No ha pasado ni un mes, pero las cosas no van bien y aunque es difícil responsabilizar a la nueva presidenta por las situaciones que se viven, a partir de la forma de reaccionar ante los distintos problemas nos deja ver que será difícil que mejoren las cosas pronto.
Se habló mucho del segundo piso del gobierno de López Obrador, que las cosas estaban muy bien y ameritaban una continuidad ciega, y aparentemente eso se intentó. La secretaria de seguridad ahora está en gobernación, el de seguridad de la CDMX ahora es el nacional y básicamente se jugó a las sillas para cambiar sin cambiar nada, pero se les olvidó un pequeño detalle, el expresidente decía más de 100 mentiras al día y el supuesto “buen estado” del país es una ficción absoluta.
Algunos comentarios sobre ciertos temas:
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- La reforma judicial. El documento presentado por López Obrador para desmantelar al poder judicial fue hecho (evidentemente) con la idea que no sería aprobado y está lleno de vacíos y contradicciones que no serán fáciles de sortear. No son los amparos o las suspensiones o los tratados internacionales, es que simplemente es tan mediocre que se tuvieron que juntar un fin de semana a hacer una tómbola para ver quiénes serían los 350 magistrados de circuito y los 361 jueces de distrito que serían removidos de su cargo para “elegir” a quienes ocuparían los espacios. Solo para ponerlo en proporción, una elección federal (sexenal) abarca la votación por 300 diputados, 96 senadores y un presidente de la República… poco más de la mitad de los que quieren elegir el año que entra en el Poder Judicial. Monreal ya anunció otro bloque de reformas secundarias y el hecho es muy simple, está mal hecha la reforma. Ahora a ver en qué acaba este relajo. Me queda claro que el punto es regresarle la justicia al Poder Ejecutivo (Sheinbaum) y así traer de vuelta el presidencialismo que vivimos décadas (ese del PRI antiguo que no tenía contrapesos), pero en lo que definen cómo le hacen para no verse tan cínicos, el dólar sigue subiendo y la incertidumbre de miles de trabajadores del Poder Judicial que apostaron por la formación ya es un descontento mayor.
- La seguridad (I). El asesinato del alcalde de Chilpancingo es una imagen que debe perdurar, no es un tema menor y estamos hablando de una escena digna de película. La respuesta del gobierno tanto local como federal fue que no había pedido seguridad… o sea ¿se lo merecía por no pedir seguridad? Un caso similar pasó esta semana con el sacerdote Marcelo Pérez de San Cristóbal de las Casas, en este caso Sheinbaum “prometió” que no habría impunidad y fuera de que es la respuesta de manual, o sea funciona en cierto grado, ahora gente cercana a Morena intenta vincular al sacerdote con el crimen organizado… Dicen que él tuvo la culpa y que la Iglesia está metida con el crimen organizado… ¡Claro que están metidos! Llevan más de un año intentado parar la ola de violencia y se han hecho diálogos y otro tipo de encuentros, incluso Sheinbaum firmó un acuerdo con la Iglesia (aunque negó que las cosas estuvieran mal como en su análisis), y si seguimos que para ella México estaba seguro hace unos meses, entonces ¿cuándo se arruinó?
- La seguridad (II). Sinaloa sigue en llamas y lejos de que se le vea fin, cada día salen nuevos datos que comprueban tres cosas con claridad: que no se ha dicho la verdad sobre la muerte de Héctor Cuén, que lo del arresto de “El Mayo” sigue siendo un misterio y que el gobernador Rocha Moya sabe y está mucho más metido de lo que ha reconocido. Ahora resulta que las grabaciones de la gasolinera fue un montaje y que los videos que mandó la fiscalía del estado de Sinaloa son falsos… y eso sin mencionar todas las pérdidas tanto humanas como materiales que hay en Sinaloa por estar en medio de una guerra, y que los gobiernos local y federal parece que son más parte del problema que de la solución.
Se van acumulando problemas y parece que los encargados de las soluciones todavía no toman protesta. No se puede culpar todavía a Claudia Sheinbaum de lo que está pasando, pero es evidente que no tienen cómo resolverlo y en sus respuestas se ve evasión. Ojalá se componga o el deterioro seguirá campante por nuestro país.