ELECCIONES CDMX

Una elección que se empieza a cerrar

La aguja de las preferencias electorales en la CDMX se ha empezado a mover. | Carlos Gastélum

Escrito en OPINIÓN el

El próximo domingo se celebrará el segundo debate para la Jefatura de la Ciudad de México. A diferencia del primero, los números de las encuestas, los problemas de la capital y las narrativas de los contendientes anuncian una elección mucho más cerrada que la elección presidencial y del resto de las gubernaturas.

En términos de encuestas, el agregado realizado por polls.mx señala al 13 de abril un promedio de intención de voto de 53% para Clara Brugada de la Coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena-PT-PVEM), y de 40% para Santiago Taboada de Fuerza y Corazón por México (PAN-PRI-PRD).

Si las elecciones fueran hoy, y las preferencias reflejaran lo que señalan las encuestas, poco debería preocupar a la coalición gobernante estar 13 puntos por delante del segundo lugar. Pero ni la jornada electoral es mañana, ni las preferencias se han mantenido constantes a lo largo del año.

Tan solo a inicios de 2024, la contienda Brugada-Taboada estaba en 59-35: 24 puntos de distancia, bastante coincidente con la diferencia que entonces mantenía Claudia Sheinbaum frente a Xóchitl Gálvez. Hacia el segundo debate, el promedio bajó a 56-38: 18 puntos, seis menos de distancia que en el referente anterior, y cinco puntos por encima de lo que actualmente reportan las mediciones. Por cierto, Salomón Chertorivski de MC se ha mantenido en un constante 5%.

Entonces, pasar de 24 a 13 puntos de distancia entre el primer y segundo lugar, cuando todavía falta la mitad de las campañas, sí son elementos que anuncian una posible contienda más cerrada a medida que nos acerquemos a la jornada electoral. Algunas encuestas, inclusive, señalan distancias tan cercanas como cinco puntos y, las menos, ponen a Taboada en primer lugar.

Por el momento, es difícil señalar elementos de causalidad que expliquen la reducción en las brechas de preferencias electorales. Sin embargo, dos elementos podrían tener alguna correlación: de un lado, la estrategia de comunicación de cada uno de los candidatos; por el otro, los problemas inmediatos de la población capitalina.

Clara Brugada, por ejemplo, se ha centrado en transmitir un mensaje de esperanza y prosperidad que prolongue los éxitos de la cuarta transformación, los de la administración anterior, y el sello propio de proyectos como las Utopías creadas en Iztapalapa. Coquetea con las clases medias y jóvenes en propuestas como los de vivienda, y la búsqueda de justicia social que disminuya la desigualdad.

Taboada, por su parte, enfoca su narrativa en el rescate de la ciudad de a quienes llama “incompetentes”, principalmente en la provisión de servicios públicos como el metro o el agua. Aborda el tema de seguridad, y replica propuestas de programas sociales de la abanderada presidencial como el salario rosa. Al parecer, las acusaciones sobre el llamado “cartel inmobiliario” ha tenido menos afectos adversos de los esperados.

Al contexto electoral se suma la realidad de las problemáticas locales. El agua es, quizás, el mayor desafío de la administración de Martí Batres. Además de enfrentar la sequía inédita nacional y de las fuentes de abastecimiento de la CDMX, tiene también ahora que lidiar con la contaminación de pozos por hidrocarburos que ha llevado a vecinos de la Benito Juárez a enloquecer el tráfico capitalino. Mientras Sheinbaum tiene detrás el referente de un AMLO con altos niveles de aprobación, Brugada tiene a Batres.  

Todavía es muy temprano para saber quién va a ganar, pero la aguja de preferencias se ha empezado a mover. El próximo domingo veremos en dónde fortalecen y en dónde son más vulnerables cada una de las opciones para la capital del país.

Carlos Gastélum

@c_gastelum