INSEGURIDAD

Inseguridad en cifras

¿La inseguridad es mera impresión? No, existen resultados. | Fernando Díaz Naranjo & Miranda Cadena Santiago

Escrito en OPINIÓN el

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó, como cada septiembre, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) de 2024, en donde se destaca un aumento en la tasa de prevalencia delictiva en comparación con la del año anterior, registrando 21.9 millones de víctimas del delito.

Lastimosamente, no es sorprendente que la Ciudad de México sea la entidad cuya tasa de delitos por cada 100 mil habitantes se encuentra a la alza, al igual que otras 11, con 52 mil 723. En esta lista, le precede su vecino, Estado de México con 51 mil 881 y Aguascalientes con una tasa de 45 mil 262.

El fraude se posicionó como el delito más frecuente, con una tasa de 6 mil 962, en segundo lugar está el robo o asalto en la calle o transporte público, con 6 mil 526 y, la extorsión, con 5 mil 213.

A su vez, el INEGI compartió cómo los delitos personales, aquellos que afectan al individuo de manera directa, atañen en su mayoría a los mexicanos. Sin embargo, las cifras demuestran la deuda que el estado tiene con las mujeres en materia de seguridad, ya que ellas son las más vulneradas en torno a delitos sexuales con una tasa de incidencia de 4 mil 290 delitos por cada 100 mil, contabilizando 9 delitos sexuales contra mujeres por cada delito sexual contra hombres.

Otra comparativa en materia de género es el porcentaje de ciudadanas y ciudadanos que ‘se sintieron seguros al caminar sin compañía por la noche en los alrededores de su vivienda’, el 50% de los hombres encuestados confirmaron esta sentencia yd tan solo el 33.6% de las mujeres pudieron secundarla.

Pese a las alarmantes cifras de 31.3 millones de delitos cometidos, únicamente el 10.4% de estos, se denunció. Entre número y número, los ciudadanos reflejan que la confianza hacia las autoridades está estancada, pues este resultado es estadísticamente similar a la investigación de 2022.

¿La inseguridad es mera impresión? No, existen resultados. El Ministerio Público abrió una carpeta de investigación en 68% de estas denuncias, lo que implica que el 92.9% de los delitos no fueron investigados; cifra equivalente a la de un año anterior (92.4%).

Asimismo, se publicaron las razones por las que no se emiten denuncias y más de la mitad de mexicanas y mexicanos encuestados, lo atribuyeron a la desconfianza en las autoridades, y alrededor del 30%, lo consideran una pérdida de tiempo.

Por otro lado, en el universo del 68% de las denuncias en las que se abrió una investigación… tampoco se obtuvo una resolución satisfactoria. Me explico, en el 47.9% de los casos ‘no pasó nada o no se resolvió la denuncia’ y el 27.6% resultó en ‘trámite’; en 2023, el porcentaje de resolución positiva para las y los denunciantes fue de 1.2%.

En otro México viven aquellos que se enrarecen por que más del 60% de la población de 18 años y más, considera la inseguridad como el problema más grave que les atañe, seguido de la escasez de agua y el aumento de los precios. En este México, el real, el de los datos duros, las condiciones básicas para asegurar una calidad de vida digna no están garantizadas.

¿Seguridad? Cero y van dos.

Durante los primeros meses del 2024, el 73.6% de las y los mexicanos de más de 18 años, consideraron que vivir en su entidad federativa era inseguro, debido a la delincuencia. Con 90.1%, 87.5% y 87.4% respectivamente, Morelos, Guanajuato y Zacatecas, encabezan dicho listado.

Por si fuera poco, la gran mayoría de los entrevistados confirmaron que hay actividades cotidianas que dejaron de hacer, como permitir que menores de edad que viven en el hogar, salieran solas (os) en un 61.4% y salir de noche en 45.9%.

La ENVIPE 2024 es un reflejo estadístico de la realidad de todas y todos los mexicanos que diariamente, se enfrentan a obstáculos que les impiden vivir dignamente.

Por ello, ante una nueva administración federal, la seguridad de todas y todos los mexicanos debe ser una prioridad y, para ello, deben establecerse condiciones, compromisos y metas que bien podrían quedan plasmados incluso en el Plan Nacional de Desarrollo que sirva de marco para las administraciones estatales y municipales en la materia, si en verdad se quiere abatir este cáncer de nuestra sociedad.

 

Fernando Díaz Naranjo

@fdodiaznaranjo

Miranda Cadena Santiago (@_MirandaCadena)