INSEGURIDAD EN LOS CAMINOS

Inseguridad: salteadores de caminos

El aumento alarmante de robos a camiones pesados en México durante el último año ha generado un clima de inseguridad en las carreteras del país. | Ismael Jiménez

Escrito en OPINIÓN el

Como antaño, los salteadores de caminos ponen en jaque el tránsito de los caminos y principalmente el transporte de carga que según diferentes versiones se ha disparado en los últimos años.

De acuerdo con algunas asociaciones de autotransporte de carga durante 2023 se registraron más de nueve mil robos de camiones pesados, mientras que otros organismos e instituciones reportan que fueron más de 13 mil. Los datos que parecen ser más consistentes son los de la Fiscalía General de la República que registró durante el último año más de 7 mil carpetas de investigación por robo al transporte de mercancías.

En realidad, el robo a transporte de carga supera los diez mil robos sumando el autotransporte y el ferrocarril de carga, este último representa en términos generales el 20 por ciento del transporte de carga en México. Sin duda, la inseguridad, es un mal endémico que lleva décadas golpeando la economía y la competitividad mexicana.

Y aunque de acuerdo con diferentes gremios de autotransporte de carga se logra recuperar el 50% de los camiones robados, obviamente vacíos, no se puede negar que el mal existe y hace peligrosas las carreteras del país, tampoco podemos minimizar las vidas que se han perdido, ya se operadores o custodios, todo a causa de la delincuencia organizada que tiene en el transporte de mercancías una importante fuente de ingresos. 

Sin embargo, la disparidad y falta de homogeneidad en los números y estadísticas nos llevan a cuestionar nuevamente si la situación en las carreteras es más grave que en otros momentos o es parte de la guerra sucia implementada por los llamados medios de comunicación corporativos que pretenden aparentar un país en llamas.

Y es que guardando las proporciones y con el respeto que nos merecen las asociaciones que llamaron a paro nacional el pasado 4 de febrero (Fematrac, Amtac, Utracasin, Indeco y Antac) no representan al gremio más grande del sector y aunque para la convocatoria del segundo paro nacional el 15 de febrero se sumará la Amotac, aún no son los gremios más importantes del sector de autotransporte de carga los que convocan. En total, en México deben existir cuando menos entre diez y doce organizaciones de transportistas entre las que se encuentran las convocantes.

Insistimos no por ello, es menos importante este movimiento, el asunto es la manera en la que los medio llamados corporativos manejan la información, pues este movimiento, ya no sólo estará demandando vigilancia y seguridad, también demandarán una vez más, la salida de los camiones de doble remolque que han sido causantes de cientos de accidentes y pérdidas humanas, así como poner fin a las extorsiones de las policías estatales y municipales. 

Los transportistas que se manifiestan componen el gremio llamado “hombre camión” que generalmente trabajan en condiciones de desventaja frente a las flotillas de camiones corporativas y que, son más susceptibles de ser extorsionados o cooptados por la delincuencia, pero son gremios que en otro momento los medios de información y sus voceros pocas veces les han prestado atención o les han dado cabida en sus espacios informativos.

Y es que las carreteras no son seguras no sólo para el autotransporte de carga, los particulares también han sido víctimas de la delincuencia, hay un número importante de denuncias de gente desaparecida en las carreteras del país y una vez más, hay que decirlo, es un fenómeno que creció con la guerra de Felipe Calderón.

Señalar que los problemas de inseguridad comenzaron desde hace tiempo y no se han logrado resolver al paso de los años, no significa que se minimicen los hechos o que se pretenda reducir la responsabilidad del gobierno actual y endosarlo todo al pasado. 

No, referir que son males de hace tiempo, significa poner en contexto un problema que no se resolverá de la noche a la mañana, porque suponer, o “exigir” resolver en seis años un problema como la inseguridad que lleva cuando menos cuatro décadas gestándose en nuestro país, resulta tan iluso y simplista como suponer que dicho problema, se puede resolver de la noche a la mañana, lo que a su vez se convierte, en una forma de minimizar un mal que está enquistado en la sociedad mexicana y que ha sido fomentado por la impunidad y la corrupción.

La violencia está ahí presente, y continúa agobiando algunos sectores de la sociedad, pero en general, la ciudadanía vive su día a día con seguridad, cierto, existen zonas y regiones claramente focalizadas que representan puntos de inseguridad, pero por siempre, hemos cometido el error de criminalizar la pobreza, pretexto que utiliza la derecha y ultraderecha, para sugerir que se debe acabar con la gente improductiva, pero el crimen organizado, cabeza y fuente intelectual de la delincuencia, generalmente de cuello blanco, pocas veces es señalado, seguido e investigado periodística y judicialmente, pues son precisamente estos grupos, los que cooptan y corrompen el poder para preservar y perpetuar el poder que propicia la inseguridad en este país. 

Ismael Jiménez 

@ijm14