LA NOM DE RESIDENCIAS MÉDICAS

¿Se cumple la NOM de residencias médicas?

¿De qué sirve poner palabras como Derechos Humanos, equidad e igualdad si las normas no se cumplen? | Mauricio Sarmiento

Escrito en OPINIÓN el

Anteriormente, en las Normas Oficiales Mexicanas (NOMS) de residencias médicas se incluía un apartado en el que se enlistaban los derechos de los médicos residentes. En la última (NOM-001-SSA-2023) -publicada el 19 de marzo de 2024- se cambió el título de “derechos de los médicos residentes” a “disposiciones para los médicos residentes”. Este cambio se acompañó de una adición al numeral 9.1 de la misma en el que se establece que los médicos residentes tendrán que recibir educación en un ambiente de respeto a sus derechos humanos, equidad e igualdad de acuerdo con los programas académicos y operativos.  

No nos explicamos porque cambiaron la denominación de derechos a disposiciones. En lo personal, me parecía que el llamarlos derechos ayudaba a que los residentes, cuando consultaban la norma al presentarse un conflicto, comprendían que existían ciertas cosas que podían exigir a la autoridad. En la residencia médica la relación de poder es muy asimétrica entre el trabajador (residente) y el patrón (institución de salud) y, en muchas ocasiones, las instituciones de educación superior, para no quedar mal con las instituciones de salud, hacen oídos sordos de las quejas de sus médicos residentes e incluso se ponen de lado de las unidades médicas en contra de sus alumnos. Es fundamental que los médicos residentes y todas las personas que se encuentran dentro de una relación asimétrica conozcan sus derechos para poderse defender. Por desgracia, en ocasiones, aunque conozcamos nuestros derechos, las autoridades no tienen interés en respetarlos y no existen recursos legales adecuados para hacerles frente. 

La adición de las palabras: “respeto a sus derechos humanos, equidad e igualdad”, me parece que es una manera de reconocer que en nuestro Sistema de Residencias Médicas existen problemas graves de violaciones a Derechos Humanos. Evidentemente no era necesaria esta adición, el Estado tiene que garantizar los Derechos Humanos y obligar a las autoridades a que los respeten, esto independientemente de lo que digan las NOMS.   

Podríamos discutir si es adecuado o no incluir derechos en una NOM; pero, más allá de eso, deberíamos de preguntarnos si estos “derechos” o “disposiciones” se cumplen. ¿De qué sirve poner palabras como Derechos Humanos, equidad e igualdad si las normas no se cumplen? 

No existe mucha información con relación al cumplimiento por parte de las instituciones de salud y de educación de las normas de residencias médicas. Las autoridades sanitarias no realizan estos estudios o, por lo menos, no publican estas estadísticas debido a que pueden resultar incómodas. Por lo que desde el Colectivo Médicos en Formación se realizó una encuesta en línea para valorar si las instituciones cumplían con los derechos incluidos en la NOM. Se evaluó la NOM-001-SSA3-2012 debido a que es la que se encontraba vigente al momento de realizar la encuesta. 

Somos conscientes que dicha encuesta no cuenta con un alto nivel de evidencia; pero, ante la falta de información, era importante iniciar en algún lugar. El resultado de la misma se publicó en la Revista: “Investigación en Educación Médica en 2024” con el título Exploración sobre el grado de cumplimiento de los derechos de los médicos residentes en México. Por si alguien está interesado en consultarla. 

Para realizar la encuesta se tomaron los derechos contenidos en la NOM-001-SSA3-2012 y se preguntó a los residentes si sus instituciones cumplían o no con ellos. También se agregaron preguntas sobre violencia y el tipo de unidad médica a la que se encontraban adscritos. 

En total contestaron 678 médicos residentes y los resultados se reportan en el artículo. Aquí sólo expondré algunas consideraciones. 

Con esta primera exploración nos dimos cuenta que las instituciones no cumplen con los derechos de los médicos residentes. A lo mejor por eso ahora les llaman “disposiciones”, para que las violaciones a los mismos no suenen tan duros. Para la autoridad es mejor decir que viola disposiciones a que viola derechos

El derecho que más se respeta es el de los dos periodos vacacionales de 10 días (97.3%). Uno de los peores evaluados fue la alimentación completa, balanceada y de calidad, ya que su cumplimento fue de 37.7%. Sólo el 55.3% manifestó que siempre recibe alimentos durante sus guardias y el 10.1% que nunca los recibe. 

También llama la atención que el 81.3% dice contar con áreas de descanso, pero sólo el 48% contesta que estas son dignas.

Muy preocupante es lo relativo a la supervisión. El 26.5% dijo no contar con asesoría permanente en sus actividades y este número creció al 52.1% cuando se les pregunto si contaban con asesoría durante las guardias. 

Era de esperar que todavía existen las guardias de castigo (24.2% contestó que se practican en su unidad médica) y el 54% de los residentes informó que es víctima de violencia dentro de su residencia. Esto no fue una sorpresa, ya que existe una amplia bibliografía que describe este fenómeno  en el país y este artículo sólo lo confirma. 

Posteriormente, se realizó un índice de derechos y bienestar entre los médicos en su lugar de residencia. El 33% de los entrevistas tienen un índice de cumplimiento de 0.5 o menor, lo que es preocupante y menos del 10% tuvieron un índice mayor al 0.8. Un dato muy interesante con relación a este índice es que el índice de cumplimiento reportado fue mayor en los residentes que no reportan sufrir violencia contra aquellos que sí lo hicieron. Por lo que el cumplimiento de las NOMS y la violencia es posible que esté relacionado de alguna manera. Yo podría pensar que en los hospitales en donde se preocupan por cumplir la ley, también se preocupan porque no exista violencia. 

En el artículo se concluye que si bien el estudio tiene limitaciones metodológicas, pone de manifiesto que las instituciones de salud no cumplen con los derechos incluidos en la NOM de residencias médicas

En los últimos años se han publicado dos NOMS de residencias médicas. Las cuales sólo muestran tímidos esfuerzos por mejorar las condiciones de los médicos residentes. El más importante, la jornada semanal de 80 horas de trabajo en promedio anual. Desde mi punto de vista, no era necesario cambiar la NOM, si primero no se tomaban medidas para lograr su cumplimiento. Es necesario que las autoridades sanitarias comiencen a evaluar y reportar el cumplimiento de las NOMS por parte de las diversas residencias médicas. Si ni siquiera se mide el cumplimiento, es muy difícil que las cosas vayan a cambiar. Dejemos de pensar que cambiando la ley se cambia el comportamiento. No queremos más normas de residencias, queremos que se cumplan. 

Mauricio Sarmiento

@Sarmientomau