El estudio de las sociedades ha sido un tema de interés en los últimos doscientos años, después del surgimiento de la Ilustración, momento de la humanidad en que se pretende conocer el todo y se realizan grandes compendios de conocimiento. Si bien existen algunos antecedentes por entender la vida de las personas en sociedad o el funcionamiento de las sociedades, es a partir de finales del siglo XVIII que emergen varias propuestas para desenvolver el entramado social que se estaba construyendo en el mundo.
Así surge el interés por el conocimiento de las sociedades en el pasado, la historia; el estudio de las personas en su entorno cultural, la antropología; la comprensión de las sociedades, la sociología; el desciframiento de los mecanismos de comunicación e interacción, las ciencias de la comunicación; el uso de la lengua en sociedad, la lingüística; los vestigios materiales de las sociedades pasadas, la arqueología; el cuerpo y la salud desde el ámbito cultural, la antropología física; las relaciones y las instituciones económicas, la economía; las relaciones y las instituciones políticas, la ciencia política; el papel del arte en las sociedades pasadas, la historia del arte; los imaginarios y procesos de memoria colectivos, la psicología social; el uso y la aplicación de la ley, las ciencias jurídicas, y por muchas otras temáticas que están construyendo nuevos campos de estudio.
A toda esta agrupación de saberes se le ha denominado ciencias sociales debido a su enfoque en el aspecto social, hecho que les ha provocado un sinfín de cuestionamientos por parte de otros campos de conocimiento al considerar que estas son subjetivas, sin rigor científico, limitadas en su campo de estudio, interpretativas, con poco impacto, entre muchos otros calificativos provenientes de una visión centrada en la denominada “exactitud científica”, caracterizada por apelar al uso del método científico de forma rigurosa.
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Sin embargo, su existencia y su opinión son necesarias ante fenómenos sociales como los que se viven actualmente que han deconstruido un status quo de más de 150 años y han mostrado la necesidad de la intersección de los conocimientos social, científico y tecnológico y la ética.
Hace algunos años, Immanuel Wallerstein propuso en su libro, “Abrir las ciencias sociales”, que estas deben abordar tomar en cuenta al vínculo entre los seres humanos y la naturaleza, al Estado, pero solo como objeto como bloque de construcción analítico, estudios que apuesten a “lo universal”, pero también a lo particular y redefinir lo que se entiende por objetividad. Además de una reestructuración de las mismas en el sentido de la apelación a la interdisciplinariedad, la expansión de los centros de estudio a lo largo del mundo y no sólo en algunas partes de él (Estados Unidos y Europa), apertura de programas de estudio innovadores y transversales e involucramiento de más estudiantes a los mismos.
Una serie de propuestas que a más de 30 años de la publicación de las mismas aún representan ciertos desafíos pero que, de manera paulatina, van cobrando realidad y colocan a las ciencias sociales en otro escalafón. De ahí la necesidad de continuar visibilizando su labor, su impacto y su trascendencia en un mundo que requiere soluciones ambientales, sanitarias, tecnológicas, de género, de inclusión, multi y pluriculturales y para llegar a ellas se necesita un análisis social.
En el caso de nuestro país, del 7 al 11 de octubre se llevará a cabo la VII Semana Nacional de las Ciencias Sociales, con eventos en más de 50 instituciones universitarias y centros de investigación de todo el país, donde se abordarán temas como derechos humanos, la represión a la protesta sobre los acontecimientos en Palestina, los retos de la democracia en un entorno digital, el racismo, la situación de las personas LGBT en espacios universitarios, la violencia, los programas anticorrupción, el nearshoring, el impacto del turismo, el medio ambiente, el agua, la inteligencia artificial, el género, las emociones, entre muchos otros tópicos.
Esfuerzo promovido por el Consejo Mexicano de las Ciencias Sociales con el que pretende continuar con su labor de difundir el quehacer de las mismas e impulsar su involucramiento en la elaboración de políticas públicas así como aumentar el impacto de las investigaciones de corte social en las comunidades.
La fiesta de las ciencias sociales está lista y la próxima semana habrá la oportunidad de acercarse de manera presencial o virtual a todas las actividades programadas en todo el país. En mi caso, les invito cordialmente a sumarse a un par de conferencias, en las que, en conjunto con mis compañeras y amigas, estaremos reflexionando sobre el papel de las ciencias sociales en nuestro contexto actual y una proposición de relectura de Michel Foucault a 40 años de su muerte.