Jamás, desde el México Independiente, en más de 200 años, nunca una mujer ha gobernado nuestro país. Y este dato histórico está a punto de romperse este mismo año, en cosa de tres meses. Todo indica que el próximo 2 de junio ocupará una mujer la silla presidencial, y López Obrador le entregará el 1 de octubre de este 2024 la banda presidencial a una de las dos punteras, Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez. Eso ya de por sí, será histórico.
No cabe duda de que vivimos tiempos inéditos y muy interesantes. Y mientras los hombres de hoy, tratamos de deconstruirnos rumbo a una nueva masculinidad, menos tóxica y abusiva. Las mujeres ganan todos los días más y mejores oportunidades en todos los terrenos. Cada vez hay más mujeres participando en política, –tenemos un gabinete paritario, al igual que ambas cámaras– y una candidata puntera para la Ciudad de México también. Pero además, la participación femenina crece también en el ámbito económico, empresarial, laboral, educativo, social y cultural como nunca, y que bueno.
Pero, ¿cuántas mujeres hay en total en México? De acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda de 2020, en el país existen 64 millones 540 mil 634 mujeres frente a 61 millones 473 mil 390 hombres en el país. Ellas son mayoría.
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Sin embargo, ¿cuál es la situación de la mujer mexicana en la actualidad? Pues ahí aún tenemos rezagos, persiste una brecha salarial desigual, la carga desproporcionada del trabajo doméstico y no remunerado que recae principalmente en mujeres y niñas, la violencia laboral, el matrimonio infantil, el acoso y hostigamiento sexual siguen lastimando a las mujeres, los estereotipos de género, las leyes, prácticas, usos y costumbres discriminatorios contra ellas aún son visibles en distintos puntos del país. Y es por ello que hoy salen a protestar en diferentes ciudades de la República.
Un dato curioso, ¿cuál es el estado mexicano con más mujeres? Según el INEGI, las entidades con mayor porcentaje de población de mujeres son: en primer lugar, la Ciudad de México con (52.3%), Oaxaca (52.0%), Puebla (51.8%) e Hidalgo (51.7%) y, las entidades con menor porcentaje de población femenina son: Baja California Sur (49.2%), Quintana Roo (49.5%), Nayarit (50.0%) y Nuevo León (50.0%).
Y es en este contexto, que tenemos a dos candidatas punteras que se disputarán la Presidencia de la República, tan sólo entre Claudia y Xóchitl, concentran 90% del electorado que se propone votar en estas elecciones. Sin embargo, la única que tiene posibilidades reales de ganar –según todas las encuestas serias de este país– es la doctora Claudia Sheinbaum que trae una ventaja de 2 a 1 frente a la candidata opositora al gobierno.
Así las cosas, y de no ocurrir nada extraordinario, no solo tendremos a una mujer en la Presidencia, sino que además será una mujer de izquierda y de vanguardia, que adicionalmente ya gobernó la Ciudad de México y viene de un movimiento estudiantil exitoso de los ochenta, que se conocía como el CEU.
Y a todo esto, ¿cómo va el manejo de imagen de ambas aspirantes? Pues aunque apenas se cumple hoy una semana de campañas –quedan 11– ya tenemos algunas pinceladas del estilo de cada una. En el arranque del primero de marzo, vimos a Xóchitl en un mitin de madrugada allá en Fresnillo, muy simbólico, pero nada lucidor y con muy poca gente, adicionalmente las imágenes que vimos eran caóticas, sin un mensaje claro, sin personajes políticos relevantes, y sin los líderes de los partidos que dicen apoyarla; ese conjunto de factores minaron la idea de arranque, de una candidata “ganadora” con cero imagen presidencial, y ya no digamos de empoderamiento social o político.
En contraste, y así hay que reconocerlo, Sheinbaum, arrancó con una plaza llena, en el corazón del país, en donde vimos un Zócalo repleto (con unas 350 mil personas según distintas fuentes), en donde la candidata de Morena, delineó sus 100 propuestas de gobierno, en caso de ganar. Pero antes, habló además, Clara Brugada la candidata a la jefatura de gobierno de la capital mexicana; es decir, sólo dos mujeres tomaron el micrófono, acompañadas de personajes relevantes para su movimiento en dónde además estuvo la queridísima escritora Elena Poniatowska con quién Claudia Sheinbaum se fundió en un bonito abrazo.
Así pues, creo que para este 8 de marzo, que sin duda debe ser un día de furia, reflexión y reclamo legítimo de las mujeres, –como lo han venido haciendo ya desde hace algunos años–, también podría ser un día de celebración, porque sus reclamos, lucha y presión sobre el sistema patriarcal ha dado frutos, México se perfila como el primer país de Norteamérica en tener a una mujer en la Presidencia, y tan sólo eso ya debiera ser motivo de orgullo para todas y todos nosotros en el presente y futuro próximo de nuestro país.