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Alquimia, una publicación para la vista

La revista Alquimia fundada hace 27 años, comenzó como todas imprimiéndose en papel, ahora lleva dos o tres años sólo circulando en PDF, es trimestral y está especializada en fotografía. | Ulises Castellanos

Créditos: Francisco Mata
Escrito en OPINIÓN el

Uno siempre aprende de los amigos a los que admira, y esta semana en nuestra habitual reunión de los “Martes de Malta”, el querido Juan Carlos Valdez, director de la Fototeca nos compartió la más reciente edición de la revista trimestral especializada en fotografía y fundada hace 27 años, Alquimia.

La revista Alquimia que comenzó como todas, imprimiéndose en papel, lleva unos 2 o 3 años sólo circulando en PDF, especialmente a partir de la pandemia y derivado de los altos costos de producción que le afectan a toda la industria editorial. El investigador Arturo Ávila Cano es su editor y Zaira Barrera Hernández su diseñadora. El Consejo de asesores lo integran: Alicia Ahumada, Marco Antonio Cruz†,Bernardo García, Carlos Jurado†, Patricia Massé Z., Adrián Mendieta, Patricia Mendoza†, Francisco Montellano, Ricardo Pérez Montfort, José Antonio Rodríguez†, Gerardo Suter y su Comité editorial cuenta con la valiosa participación de Mayra Mendoza Avilés, Rebeca Monroy Nasr, Gerardo Montiel Klint, Columba Sánchez y el propio Juan Carlos Valdez Marín.

En el texto que Francisco Mata escribe al final de esta edición, está el secreto de la fascinación por ver el mundo a vuelo de pájaro: “En nuestros sueños, volar es posible. Sentir el aire fresco en el rostro es el antecedente emocional a lo verdaderamente trascendente; mirar hacia abajo, no hacia el frente ni mucho menos hacia arriba, lo importante está abajo, donde lo familiar adquiere nuevas formas y dimensiones que nos hacen reconocer lo conocido. No intentamos convertirnos en pájaros o máquinas voladoras, mucho menos en dioses, lo que buscamos es ser más humanos, ubicarnos en nuestras limitaciones e imaginar extensiones a nuestros sentidos; lo que nos mueve es poder encontrar la curiosidad y la sorpresa, emociones que son motor fundamental de la ciencia, el arte y el amor”. Se trata de un texto inspirador en toda la extensión de la palabra.

En la editorial que presenta Arturo Ávila en esta edición, Arturo destaca en su texto sobre las imágenes aéreas lo siguiente: “Los historiadores de la fotografía conservan en la memoria algunas imágenes que Nadar elaboró en su estudio parisino, aludiendo a la práctica de la aerostación, así como la famosa litografía fechada en 1862, que lleva como título “Nadar elevando la fotografía a la altura del arte”. Enseguida Columba Sánchez Jiménez nos cuenta una historia fascinante detrás del archivo del Fondo William Ferbrache Plaster, una belleza de texto acompañado de varias imágenes aéreas espectaculares tomadas por William Ferbrache.

Más adelante Juan Ángel Salinas escribe: “Para la segunda mitad del siglo XX, la fotografía área en México se convirtió en la estrategia perfecta para representar y difundir la modernización de las ciudades. Si bien, en décadas anteriores estas imágenes fueron utilizadas en el campo de la geografía y la guerra, poco a poco, también fueron ocupadas para promover el turismo debido a que lograban capturar la belleza y la monumentalidad de los espacios”.

La transición en México de un país rural a uno urbano, ha capturado la atención y la imaginación de muchos, especialmente en el ámbito de la fotografía. Las fotos de Héctor García que se destacan en esta edición, nos ofrecen nuevos ángulos sobre la rápida expansión y metamorfosis de la capital. Su visión única revela no solo el crecimiento físico de las ciudades, sino también las historias humanas detrás de cada esquina. 

