El cambio climático y la reducción de su impacto a través del cuidado de los glaciares, los avances científicos y tecnológicos de origen cuántico, las alternativas económicas, como las cooperativas, y la paz y la confianza serán parte de los temas a promover en materia de agenda internacional a fin de que se alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible y otros pendientes en los esquemas de políticas públicas para alcanzar un bienestar común, durante el próximo 2025.
A diferencia de otros años, por primera vez, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado cuatro temáticas diferentes en forma de Año Internacional, y así, cubrir diferentes aspectos en los que considera que cada país debe trabajar aún más en aras de un beneficio planetario.
Cada tema podría parecer lejano a nuestras realidades, pero, en realidad, no lo es tanto, en el caso de los glaciares, los que existían en México, en las cumbres de las altas montañas, se han derretido de forma paulatina, e incluso, algunos ya han sido declarados extintos. Varios de estos estaban registrados en los códices prehispánicos y formaban parte de esa variedad climática de nuestro territorio, en el que, prácticamente, casi todos los ecosistemas conocidos, están presentes.
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Sin embargo, las políticas climáticas no han sido suficientes para mitigar el aumento de la temperatura, y tampoco se han implementado políticas específicas para el cuidado y la conservación del ecosistema glaciar.
El refuerzo a las alternativas económicas que permiten un desarrollo más comunitario a través de sistemas de ahorro colectivos en los que los fondos económicos de varias personas permitan a cada una alcanzar alguna meta o contar con recursos en momentos complejos sin necesidad de someterse al entramado de instituciones financieras como los bancos, los cuales incluyen préstamos con intereses desorbitados, es parte de las metas de este año venidero.
De acuerdo con la ONU, las cooperativas “promueven la máxima participación posible en el desarrollo económico y social de las comunidades locales y de todas las personas, incluidas las mujeres, la juventud, las personas de edad, las personas con discapacidad y los Pueblos Indígenas, cuya inclusión refuerza el desarrollo económico y social, y contribuyen a la erradicación de la pobreza y el hambre”.
Sin embargo, en nuestro país, los marcos legales vigentes no han sido actualizados desde 1994 ni tampoco se han creado programas públicos que fomenten esta forma de organización socioeconómica.
Con motivo del centenario de la primera publicación de investigaciones sobre mecánica cuántica, es decir, el comportamiento de los átomos, y el impacto de este conocimiento en la ciencia y la tecnología, el próximo estará enfocado a la divulgación de los avances en la materia y a incentivar la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías con base en esta perspectiva científica.
A través de una publicación especial, con motivo del anuncio de la efeméride, la UNAM recuerda que “la mecánica cuántica ha ayudado a entender mejor el comportamiento de la materia y la energía a escalas atómicas y subatómicas, y sus bases han sido fundamentales para algunos de los desarrollos tecnológicos más importantes de nuestra era como los transistores y microcircuitos que son la base de la electrónica, los láseres y los relojes atómicos que han permitido las telecomunicaciones globales, los diodos emisores de luz conocidos por el acrónimo LED, que han creado una revolución en la iluminación”, entre otros.
Sumado a su uso para la elaboración de nuevos materiales, medicamentos, baterías mejoradas y células solares más eficientes, las comunicaciones seguras y la capacidad de las computadoras cuánticas para modelizar con mayor exactitud sistemas físicos complejos como el clima y las condiciones meteorológicas extremas.
Ante la trascendencia del campo de estudio, será necesario impulsar más proyectos en la materia así como facilitar que las innovaciones desarrolladas en las universidades y centros de investigación públicos puedan patentarse y ser aplicadas. Sin dejar de lado, todas las reflexiones éticas sobre el uso de estas tecnologías.
La convivencia pacífica, el diálogo y la resolución de conflictos son parte de los temas por trabajar el próximo año bajo el cobijo del Año Internacional de la Paz y la Confianza, cuyo objetivo es promover “un medio de movilizar los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la paz y la confianza entre las naciones sobre la base, entre otras cosas, del diálogo político, las negociaciones, el entendimiento mutuo y la cooperación, a fin de lograr una paz, una solidaridad y una armonía sostenibles”.
Cabe recordar que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, enfocado a promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas, estipula como meta que, para 2030, se reduzcan significativamente todas las formas de violencia y las correspondientes tasas de mortalidad en todo el mundo; se promueva el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantice la igualdad de acceso a la justicia para todos, y se fortalezcan las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación internacional, para crear a todos los niveles, particularmente en los países en desarrollo, la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia.
Con el objetivo de resaltar el papel que tiene la mujer en la humanidad, toda, pero en particular en la lucha por la emancipación y por los derechos de los pueblos indígenas, en nuestro país se conmemorará el Año de la Mujer Indígena, a través de la remembranza de Tecuichpo-Ixcaxochitzin (Flor Blanca-Flor del Señor Moctezuma), quien nació entre 1509 y 1510 en México Tenochtitlán; Tz'ak-b'u Aha, conocida como “la Reina Roja”, perteneciente a la cultura maya; la Señora 6 Mono o Señora mixteca de Huachino, y Xiuhtzatzin o Flor de la tierrita tolteca.
En el caso de las mujeres indígenas, es muy loable la remembranza histórica de algunas de ellas, quienes, efectivamente, habían sido relegadas a un segundo plano de la historia. Pero, la efeméride debe abrir el debate sobre las necesidades de todas aquellas mujeres que, por su origen étnico, su idioma y sus características físicas, entre otros elementos, son discriminadas, relegadas, violentadas, vendidas, explotadas, burladas, menospreciadas, vulneradas en sus derechos laborales, sexuales y reproductivos, entre muchos otros, e incluso, criminalizadas.
Las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres indígenas de nuestro país aún son muchas, y una manera de reconocerlas, es a través de la revisión de las políticas públicas vigentes desde una perspectiva interseccional, pero también, de su inclusión en la elaboración de las mismas a fin de que se conozcan sus necesidades e inquietudes desde su propia voz y con sus propias miradas.