#LACÁBALA

SLP: Adopte un canario

La política contemporánea parece haber perdido todo sentido de alarma y compromiso, relegando la identidad por guiones predefinidos. | Adriana Ochoa

Escrito en OPINIÓN el

Campañas sosas, sin compromiso ni identidad. La política parece haber renunciado a todo sentido de alarma porque no interesa que contradigan el script escrito desde las jefaturas de los partidos

Registrarse candidato o candidata a un cargo de elección popular sin instrumento de orientación ni mecanismo de alarma propios es ceder por completo al interés de la maquinaria electoral que lo postula. 

Los políticos de partido hoy en este país son seres en estado de negación permanente para las contradicciones, los riesgos, las fallas propias, los disensos y todo aquello que sostenga una postura diferente a lo que ven de sí mismos, sus obras y sus hechos. Hay que actuar y defender como les digan, sin razonar. Peor los legisladores. 

A falta de tecnología para detectar el metano, el llamado “grisú” causante de intoxicaciones y explosiones en las minas de carbón, los mineros llevaban un canario como seguro de vida, El ave, más sensible a los gases tóxicos, se atolondraba y se moría, por eso era una alarma natural para las concentraciones peligrosas de metano. Nuestros políticos de partido matarían ellos mismos al canario que les tocara llevar a la hora de minar votos, que no les iba a decir un pájaro cuando retirarse del tóxico, así se mueran.

Partidos y coaliciones tienen en acción a sus candidatos y candidatas para la elección federal. No perciben riesgo alguno y aunque lo vieran, lo negarían porque no está en su script de partido. Llevan más de un mes en busca del voto con la visión de un San Luis de simpleza aterradora. 

Lo burdo espanta cuando se pretende que los ciudadanos elijan autoridades y representantes a partir de patrañas evidentes, frivolidades gruperas, retrocesos “transformadores”, “representantes” que ni se ocupan de conocerlos y el incentivo de una despensa empacada por millares con base en un dietario de supervivencia: frijoles, arroz, pasta, aceite, harina de maíz nixtamalizada, bolsonas de trigo inflado y una o dos latas de “sojatún”. 

Tintos y verdes proponen lo mismo en montón: que no se mueva nada en los gobiernos federal y estatal. Que sus jefes políticos sigan en el poder sin una olita de contramar a la vista.

Si los candidatos tienen o no preparación y propuestas para los distritos que buscan, es tema desechable. Que no se compliquen: los únicos intereses que van a defender son los de quien los puso en la ruta de una diputación o el Senado, cualquier exigencia adicional son ganas de vestir cerditos con tutú y diadema. Por eso el erial de su propuesta montonera.

Como partidos oficiales, aliados y en distintos niveles, los únicos proyectos “transformadores”, “honestos” y “justicieros” son los que sus correspondientes jefes políticos reales ofrecen. 

El problema de la oposición, PRI y PAN, es que tampoco hacen mucho sus perfiles en campaña. No han hecho más que colgarse de la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez. Ofrecen apoyar cuanto haga la hidalguense y punto ¿Y si no alcanza Xóchitl la presidencia, qué harán? 

La misma pregunta aplica para los candidatos al Senado y Cámara de Diputados de Morena, que corean muy orondos la permanencia de la Cuarta Transformación, cualquier cosa que eso sea. ¿Y qué harán si no gana Sheinbaum y la lotería electoral les concede una curul? 

Una sola candidata al Senado procura presentar su propia oferta precisa para la Cámara Alta, Josefina Salazar Báez, por Movimiento Ciudadano. Realista, no se agarra como lapa de una candidatura presidencial (la de Máynez está para que le ayuden). Con mayor formación, no incurre en el desatino de ofrecer obras y acciones que corresponden a alcaldes o gobiernos. 

Si no fuera por el rechazo a la trayectoria “gestora” del ahora candidato del Verde, Óscar Bautista Villegas, la competencia por el distrito III, con sede en Rioverde, pasaría en gris.

Expriista, cenecista, vivales de manual, Bautista dejó en la región un historial de reclamos por tractores prometidos, proyectos productivos y apoyos federales que nunca llegaron, pero los afectados no recuperaron las “aportaciones” que les pidió para “la gestión”. Astuto, se fue al Verde cuando ya no le vio más jugo que exprimirle al tricolor. 

Para el arranque de promoción, Bautista se agarró de Ruth González, la candidata estrella del Verde al Senado, como a un escudo contra desaires y reclamos de agraviados en la zona Media. Cuantas veces calcula la ocasión, Bautista corre a posar junto a la primera dama del Estado y le alza la mano. Por muy generoso que se quiera ver, el solícito gesto no lleva la intención de aportarle nada a la campaña de la señora de Gallardo, al contrario. La socarronería de la región se desquita en memes y pláticas de café: “Alguien tiene que advertirle a la señora Ruth que pierde 400 votos cada que Bautista le alza la mano para una foto”.

Otro diferenciador se asienta en el modo como se resolvió la asignación de las candidaturas del Verde-Morena y PRI-PAN-PRD en los distritos V y VI. El empresario y jetsetter Juan Carlos Valladares Eichelmann tiene el perfil perfecto para buscar la curul del quinto federal, con afinidad en todo el poniente y surponiente residencial. Se le daba por seguro en el V. Sin embargo, el Verde de Gallardo lo envió al VI, de electorado más popular.

Las versiones de un arreglo político entre PAN y gobernador, en el sentido de no poner en riesgo en una elección muy competida en el distrito V a Valladares o a Azuara, tiene al menos mucho sentido práctico. El V es considerado un bastión del PAN, el único distrito que no perdieron en la pasada elección federal. Y ahí va el panista David Azuara Zúñiga, hermano menor del ex dirigente panista Xavier Azuara. No la tiene fácil. El PAN ha perdido fuelle en ese distrito y del candidato Verde por lo menos impresiona su enjundia por llenar de mantas plásticas con su cara el distrito. 

David está obligado a ofrecer a los electores algo propio. Es un distrito exigente. Actuar para que regresen los recursos federales a los municipios, ya pinta algo. 

Valladares hace una campaña con una oferta centrada en lo que cree como empresario -muy válido-, y lo que ha hecho como funcionario promotor de inversiones: empleos. Dice algo que, si gana, no hay que permitirle que haga a un lado: “Los diputados que hacen las cosas bien, que van a luchar por sus estados, consiguen cosas grandes”. 

Hasta ahora, los diputados verdes y morenistas sólo han ido a San Lázaro a hacer bulto y votar sí a cuanta cosa les indican. Los destinos espectaculares por el mundo y la jetset no garantizan que el joven señor Valladares, si gana, no acabe apretujado, pastoreado sin elegancia y perdido entre las redilas de las bancadas oficialistas. Así de miserable puede ser la política legislativa en este país. Un detalle: porta en sus camisas de campaña un avatar de sí mismo, no el conocido logo del pollo creepy.  

Se espera que la incorporación proselitista de candidatos a alcaldes, a partir del día 20 de abril, le añada alguna emoción a este panorama. Tampoco se descarta que sea para peor: serán más candidatos haciendo campañas sosas, predecibles, sin ideas, venenosas, sin autocrítica ni compromiso personal. 

Seremos los votantes los que nos armaremos de un canario, para detectar a los tóxicos y sacarles la vuelta. 
 

Adriana Ochoa

@ArterialPresion