá esta retrospectiva convertirse en una verdadera celebración del poder de la fotografía para dar voz a los más vulnerables y promover un mejor desarrollo social.
La Expo se compone de tres núcleos “Política, Resistencias y Adversidad” Ahí hay imágenes únicas con personajes importantes, como Zedillo, Fox, AMLO, Hank y otros que sintetizan la imagen del poder en nuestro país. En el núcleo de Resistencias, veremos la lucha de la APPO en Oaxaca, la intifada en Palestina y las comunidades africanas que luchan por sobrevivir en Mozambique y Zimbabwe. Al final en la sección de Adversidad, podremos ver su trabajo más reciente en el Huracán Otis, retratos de pandemia durante la crisis del covid, la caída de la línea 12 del metro, los terremotos de la Ciudad de México en 2017 y la tragedia de Haití en 2010. Además, obvio, la Expo cuenta con una sección dedicada a la violencia en México. Todo esto con una impresión de alta calidad y con la garantía de un ojo educado para la edición.
En resumen, esta retrospectiva de Pepe es una oportunidad para celebrar el poder transformador del fotoperiodismo y su papel en dar voz a quienes han sido históricamente silenciados. Y todo esto en medio de la peor crisis en la industria, donde los medios convencionales se achican frente al embate de lo digital y el cambio en el modelo de consumo de las audiencias interesadas en el periodismo y la información. Se trata también de un llamado a la esperanza en este difícil contexto.
Foto: José Manuel Jiménez
La esperanza, a su vez, es la llama que arde dentro de nosotros, motivándonos a soñar en grande y creer en un futuro mejor. Nos permite ver más allá de las dificultades y enfocarnos en las posibilidades que se presentan ante nosotros.
Estos tres elementos, la amistad, el profesionalismo y la esperanza, son pilares fundamentales para construir una vida plena y significativa. Juntos nos permiten navegar por los desafíos de la existencia con valentía, determinación y optimismo. Y todo eso lo reúne en su espíritu y perfil, el querido José Manuel Jiménez.
Aquí los únicos datos objetivos que encontrará en esta columna: Pepe es un fotógrafo nacido en Oaxaca en 1972. Y aunque inició su trayectoria como fotógrafo publicitario, decidió enfocarse en el fotoperiodismo desde 1999. Como ya les conté, fue en el año 2000 (después de hacer el programa de prácticas profesionales del semanario) que se integró al staff de fotógrafos de la Revista Proceso. Es en el año 2006 cuando comienza su vida como fotoperiodista independiente y que desarrolló durante 16 años, colaborando con distintas agencias, medios y organizaciones humanitarias.
Pepe ha desarrollado coberturas en Medio Oriente, África, América Latina y el Caribe. En 2021 se reintegró a la Revista Proceso como editor y jefe de multimedia hasta el presente. Su trabajo en el caso de los 43 alumnos desaparecidos de Ayotzinapa forma parte de las evidencias documentales que aportó el GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y permitieron lanzar investigaciones penales en contra de distintos funcionarios por su presunta participación en los hechos criminales alrededor de ese caso. Pepe se define así mismo, como un periodista comprometido con la gente y sus circunstancias. Y a mí no me queda nada más que felicitarlo por esta exposición y por invitarme a ser el curador de la misma. Ojalá disfruten su mirada y nos acompañen en la apertura del próximo jueves 30 allá en la Fototeca Nacional.