La nueva fase del conflicto que se desató entre los tres poderes de la Unión por la Reforma Judicial abrió otro frente: la batalla de las mañaneras. Comenzó el lunes pasado. La decisión de juezas, jueces y magistrad@s de dar una conferencia de medios matutina todos los días es un acto que poco aportará a la estrategia del Poder Judicial de la Federación.
Con base en lo que informaron los organizadores, la “mañanera” abordará los temas relacionados con la reforma, dará cuenta de los casos judiciales “en general” y se anunciarán las acciones de resistencia que se decidan. Aseguraron que tendrá una duración de 30 minutos, con espacio para preguntas y respuestas, y será transmitida por el canal de YouTube Independencia Judicial MX.
Los integrantes del llamado Colectivo Artículo 41 también informaron que se trata de un ejercicio de derecho de réplica. La conferencia se difundirá casi a la par de la “conferencia del pueblo”, de la presidenta Claudia Sheinbaum, con el propósito de responder y aclarar los argumentos sobre la reforma que ahí se presenten.
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Para el Poder Judicial, la decisión llega tarde. Y aunque el formato podría serle ser útil para aclarar algunos puntos, es importante subrayar que el instrumento elegido no cuenta con las características para hacerle frente a una herramienta tan poderosa como la que se ha construido desde hace seis años en Palacio Nacional.
Si bien la conferencia matutina de la primera mandataria parece estar en busca de un modelo personal acorde con el perfil de imagen que quiere construir, hasta ahora es evidente que sigue cumpliendo a cabalidad con una de las características que le imprimió su antecesor: su efectividad es más propagandística, persuasiva y emocional, que informativa. Pero funciona.
En contraste, la estrategia de comunicación que ha puesto en marcha el Poder Judicial se sigue percibiendo dispersa, muchas veces desarticulada o fuera de foco, y tradicional. La distancia que como institución tuvo en el pasado con la sociedad, se ha convertido en uno de sus principales lastres para construir la confianza y credibilidad que hoy necesita.
Aún más: la estrategia de comunicación del Poder Judicial enfrenta problemas tácticos, en la selección de medios e instrumentos, en el diseño de narrativas y en algunas de las ideas fuerza que quiere comunicar. Por si fuera poco, algunas de sus acciones principales —como la reducción de actividades, las marchas y bloqueos de avenidas— tampoco están generando el apoyo ciudadano que están buscando.
Por ejemplo, son varios los ministr@s, jueces, juezas y magistrad@s que quieren debatir para posicionar mejor su mensaje. Sin embargo, una cosa es el debate técnico—jurídico y otra la conversación pública para convencer a la sociedad en un tema que se ha convertido de manera prioritaria en político. En el actual contexto se requieren ambas y la jefa del Ejecutivo lo sabe.
Como se ha podido observar, la nueva conferencia mañanera no participará con eficacia en el "diálogo político” indirecto que se abrió desde el inicio el conflicto. La razón es obvia. El piso parejo de la conversación dejó de existir en el momento mismo que la mayoría calificada en el Congreso aprobó la reforma.
También puedes ver: Canal Independencia Judicial MX, transmisión en YouTube.
En efecto, muchos de los instrumentos de poder con que cuenta el Poder Judicial ya están anulados. Su problema es jurídico, político y comunicacional. Ante tal complejidad, ni la persuasión ni la razón suplirán los elementos de fuerza que se requieren para que el Ministerio Público ejecute y concluya, por ejemplo, los procedimientos que deben seguirse en los amparos.
El mejor ejemplo del desequilibrio y asimetría que existe entre los poderes, luego de la aprobación en el Congreso de la reforma constitucional, lo puso la licenciada Nancy Juárez, jueza Décimo Noveno de Distrito en Veracruz. La orden que dio a la presidenta Sheinbaum de eliminar el decreto de reforma y bajar la publicación del Diario Oficial sólo quedará en un choque de acusaciones, razonamientos jurídicos y comentarios que no impedirán que el proyecto siga su curso.
El punto de inflexión no serán las conferencias de medios matutinas del Poder Judicial. En consecuencia, quedan aún varias preguntas de las que aún desconocemos las respuestas:
- ¿Cuáles son los verdaderos objetivos estratégicos de las y los integrantes principales del Poder Judicial? ¿Qué podrán obtener con los escasos recursos de poder que hoy tienen para modificar la reforma ya aprobada? ¿Tendrán la capacidad de corregir en el corto plazo su estrategia política y de comunicación?
- ¿Estamos realmente o no frente a una crisis constitucional como consecuencia de los puntos de vista encontrados y la reducción de actividades que está retrasando la impartición de justicia como lo establece la Constitución?
- ¿Hasta dónde escalará el conflicto entre los poderes y cuáles serán las repercusiones económicas, políticas y sociales para el país y la población en caso de que se le pierda el control?
- ¿Cómo se resolverán los problemas y retos diversos que aún prevalecen en el proceso electoral del primer domingo de junio del año próximo? ¿En realidad llegarán las personas más capaces y experimentadas o las más carismáticas y hábiles para hacer campaña? ¿Qué problemas tendrán que resolverse si termina ganando en forma abrumadora la abstención?
- ¿Qué solución se dará al retraso sin precedente en los trámites de los asuntos de carácter jurisdiccional, o en las audiencias, diligencias o actos procesales con partes en conflicto, terceros, autoridades y con el estancamiento de los procesos en los que se llevan a cabo las llamadas audiencias de arranque?