En cualquier sistema democrático que se funda en garantizar los derechos fundamentales, la participación de su ciudadanía es vital para lograr un vínculo permanente entre el Estado y las demandas de la población con el objetivo de que el poder público tenga la dirección de generar normas nuevas o modificar las existentes, determinar la realización de políticas públicas, entre otras acciones que beneficien a la población.
Por ello, las elecciones resultan ser tan importantes en cualquier democracia ya que constituye el mayor ejercicio cívico que tienen las y los ciudadanos para emitir su derecho al sufragio y con ello cumplir, al menos, dos aspectos básicos. El primero, manifestar su acuerdo o desacuerdo por la gestión de una determinada administración pública o por los alcances logrados desde el Legislativo, con lo que el voto adquiere un enorme poder ciudadano; el segundo, al participar, dan legitimidad al propio sistema y a las personas candidatas y candidatos que resultan electos para un cargo de elección popular.
Además, en nuestro país existen diversos ejercicios democráticos en donde la población puede desde opinar sobre una política pública por parte de autoridades, la realización o no de alguna obra o servicio en la comunidad (presupuesto participativo), la opinión sobre la posible implementación de una ley, entre otras.
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De esta manera, la ciudadanía se siente tomada en cuenta y su opinión debe ser escuchada, es decir, adquiere valor pleno si su opinión está vinculada a las decisiones del gobierno.
Dicho lo anterior, quiero resaltar un ejercicio que es de llamar la atención en donde las niñas, niños y adolescentes entre los 3 y hasta los 17 años participan en un ejercicio cívico denominado Consulta Infantil y Juvenil a cargo del Instituto Nacional Electoral (INE).
Esta Consulta busca que la participación y expresión de este importante segmento de la población sea escuchada por distintas autoridades.
El INE en este mes de noviembre estará llevando a cabo la décima Consulta que ha realizado cada tres años desde 1997. En esta ocasión la definición del contenido de las boletas se integró por un grupo de personas expertas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de donde resultaron las temáticas identificadas a través de los resultados de un sondeo en donde participaron 22 mil 827 niñas, niños y adolescentes.
Las boletas están segmentadas por grupos de 3 a 5 años; de 6 a 9 años; de 10 a 13 años y de 14 a 17 años y podrán participar con temas relacionados con espacios comunitarios seguros, cuidado del medio ambiente y los animales, así como prevención de adicciones entre niñas, niños y adolescentes.
Ahora bien, para una óptima participación de nuestras futuras generaciones el INE resalta que la Consulta se implementará en varias modalidades: a través de una plataforma de participación abierta y a través de casillas ubicadas en los planteles escolares, en espacios públicos, en casilla itinerantes, en los módulos de atención ciudadana, en los institutos electorales locales de las entidades federativas, en las propias oficinas del INE, entre otras.
Resulta importante referir que habrá versiones en audio para todas las boletas digitales, en 10 lenguas indígenas, así como en plantillas braille.
Lo que sigue es la vinculación de los resultados que el INE dará a conocer en su oportunidad, con la generación de las políticas públicas respectivas que den cause a las preocupaciones, necesidades y visión del mundo que quieren nuestras niños, niñas y adolescentes.
Estos ejercicios deberían formar parte de la normativa que vincule a las diversas autoridades a reconducir sus programas de trabajo, así como a la generación de nuevos planes con lo que se obtendrían mejores resultados para la atención de alrededor del 25% de la población de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del INEGI de 2020.