#RECOVECOS

Metáfora del desastre

Los edificios de la sede de la promotoría de Desarrollo Forestal en Guerrero, bajo tutela de la Comisión Nacional Forestal se encuentran completamente dañados e inoperantes desde 2017, como otras decenas de edificios históricos o inmuebles. | Jorge Ramos Pérez

Escrito en OPINIÓN el

La sede de la promotoría de Desarrollo Forestal en Guerrero, bajo tutela de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), que depende de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), consta de tres edificios, una superficie de terreno de 3,985.42 metros cuadrados y construida de 1,936.96 metros cuadrados, “mismos que se encuentran completamente dañados e inoperantes, con daños estructurales severos, que ponen en riesgo a los edificios aledaños y al personal que labora ahí”.

El diagnóstico es oficial. “La demolición de (los 3 edificios busca) salvaguardar la seguridad de los empleados de Conafor que diariamente acuden a las oficinas a laborar, poniendo en riesgo su vida, en caso de existir un colapso de los inmuebles siniestrados”, añade un documento en poder de esta columna.

“Los 3 edificios que presentan agrietamientos transversales de más de 10 milímetros son: núcleo de oficinas, núcleo de auditorio y núcleo de servicios”, precisa el parte oficial de la Semarnat.

Lo increíble del asunto es que los edificios están dañados… desde 2017 por los sismos de septiembre de aquel año, cuya muerte y desolación afectó a varias entidades de México, incluida la Ciudad de México. Y sí, desde 2017 los edificios resintieron el movimiento de tierra y se dañaron. Pero ni al gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto ni al del actual presidente Andrés Manuel López Obrador les pareció urgente llegar a esa determinación.

Estos #Recovecos (Sismo de 2017: el (otro) abandono de la 4T en la CDMX | La Silla Rota) le han contado el drama de decenas de edificios históricos o inmuebles como el edificio El Moro, que alberga a la Lotería Nacional, que fueron afectados por los sismos de 2017 y que pasaron años antes de que este gobierno de la 4T tomara la decisión de intervenirlos (Lotería Nacional: seres humanos en peligro | La Silla Rota).

En todos los casos fue la presión de insistir en los daños y el peligro para la gente lo que obligó al gobierno a meter las manos. En el caso del edificio de la Lotería Nacional, a pesar de que contaban ya con estudios del Instituto Politécnico Nacional desde 2018, el año pasado resolvieron evacuar El Moro… y volver a solicitar estudios técnicos para arreglar los daños.

El gobierno del presidente López Obrador tiene, como toda administración, errores o cuestiones graves atribuibles a las decisiones que se toman o se dejan de ejecutar. La corrupción es un defecto de la autodenominada 4T. Deberá pasar tiempo antes de que sepamos bien el tamaño de las corruptelas y el grado de penetración, incluso en el círculo más íntimo y familiar.

Pero el mayor defecto es el de la administración. No se toman decisiones o en el peor de los casos se llevan a cabo, pero con un grado de inconsciencia muy peligroso: obras faraónicas o que de plano, por benévolas que puedan ser como la megafarmacia (Megafarmacia del Bienestar de López Obrador: ¿Megafraude? | La Silla Rota), son un error de administración descomunal.

La sede de la promotoría de Desarrollo Forestal en Guerrero, bajo tutela de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) es la metáfora del desastre de este gobierno.

Punto y aparte. A mediados de 2022 Francisco Labastida Ochoa, ex candidato presidencial del PRI y ex gobernador de Sinaloa, dijo en una entrevista a la periodista Carmen Aristegui que hay “indicios” de un acuerdo del Cártel de Sinaloa con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Por esas cosas raras de la vida, coincidencias le llaman, Porfirio Muñoz Ledo, ya fallecido, participó en esos días en un foro e hizo un comentario similar. La respuesta del presidente López Obrador fue achacar “a la edad” de Muñoz Ledo y de Labastida Ochoa y les exigió pruebas de sus dichos. No pasó de la escaramuza verbal. Ahora fue Propublica, un medio de alta reputación en el periodismo estadounidense. Su reportero estrella, Tim Golden, escribió un reportaje en donde hizo referencia a presuntas aportaciones del narco a la campaña presidencial de López Obrador en 2006. Citó básicamente documentación de la DEA, pero aseguró, después en un texto posterior de su editor, que tardó varios meses en indagar con diversas fuentes. Que en efecto, como decía el reportaje de inicio, las investigaciones se cerraron. Pero Propublica dio detalles después de las descalificaciones en la mañanera de Palacio Nacional, entre otros, que el gobierno de Estados Unidos optó por echarle hielitos al caso y enterrarlo. Pero quedan muchos cabos sueltos, de varios personajes cercanos al hoy presidente con hechos probados. López Obrador siempre se ha cuidado. Todo aquel que es pillado recibiendo fajos de billetes en sobres y que hasta se guardan las ligas o hacen carruseles para depositarlos en un banco… son sus próximos, nunca él. Por supuesto no va a suceder nada, como anticipa en su texto de respuesta Propublica. En estos #Recovecos se reseñó en 2019 (Espionaje, narco y elecciones | La Silla Rota): En 2008 el entonces director del Cisen, Guillermo Valdés Castellanos, enfrentaba un vendaval porque en el Congreso solicitaban su renuncia al cargo, luego de este reportero reveló en EL UNIVERSAL contratos con una empresa privada ligada a Laura Ballesteros, hoy senadora de Movimiento Ciudadano y exfuncionaria en el gobierno de Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey. Los reportajes mostraban que esa empresa de Ballesteros daba “seguimiento” a los miembros del Poder Legislativo… pero en realidad era para el Cisen. Acorralado por el escándalo en el Senado y Cámara de Diputados que exigían su cabeza a Calderón, Guillermo Valdés convocó a corresponsales de medios extranjeros a una reunión y ahí les dijo que había  sospechas de nexos de legisladores con el narco, según la versión publicada en el Financial Times. “El Congreso no está exento, no descartamos la posibilidad que el dinero de las drogas se haya infiltrado en las campañas (de legisladores)”, dijo Valdés. Hace unos días Valdés recordó el episodio en el programa radiofónico de Leonardo Curzio en Radio Fórmula, al comentar el escándalo AMLO-Propublica. En aquel momento, diputados y senadores exigieron pruebas al entonces director del Cisen y exigieron a Calderón la destitución del funcionario. Calderón los mandó a volar. En su libro "Historia del narcotráfico en México", de 483 páginas que publicó Guillermo Valdés al dejar el gobierno, ni siquiera mencionó el episodio. No cabe duda que tenemos al elefante en la sala y no queremos verlo.

Punto final. Las voces desde el interior de Morena sostienen que hay mucha presión por las candidaturas. Gobernadores, alcaldes, todo mudo está en el jaloneo.

Jorge Ramos Pérez

@jorgeramos7773