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La Corona, 17 mentiras y una vergüenza mundial

No soy un experto en imagen de la realeza, pero sí sé de foto y de honestidad, y aunque este tema pueda resultar banal o superficial en ciertos círculos, es una muestra de la facilidad con la que se puede mentir. | Ulises Castellanos

Escrito en OPINIÓN el

Las disculpas ofrecidas por la princesa de Gales, Kate Middleton, por manipular una imagen de ella con sus hijos, para silenciar rumores sobre su estado de salud, ponen de manifiesto el descontrol en la comunicación institucional de la familia real. Hoy en día, no solo cualquiera hace fotos, sino que también cualquiera miente o manipula desde su celular. Incluida la realeza británica.

Este intento fallido por tapar la verdad evidencia un claro error y la inevitable arrogancia que incluso pueden cometer aquellos que se creen con sangre real. La manipulación de una fotografía –en general– es un acto que revela falta de transparencia y deshonestidad, y siembra dudas sobre la veracidad de la información que emana desde un entorno específico. 

Las disculpas posteriores no hacen más que subrayar la importancia –desde el principio– de una comunicación clara y veraz, particularmente cuando se trata de figuras públicas como es el caso de los miembros de la realeza.

El uso deshonesto de imágenes retocadas solo contribuye a alimentar las fake news y a minar la credibilidad tanto del individuo como de la institución a la que representa. Es fundamental recordar que ninguna manipulación puede ocultar los errores cometidos, especialmente en un mundo donde la verdad siempre encuentra su camino hacia la luz.

En esta ocasión les presento aquí la foto que difundió Kate Middleton, la princesa de Gales; se trata de un retrato casual con sus hijos, en donde los cuatro le sonríen a la cámara, sin embargo, entre las agencias internacionales y el público en general, a esta imagen se le encontraron 17 puntos de inconsistencia, así como lo leen –diecisiete–, Kate dice que le gusta la fotografía y que fue ella la que personalmente intervino la imagen, yo en lo personal creo que esa es otra mentira, más bien, a quién le encargó el trabajito se le pasó la mano.

Pero vayamos al detalle, póngase cómodo, gracias a la colaboración involuntaria de una tuitera autodenominada Brujina (@erregina), aquí podemos resumir sus intentos de manipulación puntualmente:

  1. La manija de la ventana está en la línea del borde del marco. Aparte, no parece que sobresalga lo necesario para que su reflejo se vea tan bien en la ventana.
  2. La mano derecha de Kate está borrosa.
  3. Ese detalle en la esquina de la mesa se ve extraño, eso pasando por alto la posición de la mano derecha de Louis, porque los niños a veces hacen contorsiones.
  4. La discontinuidad de esa línea.
  5. Otra discontinuidad extraña.
  6. El pelo de Kate ahí parece difuminado.
  7. El de Charlotte ahí parece superpuesto.
  8. ¿Dónde está el resto del cierre?
  9. El pelo de Kate ahí también podría parecer superpuesto.
  10. ¿Eso es una bolsa?
  11. ¿Pincelazos accidentales?
  12. Kate no tiene el anillo en la foto, lo que es raro, porque en fotos que han publicado donde incluso está cocinando, sí lo usa.
  13. Parece que tiene demasiados pliegues en el dedo meñique.
  14. La evidente discontinuidad de la manga de Charlotte.
  15. Demasiados pliegues en el dedo de Charlotte.
  16. La rodilla parece difuminada.
  17. Además, las piernas de Charlotte parecen tener un borde verde, como si la imagen hubiera sido recortada de otra con un fondo de ese color.

También se maneja la sospecha de que la cara de Kate Middleton en esta foto con sus hijos, en realidad fue sacada de una portada en la que ella misma posó en 2016 para la revista Vogue. Así las cosas, a estas alturas ya da igual si fueron 3 o 29, la mentira está documentada y de esa ya no se regresa jamás. ¿Qué intentó ocultar la Princesa? ¿Por qué se tomaría cinco horas en hacer esto? ¿Vanidad? ¿Ego? ¿Ociosidad? Quizá nunca lo sepamos. Pero aquí entra la peor de todas las preguntas: ¿Desde cuándo nos mienten y por qué o para qué?

No soy un experto en imagen de la realeza, pero sí sé de foto y de honestidad, y aunque este tema pueda resultar banal o superficial en ciertos círculos, es una muestra de la facilidad con la que se puede mentir, y la enorme receptividad que tiene una mentira en millones de seres humanos.

En temas serios, hace justo diez años se dio a conocer una fotografía manipulada por el fotoperiodista mexicano ganador del premio Pulitzer, Narciso Contreras, de su trabajo en Aleppo, Siria. Y cuando fue descubierto por la AP, lo boletinaron a nivel mundial, denunciando su manipulación, básicamente por ego, independientemente de su otras buenas fotos; por esa manipulación quedó fuera del primer círculo de profesionales, que a toda costa defienden un solo punto. Nuestra credibilidad como fotoperiodistas. Por eso no se deben dejar pasar las mentiras por pequeñas que parezcan.

Ulises Castellanos 

@MxUlysses