El núcleo social más importante para el óptimo desarrollo de una sociedad es la familia ya que en ella se engendran los aprendizajes y los valores primarios que son reforzados con la educación, forjando con ello, mujeres y hombres de bien.
En México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, del INEGI, 87 de cada 100 hogares están clasificados como familiares, es decir, en donde al menos uno de sus integrantes tiene parentesco con la jefa o jefe del hogar.
Asimismo, el INEGI hace tres clasificaciones de familia: nuclear, que se conforma por el papá, la mamá e hijas y/o hijos, o bien sólo la mamá o el papá con las y los hijos. En esta tipología en México 71 de cada 100 hogares son de tipo nuclear.
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La familia ampliada está conformada por un hogar nuclear más otros parientes; en este supuesto de cada 100 hogares 28 pertenecen a este rubro.
Finalmente, está la familia compuesta, integrada por un hogar nuclear o ampliado, y al menos una persona sin parentesco con la jefa o jefe del hogar; 1 de cada 100 hogares están en esta clasificación.
Estos datos resultan importantes en el marco del Día Internacional de la Familia que fuera proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1989 a través de la resolución 44/82, y en 1993 con la resolución A/RES/47/237 definió declarar cada 15 de mayo su conmemoración con el objetivo de exponer diversos datos y registros en torno a la familia, así como conocer y revisar cómo les afectan los diversos procesos sociales, económicos y demográficos a lo largo de los años.
Para este 2024 en el que se conmemora el 30 aniversario del Día Internacional de la Familia, Naciones Unidas ha propuesto el lema: Familias y Cambio Climático con el fin de generar conciencia sobre la forma en que el cambio climático afecta a las familias y, a su vez, lo que las mismas pueden realizar en beneficio de la acción climática, entre iniciativas y participación comunitaria; capacitación comunitaria para concientizar sobre el necesario cuidado al medio ambiente; educación climática; todo ello, con la finalidad de que se replique en el núcleo familiar para generar un cambio cultural que valore y cuide el medio ambiente.
Asimismo, Naciones Unidas a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que adoptaran diversos países, entre ellos México, integran un conjunto de metas dirigidos a erradicar la pobreza, la discriminación, los abusos, las muertes prevenibles, la destrucción, cuidado al medio ambiente, entre otros, que son elementos fundamentales para fortalecer el núcleo familiar.
México, de acuerdo con un informe de Naciones Unidas de 2023, tiene un índice de cumplimiento del 69.7%, por lo que, ante la proximidad de la renovación del poder público federal, se deberá articular una serie de acciones para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible enmarcados en la Agenda 2030.
A su vez, el gobierno federal deberá coordinarse con los gobiernos estatales y municipales para que, en el ámbito de sus competencias, establezcan una serie de políticas públicas que permitan poner fin a la pobreza; erradicar el hambre; contar con un buen sistema de salud para el bienestar de la población; contar con una educación de calidad; impulsar la igualdad de género; contar con agua limpia y óptimo saneamiento; tener energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura adecuada; reducir las desigualdades; contar con ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsables; acciones por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas, y una gran alianza entre todos los actores e instancias involucradas para lograr estos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De avanzar en estos objetivos, no solo fortaleceremos a las familias mexicanas, también a nuestra nación que tendrá los elementos necesarios para un mejor desarrollo y bienestar de su población.