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Remedios contra la corrupción

La secretaria de la Función Pública, Raquel Buenrostro presentó el nuevo modelo de prevención y combate a la corrupción, basado en 10 pilares, que tendrá la “Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno”. | Ricardo del Muro

Escrito en OPINIÓN el

Desde las carpas, Jesús Martínez Palillo (1913-1994) se convirtió en portavoz del pueblo al denunciar y burlarse de los políticos “abusivos, rateros lacras, pulpos chupeteadores”. Y todavía se recuerda aquella frase: “la solución somos todos”, eslogan de campaña de José López Portillo (1976) que se convirtió en la parodia “La corrupción somos todos” de Chucho Salinas y Héctor Lechuga. 

Tristemente, al paso del tiempo, el tema no pierde vigencia. Entre broma y broma –dice el refrán–, la verdad se asoma. México es el país más corrupto de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción. Y ésta se sintetiza en la frase “el que no transa, no avanza”. En el año 2015, México se ubicaba en el lugar 95 del Índice; para 2016, descendió al 123 y en los últimos cuatro años se mantiene en la posición 126 de los 180 países evaluados por Transparencia Internacional, donde Dinamarca y Finlandia ocupan los primeros lugares como países con menos corrupción

La corrupción es el principal problema de México, dijo Andrés Manuel López Obrador al inicio de su sexenio y aunque hubo avances –se acabaron los “moches” y se combatió el huachicol–, terminó su gobierno lamentando el desfalco superior a 9 mil millones de pesos en Segalmex (Seguridad Alimentaria), donde todos los presuntos responsables están en la cárcel, menos Ignacio Ovalle Fernández, quien fue titular del organismo. 

La “lucha sigue” al iniciarse el segundo piso de la Cuarta Transformación. La secretaria de la Función Pública, Raquel Buenrostro presentó el nuevo modelo de prevención y combate a la corrupción, basado en 10 pilares, que tendrá la “Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno”, nuevo nombre de la dependencia.

Entre los diez pilares, que Buenrostro enumeró en la conferencia mañanera del 17 de octubre, están: prevenir la corrupción, dignificar el servicio público con principios éticos, fortalecer la cultura de la denuncia, realizar investigaciones proactivas y continuas sobre el uso del gasto público y la prestación de servicios, combatir la impunidad e involucrar a la sociedad en la lucha anticorrupción. 

En pocas palabras, según dijo la funcionaria: “Tenemos que hacer que violar la ley sea más caro que cumplir la ley”. Un reto ambicioso, pero difícil. El 83.1% de la población considera frecuentes los actos de corrupción al realizar trámites de servicios (Inegi, 2023) y esto tiene una larga historia. 

La palabra “carrancear” se popularizó para describir los saqueos que hicieron los integrantes del Ejército Constitucionalista, comandados por Venustiano Carranza. Y también está la frase: “Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”, atribuida a Álvaro Obregón, cuyo brazo mutilado, según la leyenda, brincó entre los cadáveres de la batalla de Celaya para alcanzar una moneda de oro.

Las “cruzadas” contra la corrupción, de acuerdo a William Michael Reisman, en su libro “¿Remedios contra la corrupción?” (1979), pueden humillar o castigar a algunos miembros de las elites, pero no cambian la estructura básica de poder, ni sus costumbres fundamentales. Se refuerza el “sistema mítico” de normas (que consta de códigos y leyes formales), pero nada cambia en los “códigos prácticos” (que son los que realmente guían las conductas de la ciudadanía en países con problemas de corrupción estructural) y que le dicen cuándo, cómo y quiénes pueden realizar acciones prohibidas por las formalidades legales.

El soborno, dice Reisman, es la variante de una de las técnicas fundamentales de la política: otorgar indulgencias reales o prometidas, para obtener cierta conducta deseable. Y ésta parece haber sido la táctica utilizada por los diputados morenistas para lograr el voto de los Yunes con lo que se logró la aprobación de la reforma judicial.

Ricardo del Muro

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