Apenas ayer, la morenista Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la nueva presidenta de nuestro país. Si bien ya hizo historia por ser la primera mujer en ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo, muchas expectativas se han generado en torno a su llegada. Aunque hoy en día todos en México saben quién es, pocos conocen cómo es o cómo será su gobierno. Algunos la estigmatizan apresuradamente como una extensión de la presidencia de López Obrador, mientras que otros aseguran que se distanciará de su predecesor y, si las circunstancias lo requieren, cometerá un “parricidio político”.
¿Qué país recibe?.
En Seguridad.
En términos de seguridad, enfrenta un saldo de doscientos mil muertos como resultado de disputas y guerras clandestinas por el control del trasiego de drogas hacia Estados Unidos. Además, la relación con ese país está tensa debido a cuestiones migratorias, el tráfico de fentanilo y la captura o entrega de figuras clave del crimen organizado como Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López. También se encuentra el caso de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que sigue estancado debido a las actuaciones ideologizadas y subordinadas del fiscal Omar Gómez Trejo (OGT). Por si fuera poco, más de una docena de estados enfrentan graves problemas de delincuencia.
Te podría interesar
Además, sigue latente la propuesta de designar a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas (FTO), un fantasma que ronda de manera sutil en la opinión pública pero con fuerza en ciertos círculos políticos. De aprobarse, esto podría convertirse en el mayor riesgo diplomático para el gobierno de Sheinbaum Pardo, al abrir la puerta al intervencionismo armado por parte de Estados Unidos, quienes podrían argumentar jurisdicción internacional sobre estos grupos. También aún sea un trascendido, no podemos dejar de lado las presuntas represalias de los americanos traducidas en investigaciones federales de parte del Departamento de Justicia en contra 43 miembros de Morena por supuestos vínculos con la Delincuencia Organizada.
En Economía y diplomacia
Se avecinan nubarrones derivados de los resultados electorales en Estados Unidos. Ambos contendientes en las recientes elecciones han prometido revisar e incluso renegociar el T-MEC, en respuesta a las crecientes disputas comerciales entre ambos países. A esto se suma la Reforma Judicial, que aunque ofrece incentivos al nuevo gobierno, también genera incertidumbre entre los inversionistas.
Estas presiones podrían afectar directamente las oportunidades del nearshoring, impulsado principalmente por el desacoplamiento de las economías de Estados Unidos y China. En este contexto, México parece inclinarse más hacia los asiáticos que hacia su principal socio comercial. El reciente conflicto por el caso Calica tampoco contribuye a mejorar las relaciones, ya que, hace apenas una semana, el gobierno de López Obrador expropió los terrenos y puertos de la empresa Vulcan Materials, lo que promete una batalla legal de grandes proporciones entre ambos países.
No se puede pasar por alto la amenaza de una recesión técnica en México. A esto se suman las presiones financieras de la deuda, el enorme gasto que representan los programas sociales, los problemas crónicos de PEMEX, la baja productividad, la creciente informalidad y la escasa rentabilidad de algunas de las obras emblemáticas heredadas del obradorismo. Todo ello en un contexto de insuficiente crecimiento económico derivado de una débil recaudación y consolidación tributaria, además de la volatilidad financiera internacional que inevitablemente afectará al país.
Por otro lado, el nuevo gobierno promete una tecnocracia de la cuarta transformación, con perfiles de alta eficiencia y credenciales. Se vislumbra un cambio de rumbo con una estrategia de seguridad que pretende abordar la violencia desde una perspectiva diferente. Aunque las finanzas públicas enfrentan grandes presiones, tampoco parecen estar comprometidas al punto de representar un riesgo inminente para la economía nacional.
En Política
Al parecer en el conflicto con el Poder Judicial no ha terminado, tal parece que este poder aceptará competencia para analizar la constitucionalidad de la Reforma Judicial, de ser declarada inconstitucional y sea desechada, debemos preguntarnos si el Ejecutivo acatará lo que la Corte decida o ¿veremos un escenario temerario donde desacaten las resoluciones del Poder Judicial?
Muchos esperan que Sheinbaum no herede los conflictos de su predecesor. Apelan a la mesura, pese a su gran poder y respaldo social, un margen que la invita a dialogar más y a imponer menos, a fomentar el debate en lugar de la confrontación. Aunque pocos saben quién es Claudia Sheinbaum en este momento, por el bien de México tengo la fe de que su mandato estará marcado por la elocuencia, diligencia, inteligencia, diplomacia y menos oprobio que el que la precedió, ojalá.
Moneda al aire: El 26 de septiembre se conmemoró el décimo aniversario de la trágica desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero. Muchos oportunistas han aprovechado el caso para sus propios intereses, ajenos a la justicia. También ha habido muchas víctimas, incluidos funcionarios públicos cuyas carreras fueron destruidas porque no convenían a las agendas de las subversiones, y en todo esto, el Ejército tiene que ser culpable, el Estado... ¿y los criminales?
Como anticipamos hace algunos meses, Alito Moreno y Carolina Viggiano no se quedarán con la presidencia del tricolor, los liderazgos más perdedores en la historia de ese instituto político que no hayan a quien culpar de sus dislates, y que lo único que hicieron a favor de ese instituto fue perder. Pero no hay que preocuparse, siempre puede haber un Pablo Angulo dispuesto terminar el trabajo iniciado por Moreno y Viggiano.
Parece inaudita la propuesta de Marko Cortes de tipificar el Narcoterrorismo en nuestro país, es probablemente una de las propuestas más ilusas, confundidas y llenas de irresponsabilidad que pudo haber espetado un legislador en la historia de nuestro país