GOBIERNO FEDERAL

Tiempos de descarte

¿Quién será descartado mañana? | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

Hoy queda claro que vivimos tiempos grises. Que la llegada de Claudia Sheinbaum requirió de pocos días para que la violencia marcara todas las noticias y el descarte de personas, en todos los sentidos, se hiciera presente desde la presidencia y hasta las “tómbolas” en el Senado de República.

Se llega del sexenio más violento de la historia y uno pensaría que dos semanas no dejan mucho que decir y en parte es cierto, pero ya vamos en récord de asesinatos (más de mil en 13 días) y creo que pocos presidentes han sido recibidos con realidades como la pérdida total del control en Sinaloa y la decapitación del alcalde de la capital de Guerrero, y la respuesta tanto de la presidenta como de su equipo fue mediocre y gregaria.

La política electoral debe ser distinta al gobierno; en la elección se les habla a algunos, desde el gobierno a todos. López Obrador rompió esta regla y se puede decir que le funcionó, Claudia sigue con el mismo estilo y no creo que le vaya a funcionar igual. Se irá viendo. El descarte es el mal de los autoritarios y desde los dictadores genocidas y hasta los que sólo son muy bocones, está presente en la raíz de toda decadencia política.  Algunos comentarios:

  • El espectáculo que se vio en el Senado el fin de semana pasado es el ejemplo más ruin de descarte, quizás de la historia de México. Por sorteo eligieron a quienes correrían y aunque al final correrán a todos, el método parcial resulta peculiarmente perverso, circense y autoritario. Estamos hablando de personas que tienen preparación, que han hecho carrera judicial y que han entregado su vida al Poder Judicial. Nadie debería tener derecho de decidir el destino de nadie, sólo sus resultados y su capacidad deberían calificar su permanencia, pero son tan cobardes que no fueron capaces de decir a quienes correrían, hicieron un sorteo para descartar sin criterios.

  • La tendencia a desprestigiar a figuras de la oposición o a aquellos que critican al gobierno, tildándolos de “conservadores” o parte de la “mafia del poder”, refuerza la idea de una sociedad donde las voces disidentes son fácilmente descartadas en el discurso público. Se descartan ideas o proyectos por el simple hecho de provenir de la oposición, en lugar de evaluarlos objetivamente. El ejemplo más reciente ya es de Claudia Sheinbuam cuando en plena conferencia de prensa junto al gobernador del PAN Mauricio Kuri, dijo que la oposición no sería atendida por ella, sino por la SEGOB, que ella hablaría con el “pueblo de México”… de nuevo la falacia “ad populum” que quiere decir que no atenderá a nadie.
  • El caso de los desaparecidos en México, tanto víctimas del crimen organizado como de las autoridades, es quizás uno de los ejemplos más dolorosos de una sociedad de descarte. Familias enteras buscan a sus seres queridos mientras el Estado ha sido ineficaz o indiferente en muchos casos. La indiferencia institucional frente a estos casos refuerza la idea de que la vida humana es tratada como algo prescindible, sin un valor intrínseco más allá de su utilidad inmediata. El caso de los migrantes es muy similar y cada vez es más notorio como son usados por el crimen organizado y como son descartables por el ejército. El episodio más reciente fue horas después de la toma de protesta de Claudia Sheinbaum, que le dispararon a una camioneta con 33 migrantes, de los cuales 12 fueron heridos y seis asesinados.

La cultura del descarte es el mejor ejemplo de la ironía de un movimiento que se hace llamar “humanista” mientras da permiso para matar, se niega a dialogar con quienes no piensan como ellos y corre profesionistas por “tómbola”. El primer día fueron migrantes, después contra la oposición y ahora contra los funcionarios del Poder Judicial, ¿quién será descartado mañana?

 

Julio Castillo

@JulioCastilloL