CLAUDIA SHEINBAUM

La Presidenta ha tenido una semana difícil

Con un respaldo masivo y un Congreso a favor, Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México en medio de desafíos urgentes. | Ricardo del Muro

Escrito en OPINIÓN el

Al recibir la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez (qepd), histórica líder de la izquierda mexicana, y flanqueada por dos mujeres cadetes en una simbólica ceremonia en el Congreso, Claudia Sheinbaum se definió como “madre, abuela, científica y mujer de fe”. Y a partir de ese día, por voluntad del pueblo, es la primera presidenta constitucional de México.

Sheinbaum llega con un enorme poder a la Presidencia. Tiene el respaldo de casi 36 millones de mexicanos –59% de la votación, incluso arriba del récord alcanzado por López Obrador–, y un Congreso con una mayoría morenista, que le garantiza la aprobación de todas sus reformas constitucionales, empezando por las diez primeras para reforzar derechos y protección de las mujeres. 

Sin embargo, a pesar de su poder, no ha sido fácil el inicio de su gobierno. Además de los 100 compromisos que hizo en el Zócalo el día que asumió la Presidencia, han comenzado a surgir todo tipo de conflictos y problemas que no estaban contemplados en la agenda. Desde la destrucción causada por un huracán en Acapulco, el asesinato de seis migrantes en Chiapas por soldados del Ejército, la violencia que sigue en varios puntos del país y además, un pleito entre poderes, nunca antes visto, que puede afectar la economía del país. Ha sido una semana difícil. Y el sexenio apenas comienza.   

En su primer discurso como presidenta, se vio en la necesidad de expresar públicamente su compromiso de mantener la autonomía del Banco de México (Banxico), una política fiscal responsable y enviar un mensaje a los inversionistas nacionales y extranjeros, preocupados por la aprobación de la reforma al Poder Judicial, al asegurar que sus inversiones están seguras.

El martes, aniversario de la masacre de estudiantes del 2 de octubre de 1968, el Palacio Nacional amaneció resguardado con vallas blindadas. La presidenta Sheinbaum se reunió muy temprano con el gabinete de seguridad, donde fue informada del asesinato de seis migrantes por elementos del Ejército en Chiapas. Y esa tarde, después de su primera conferencia mañanera –donde el Estado mexicano ofreció una disculpa pública a las víctimas del movimiento del 68–, viajó por carretera al puerto de Acapulco para evaluar los daños causados por el huracán John. 

Al día siguiente, recibió la salutación de las Fuerzas Armadas y Guardia Nacional como Comandanta Suprema y refrendó su compromiso de nunca emitir una orden que vulnere la Constitución o los derechos del pueblo. Ante los sucesos de Chiapas, Sheinbaum informó que la Fiscalía General de la República (FGR) está investigando cómo ocurrieron los hechos y la responsabilidad no sólo de los soldados que dispararon, sino también “si hay responsabilidad adicional de mandos”.

El jueves sucedió un hecho inédito. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) admitió una consulta para impugnar la reforma judicial. Decisión que fue calificada de “golpe de Estado” por  Lenia Batres, una de las tres ministras que estuvieron en contra. 

La respuesta de la presidenta Sheinbaum llegó en la conferencia mañanera del viernes: “La transformación no la pueden parar ocho ministros”. Y enfatizó: “Primero, no vamos a caer en ninguna provocación; segundo, va a haber elección de jueces, de magistrados, magistradas, ministros y ministras de la Suprema Corte, porque eso es lo que dice el artículo 39 Constitucional, es la decisión del pueblo de México.”

El conflicto seguirá en las próximas semanas y surgirán nuevos problemas.

Aunque es difícil evaluar estos primeros días del sexenio, puede afirmarse que, en el termómetro económico, el peso mexicano se fortaleció; el primero de octubre se cotizaba en 19.66 pesos por dólar y el viernes cerró en 19.25 pesos, una ganancia de 2.2 por ciento. 
 

Ricardo del Muro

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