El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en el mundo y es la principal causa de muerte en mujeres. En 2022, se diagnosticaron 2.3 millones de casos y 670 mil personas murieron por esta causa a nivel mundial. Ese mismo año, en México se registraron 7 mil 888 muertes por esta enfermedad y 23 mil 790 casos nuevos. Aunque suele asociarse con mujeres, se estima que entre el 0.5% y 1% de los casos de cáncer de mama se presentan en hombres.
Ser mujer es el principal factor de riesgo asociado a esta enfermedad, aunque también influyen otros como el envejecimiento, la obesidad, el consumo nocivo de alcohol y el tabaquismo. La mayoría de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama no presentan síntomas en las fases tempranas, de ahí la relevancia de la detección oportuna.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 19 de octubre como el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama y, en México el mes de octubre se considera el mes rosa con la finalidad de concientizar y sensibilizar sobre este padecimiento. Sin embargo, la concientización no es suficiente para garantizar el acceso al tratamiento de esta enfermedad. Actualmente, en México 50.4 millones de personas, 39.1% de la población total, reporta tener carencia por acceso a los servicios de salud, con lo que el acceso se limita de manera importante.
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El incremento en la carencia en términos de salud se asocia a un menor acceso y uso del sistema público de salud. En este sentido, una de las causas de esta caída tiene que ver con la falta de recursos necesarios para poder brindar servicios de prevención y atención oportuna, así como el tratamiento adecuado para el cáncer de mama, esta situación se agrava en el caso de las personas sin seguridad social, es decir sin afiliación al IMSS o al ISSSTE, por ejemplo.
En 2023, el IMSS destinó 3 mil 121 mdp para la atención de 59 mil 586 pacientes con cáncer de mama. En cambio, las últimas cifras que se publicaron para la población sin seguridad social rondaban los 1 mil 105 mdp en 2020, poco más de una tercera parte del gasto que destinó el IMSS. Además, las acciones específicas de prevención y atención de cáncer de mama de la Secretaría de Salud (SSa) tuvieron una caída del 79% respecto de 2018, cuando sumaron 522.6 mdp, mientras que, en 2023 fueron 105.8 mdp.
Los recursos destinados a la atención del cáncer de mama no solo son insuficientes y desiguales, sino también son ineficientes en términos contables dado que el monto aprobado dista considerablemente del monto ejercido. Para 2023 se aprobó un presupuesto para estas acciones de 387.8 mdp pero solo se ejerció el 27% de estos recursos.
La baja inversión pública limita la atención y detección oportuna del cáncer de mama, además de que traslada la carga económica al bolsillo de los hogares cuando tienen que acudir a los establecimientos privados. En promedio, una persona con cáncer de mama tiene, al menos, tres veces el gasto de bolsillo de una persona sin este padecimiento. El día mundial de la lucha contra el cáncer de mama también es una oportunidad de recordar que las acciones de prevención y diagnóstico oportuno no solo requieren de presupuesto asignado, si no también de que estos recursos efectivamente se ejecuten.
Judith Senyacen Méndez Méndez*
Directora adjunta de investigación y especialista en salud y finanzas públicas
Doctorante de Políticas Públicas en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey. Obtuvo una maestría en Administración con especialización en Finanzas Corporativas y es licenciada en Economía por la misma institución. Ha cursado estudios de Evaluación Social y Económica de Proyectos en el ITAM, Model for Evaluation of Financing Options de la International Atomic Energy Agency (IAEA) y de Economía de la Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Tiene experiencia en evaluaciones socioeconómicas de proyectos públicos. Su ensayo titulado "Hacia un sistema sostenible de salud" fue reconocido por la Facultad de Medicina de la UNAM y por Funsalud como una propuesta innovadora para mejorar el Sistema de Salud en México. Se incorporó al CIEP en julio 2016 como Coordinadora de las investigaciones de salud y de finanzas públicas. Le interesa contribuir a un México donde la salud sea un igualador social y no un perpetuador de inequidades.