Casi se cumple 1 año del primer hallazgo inicial de un perro torturado y con signo de muchísima violencia en el Bosque de Nativitas en la Alcaldía de Xochimilco. El número oficial es que van 23, los lugareños dicen que van más de 30.
Los actos de Santería son comunes en esas zonas, se requieren espacios vacíos, solos oscuros, sin vigilancia y con un absoluto sentido de la crueldad. Los santeros de la zona niegan que sean ellos ¿entonces quién es?
Ya habíamos sabido de casos donde algún enfermo mental torturaba animales, pero jamás así, el caso de Nativitas marca un antes y un después en los casos de ataques vs animales ferales y eso nos abre la conversación a un sin fin de preguntas, cuestionamientos y señalamientos cargados de dolor ¿por qué esos perritos estaban ahí? ¿Por qué nadie se ha hecho responsable del cuidado de esos animales si viven en un bosque que depende del gobierno? ¿Y el dinero de las esterilizaciones que el gobierno recibe qué han hecho con él? ¿Por qué los esfuerzos del gobierno se ven tan aminorados si bastaba con un caso, que no 30, con el nivel de crueldad demostrado para que buscaran al asesino?
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Acá hay que hablar de responsabilidades y la responsabilidad de toda la sociedad es clave para evitar que casos así se repliquen y más aún para entender y construir la ruta para agarrar con el serial que está torturando y matando perros en Xochimilco.
Hablemos de responsabilidades
La Alcaldía sin duda tiene un gran déficit en lo que debería estar haciendo en casos como este. El incompetente alcalde José Carlos Acosta ha decidido emprender la campaña de hacer como que no pasa nada y a amenazar locatarios.
La alcaldía Xochimilco tiene que destinar, 2,404,458.65 que es el .01% del presupuesto anual de la entidad local que es de 2,404,458,646.00. Es practicante nada y aún así, José Carlos NO lo ha hecho. Se gastan el dinero en otras cosas y no en cumplir la ley como dice, para esterilizar y jornadas de esterilización. Prefieren destinar a la población callejera de perros a destinos como este y a dejarlos que vivan una vida infinita de hambre, sufrimientos y vejaciones.
Carlos Acosta es DIRECTAMENTE RESPONSABLE por su inacción desde el gobierno a evitar que estos casos aumentaran, se multiplicarán y a ver soluciones reales de atención a los perros sin hogar que no sean matarlos ni ignóralos. Añadiendo además su inacción a la hora de utilizar a la policía local para dar con los responsables. Es sin duda de los peores gobernantes que ha tenido esta Ciudad.
De la Sedema
La Sedema ha pasado casi de noche por este caso. El Bosque de Nativitas es su responsabilidad administrativamente. Quién entra, quién sale es su responsabilidad en términos que son ellos los que tiene que ver qué pasa con las instalaciones, vigilancia y rejas del lugar. Es un sitio que está abierto las 24 joras porque lo que el asesino o asesinos pueden entrar a sus anchas dejar los cuerpos, matarlos ahí y salir con impunidad ¿cómo es posible que hasta el momento nadie los haya visto? ¿A quién están protegiendo?
De la BVA, el Gobierno de la CDMX y la SSC
Faltan más esfuerzos y trabajo coordinado. No por ser un asesino de perros, y no de personas importa menos. Sé que el Secretario de Seguridad Ciudadana está comprometido, pero requerimos más personal presente y permanente en la zona. Necesitamos que el Gobierno de la Ciudad refuercen con trabajadores sociales que estén hablando con los lugareños para tener indicios. Que piensen en recoger a TODOS los perros de la zona y llevarlos ya a la BVA en lo que se da con los responsables. Que se piense en reunir ya con los protectores de animales que llevan el caso de manera directa. Que cierren el Bosque hasta que haya resultados.
Faltan, faltan, faltan tantas cosas que podrían hacerse, pero se siente como un vacío de acción. Necesitamos apretar las estrategias o jamás se dará con el paradero de ese o varios psicópatas.
Con el corazón espero pronto ocurra. Ningún perro, gato o ser vivo merece vivir lo que está pasando en el Bosque de Nativitas. Hasta que no lo detengan seguimos fallando como sociedad y como personas. Duele en el corazón y el espíritu esta situación.