GOBIERNO DE MÉXICO

Despegue complicado

El sexenio inicia con turbulencias, no se ve fácil. | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

El inicio de sexenio ha sido marcado por la histórica realidad de que por primera vez en nuestro país tenemos una presidenta de la República y sin duda el cambio es un juego de expectativas y realidades complejo de administrar.

La toma de protesta, acompañada de un discurso que tuvo momentos buenos, pero fue principalmente una loa partidista y al expresidente, dejó un sabor de boca más sectario que republicano y a pesar de que abordó la historia de mujeres mexicanas y en un par de temas marcó diferencias con su antecesor, se sigue sintiendo que será una presidencia tutelada por López Obrador (que además es bastante machista), quien aseguró una buena cantidad de posiciones estratégicas para mantener su influencia.

Los símbolos son ambiguos, pero las realidades absolutas. El sexenio inicia con turbulencias y más allá de nombramientos y retórica, no se ve fácil. Algunos comentarios:

  • La reforma judicial es un dardo envenenado para Claudia Sheinbaum y ha caído completamente en la trampa. El problema no es retórico y por mucho que suene “bonito” hablar de que es “más democrático elegir a los jueces”, en lo práctico, es una rotunda estupidez. Si pierde y no se aplica la reforma por las controversias y amparos, ella pierde por la forma en que se ha sumado a la causa, pero si gana y se aplica va a perder más porque es imposible sacar adelante un proceso de elección entre más de 42,000 candidatos a jueces, magistrados y ministros. Por mucho que lo puedan malear y todos sean afines a Morena, el proceso es inaplicable. Según Mauricio Merino, exconsejero electoral, en 2025 habría 10,815 candidaturas para elegir a 1,481 personas y en 2027 serían 31,345 candidaturas para elegir 5,229 cargos. Lo mejor que le podría pasar a la nueva presidenta es que tumben la reforma por vicios en el procedimiento (que los tiene) y después le baje el volumen y la deje morir… no sería una victoria, pero tampoco una derrota o un ridículo público.

  • La seguridad también es un tema central y el inicio del sexenio ha sido muy accidentado. No sólo es que se carga con la marca de homicidios y violencia que dejó López Obrador, es que se ha descompuesto más en estos días. Para empezar la realidad de Sinaloa es insostenible, la última gira de AMLO dejó un video bastante preocupante en el que parece que se disculpa con el crimen organizado y culpa a los norteamericanos de las capturas, pero más allá de eso, es insostenible la situación: muertos a diario, carreteras cerradas y violencia normalizada. A eso se le suma que las cifras empeoraron en la semana que lleva en la presidencia Claudia, y el trágico y brutal asesinato del alcalde de Chilpancingo Alejandro Arcos. No es un asesinato común, estamos hablando de que dejaron encima del automóvil la cabeza del alcalde de la capital de Guerrero y la respuesta de la presidenta ha sido salir a negar que le pidieran a ella (o a Harfuch) seguridad… o sea el tema no es que lo mataran, es que a ella no le pidieron antes ayuda… un presidente que no estuviera tan partidizado (no politizado) inmediatamente pediría al Senado la desaparición de los poderes en Guerrero e intervendría completo el estado… decapitaron al alcalde de la capital y era de oposición, no se puede ver como normal, pero como es un tema de Morena, ni siquiera se ha mencionado la posibilidad.

El presidente de la República es responsable de todo y responde por todos, puede no ser culpable de muchas cosas, pero sí es responsable. Dicen que mal comienza la semana para el que ahorcan el lunes, y pocas veces la aplicación del refrán puede ser tan textual. La presidenta deberá tomar decisiones y dejar claro que no se va a tolerar la violencia o estamos ante el inicio de una espiral de la que no saldremos al menos en seis años.

 

Julio Castillo

@JulioCastilloL