El aumento alarmante de los índices de criminalidad en la Ciudad de México durante la administración de Claudia Sheinbaum no es una sorpresa para quienes han seguido de cerca la gestión de la exjefa de gobierno. A pesar de las promesas de mejorar la seguridad, y las afirmaciones cínicas que ha repetido durante su campaña, los datos muestran una realidad completamente opuesta, con un incremento notable en los delitos más graves y violentos.
Desde su llegada al poder, Sheinbaum ha enfrentado críticas por su incapacidad para abordar eficazmente los problemas de seguridad en la capital y por más que se esmere en presentar las cifras a modo con estrategias en donde sólo revela que bajó un poco el récord que ella misma impuso, quienes vivimos en la CDMX nos enfrentamos a una realidad muy lejana a lo que dice la candidata:
- Los secuestros, que habían disminuido bajo la administración de Mancera, se han disparado significativamente, borrando cualquier avance previo. También la cantidad de homicidios dolosos ha alcanzado niveles sin precedentes, superando las cifras de las últimas cuatro administraciones, incluida la de su mentor López Obrador… AMLO: 2,980 homicidios dolosos, Ebrard: 2,985, Mancera: 3,304 y Claudia Sheinbaum: 4,932.
- Otros delitos también han tenido aumentos escandalosos. Algunos de ellos: ha aumentado 427% el robo a transeúnte en espacio público, 317% el robo en transporte público, 100% el rapto, 66% el fraude, 55% las amenazas, 55% la corrupción de menores, 41% lesiones, 25% feminicidio, 23% robo de autopartes y 7% el despojo.
- Las cifras del 2023 vistas en lo “municipal” (que en la CDMX son alcaldías, ya no delegaciones, pero tampoco son municipios del todo) son igualmente desalentadoras. En delegaciones como Iztapalapa, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, los delitos no sólo son frecuentes, sino que también son sumamente violentos, incluyendo homicidios, secuestros, y robos en varias modalidades. Estas cifras colocan a estas áreas entre las más peligrosas de la ciudad y del país.
- Claudia Sheinbaum, en sus discursos y presentaciones, ha intentado retratar una imagen de control y mejoría en la seguridad pública. Sin embargo, la realidad desmiente sus cuentos. La falsedad de sus declaraciones se hace evidente al comparar sus palabras con los datos oficiales y testimonios de los ciudadanos, quienes viven día a día bajo la amenaza constante del crimen; no está de más dejar claro que las cifras aquí presentadas todas provienen del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública.
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Este desfase entre la narrativa oficial y la experiencia cotidiana de los ciudadanos no sólo muestra una desconexión con la realidad, sino que también plantea preguntas serias sobre la eficacia de las políticas de seguridad implementadas los anteriores años en la CDMX.
La seguridad no sólo es para promover campañas o para utilizar datos de percepción para ocultar las cifras, debe ser una prioridad ineludible en la agenda de gobierno. Los ciudadanos merecen vivir en un entorno seguro donde sus derechos y libertades no estén constantemente amenazados por la violencia y el crimen. El legado de Sheinbaum, marcado por un aumento en la violencia y una gestión ineficaz, debe servir como un recordatorio de la importancia de la responsabilidad y la competencia en la administración pública.
Como siempre, en este espacio continuaremos analizando y exponiendo las verdades con las cifras oficiales y no sólo con declaraciones de campaña. La seguridad en la Ciudad de México es un derecho, no un privilegio, y es hora de que aquellos buscan el voto lo recuerden y actúen en consecuencia.