Estar en un partido político no es fácil, una o uno, debe adaptarse a un sin fin de condiciones internas propias de la política donde la violencia muchas veces puede confundirse con disciplina y con una lucha permanente por alcanzar una posición, responsabilidad o simplemente para cumplir un sueño en la vida.
Estar en política no es fácil, pero uno debe abrir los ojos cuando ha llegado el momento de dejar de permitir ciertos comportamientos en afán de fortalecer a algún líder o equipo. Y esto me pasó a mi en el PAN.
Hoy vivo un sin fin de ataques y miramientos y hasta en la calle debo escuchar opiniones de gente que me dice que soy una basura o una vendida y que todo lo que venía haciendo estaba bien, y lo que ahora estoy haciendo está mal. La gente no entiende que los ataques en razón de violencia política que expuse, los recibí yo nadie más, y que la carrera política que buscaban detener o destruir era la mía.
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Las mujeres políticas no tenemos que estar a expectativa de lo que requieren los demás, sino de las condiciones que nosotras mismas vamos construyendo en el camino, aceptando para poder crecer. Cuando yo, hace 15 años me quedé en el PAN lo hice porque había una mujer Presidenta y pensé que podía crecer y aportar y alcanzar oportunidades para generar proyectos y cambios positivos, y los logré gracias a mi trabajo y entrega.
Pero hoy por la misma razón me voy, porque donde buscan cerrarme caminos y castigarme por mi manera de crecer y de ejercer el poder público (con libertad y resultados), en otro lado la mujer que va a ser la primera Presidenta mujer de México necesita de todas y todos nosotros para hacer el mejor gobierno de la historia, y construir para ella es una convicción de vida por ser la primera mexicana en gobernar esta nación.
Me quedé por una mujer Presidenta, me voy por otra mujer Presidenta.
Regreso y mantengo mis orígenes. Mis valores están claros, mis luchas también, por lo que a pesar de las críticas me voy para poder seguir aportando en causas y en camino.
Es por ello que el Plan C, no me resulta ajeno, porque es un camino que ve por la gente, como yo lo hice como Diputada de Cuauhtémoc y trabajando por Iztacalco también, es un camino que habla de cambiar cosas y mantener derechos, es un camino que abre la posibilidad de cientos de mujeres de mejorar las condiciones en las que viven en este sistema patriarcal.
Y si bien, sí representa para mi una nueva manera de hacer y entender la ciudad y al país desde otra perspectiva, siempre que haya motivos humanos y de defensa de derechos es una ruta donde yo podré estar y aportar para los demás.
No dejarán de decirme vendida, traidora, y chapulín, como los insultos más leves, pero a pesar de ello yo sé que los ataques de la gente de afuera no definen quién soy ni lo mucho que he aportado durante estos años de entrega al servicio público. Clara y Claudia significan un camino diferente y de cambios, y es un camino que con gusto quiero caminar por lo que pueden significar para la vida de cada mexicana-
Durante 15 años defendí al PAN como un partido que creí era el camino para México. Pero el PAN que yo defendí y en el que creí, sólo existe en el papel porque no existe en las calles, no existe en las colonias, no existe en las defensas de las causas justas y de los más desfavorecidos, no existe en la toma de decisiones que beneficie a otros sino solo al status quo de los que hoy aspiran a gobernar Acción Nacional. El partido y los valores de Gomez Morin que ellos afirman defender, solo existen en la Doctrina no en la realidad real del mexicano. El PAN que tú ves no trabaja para la gente, trabaja para mantener a líderes como Jorge Romero en el poder, y por ello él decidió cerrarme cada oportunidad de seguir manteniéndome en un cargo, porque desafié su manera de construir y tomar decisiones. Como lo dijo uno de sus niños: “¿Cómo te voy a controlar?”
Siendo así, debí decidir si me quedaba sentada donde ellos me querían o si me ponía de pie para avanzar y entender que los caminos de política nacional no lo determinan las siglas sino las personas, y es por ello que estoy de frente, lista y preparada para lo que venga.
Acá no es un tema de partidos y de seguir solo señalando lo malo como tantas veces lo hice, se trata de encontrar caminos y de construir, porque México nos necesita trabajando y sé que Claudia lo hará increíble como Presidenta, porque es una nueva etapa, es un nuevo camino y es una nueva oportunidad para que juntas, todas las que nos unamos a esta causa logremos que lo que una vez señalemos se convierta hoy en una fortaleza para trabajar por ambos lados de la moneda: esto es el Plan C.