En un tiempo donde los drones están revolucionando nuestra forma de ver el mundo, es fascinante recordar que García fue uno de los pioneros en explorar esta nueva dimensión visual antes de que esta tecnología se popularizara. Sus imágenes nos invitan a reflexionar sobre cómo los espacios urbanos han evolucionado y cómo nuestras vidas se entrelazan con este entorno cambiante. A través del lente del fotógrafo, somos testigos no solo del avance arquitectónico, sino también del espíritu vibrante que define a una ciudad en constante transformación. Cada foto es un recordatorio inspirador del poder que tiene la imagen para capturar momentos efímeros y contar historias eternas.

Las fotos de Héctor García aquí recopiladas son una joya visual de la historia de nuestra ciudad.

Sobre la página 45, Ricardo Alvarado Tapia nos cuenta: “El deseo de ver desde las alturas se materializó con la ascensión del primer globo tripulado en 1784 en Francia, sólo tres años antes de que Robert Barker patentara la técnica del panorama que permitía exhibir en 360º, lienzos pintados con una perspectiva elevada que permitía representar el horizonte lejano. Louis Daguerre creó otra forma de representación, a las pinturas de grandes dimensiones les agregó diseño de iluminación con luces traseras y delanteras y el uso de filtros, para dar la sensación de pasar del día a la noche en unos minutos. Recordemos que Daguerre ha pasado a la historia junto con Nicéphore Niépce como uno de los inventores de la fotografía, presentada oficialmente el 19 de agosto de 1839”.

Más adelante el propio Ricardo Alvarado narra todo sobre un fotógrafo de la Fuerza Aérea Mexicana. “Vicente Cortés Sotelo nació en 1893 en el Barrio de la Merced de la Ciudad de México; en 1910 se une al movimiento armado revolucionario bajo las órdenes de Pascual Orozco a quien combatió cuando se levantó contra Francisco I. Madero, pero sirvió por seis meses del lado de Victoriano Huerta cuando tomó el poder. Estuvo en la División del Norte junto a Maclovio Herrera y Manuel Ochoa. Entre 1915 y 1920 vivió en Ciudad Juárez, lugar dónde instaló un estudio fotográfico en la calle de Porvenir no. 2. Para 1921 y hasta finales del 24 consigue pases de ferrocarril para viajar toda por la República mexicana, con el fin de “tomar vistas cinematográficas y fotográficas de todo lo más notable que tiene nuestra querida patria” para darlo a conocer a las diferentes naciones”. Y en esas páginas vemos varias de las imágenes que logró este pionero. 

Entre los pasajes ahí narrados, Ricardo Alvarado rescata esta linda anécdota: “Vicente Cortés tuvo la buena fortuna de registrar los años dorados de la aviación mexicana, capturó momentos de la apoteósica primer visita de quien fue considerado la primera persona más famosa del mundo por la revista Times en el año de 1927 por su hazaña de cruzar en el “Spirit of St. Louis” el océano Atlántico de New York a París: Charles Lindbergh. A raíz de este evento, se designó al joven, pero reconocido piloto de la FAM, Emilio Carranza, para corresponder a la visita con un avión Ryan similar al de Lindbergh, el “México-Excélsior”. Cortés hizo varios retratos del famoso piloto mexicano y le escribió un poema cuando murió de regreso de New York”.

La tecnología ha transformado radicalmente nuestra forma de percibir y conectar con el territorio. Herramientas como Google Maps no solo sirven para guiarnos en nuestras travesías, sino que también nos ofrecen un resumen completo de la geografía que nos rodea. Al explorar nuevas rutas y destinos, estas aplicaciones enriquecen nuestra experiencia al proporcionar información sobre lugares de interés, restaurantes recomendados y hasta condiciones del tráfico en tiempo real.

Vivimos en una era donde la información está al alcance de nuestra mano. Esta transformación no solo facilita nuestros desplazamientos diarios, sino que también nos invita a descubrir el mundo con una nueva perspectiva. Cada viaje se convierte en una oportunidad para aprender y apreciar el entorno de maneras que antes parecían inalcanzables. Así, herramientas como estas no son meros instrumentos; son aliados en nuestro proceso de exploración y conexión con el espacio que habitamos.

Así las cosas, esta edición de Alquimia es inspiradora

PD. La revista ha tenido tres directores:

Sergio Raúl Arroyo (fundador) Rosa Casanova y Juan Carlos Valdez.

Ulises Castellanos

@MxUlysses