En el territorio largo y angosto de Chile, que se divide en dieciséis regiones, la número cinco Coquimbo y la número diez Ñuble ya forman parte de una densa red de realizadores de arte urbano que desde Chillán se ha dispersado sustancialmente de la mano de Gabriela Ferrada Acuña alias Thorn 1985. La desarrolladora e investigadora inició un recorrido por su país cuando inició con su proyecto de investigación durante su estancia en la licenciatura en Trabajo Social de 2004 a 2008. Salir de su localidad ?llamada Chillán? abrió su espectro de conocimiento sobre el movimiento Hip-hop y grafiti con respecto a cómo se reflejaban en las prácticas socio educativas después de su acercamiento a experiencias que estaban ocurriendo en diferentes territorios. En los caminos de la investigación de grupos o movimientos sociales se van tejiendo lazos colaborativos no evidentes para ese momento, pero con los años se manifiestan con notoriedad.
La labor que inició Gaby en la adolescencia, la ha llevado a madurar su técnica y estilo en el esténcil, actividad que ha combinado ingeniosamente con la academia, tal es así, que ya cuenta con dos Magister, uno en Estudios Culturales y otro en Gestión Cultural. Los años de escuela, le dieron todas las herramientas para validar lo que hacía desde que era una niña y se abrió a otros temas de investigación, por ejemplo sobre el espacio público y como las mujeres podrían ser reconocidas en un ejercicio considerado exclusivamente para hombres; exploró su objeto de estudio ya no como un conjunto de prácticas aisladas, sino como una disciplina con fines políticos. El oleaje que tuvo el creador de esténcil británico Banksy y la rápida propagación en internet durante la segunda mitad de los 2000, incentivaron el trabajo de la juventud chilena inmersa en la gráfica urbana.
El cometido de la autora ha influenciado extensivamente para que el estatus de los artistas urbanos en Chile ya tenga una figura jurídica que resguarde sus derechos laborales. En el inicio de la primavera de 2009 el nuevo gobierno de la alcaldía de Chillán, mandó borrar todos los grafitis en todas sus categorías y la prensa escrita local no hizo esperar la estigmatización de las y los actores inmersos en el oficio. Ante estos hechos, los diversos colectivos de grafiteros, pintores y amistades se asociaron para la creación de la personalidad jurídica “Pintarte Crew Chillán”, organización de grafiteros-muralistas. Con el logro de esta figura legal, el colectivo consolidó la creación de una agenda anual congruente con sus lineamientos: la difusión, exhibición y educación sobre el grafiti en la localidad, el diseño de proyectos para autogestionar sus propios recursos les abrió amplias posibilidades adquisitivas y de seguridad social. De los logros más fortuitos sobresale ganar el derecho a la cobertura de gastos médicos por un año, aún cuando el periodo de trabajo fuera por seis meses.
Te podría interesar
El movimiento artístico es parte de un proceso que continúa madurando, uno de los objetivos es lograr el mismo reconocimiento que se le da a un maestro o un doctor; en palabras de la también investigadora, “[…] hay que compatibilizar todo, no solo se trata de mantenerte activo en la práctica del grafiti, sino que es parte de tu vida, tu lenguaje, tus relaciones sociales, tu trabajo, todas sus actividades laborales que he realizado, las he escogido para compatibilizarlo con mi vida como artista urbana. Tu lenguaje, tu economía, tus gastos, todo tiene que ver con esto. Una cosa es que hayas sido grafitero y otra cosa es que ya no sigas participando en la escena, esto no es un hobby de fin de semana.” Cierra el comentario.
Desde la fundación de Pintarte en 2009, la creadora no había hecho ninguna pausa. Las responsabilidades que fue adquiriendo, se tornaron muy demandantes conforme creció el colectivo. Llegó a coordinar hasta 100 talleres y de todo ello, transparentar el proyecto con la rendición de cuentas de los recursos asignados por el Ministerio de Cultura. El 2023, decidió tomar una pausa como presidenta de la asociación, motivada por el hecho de la ausencia de liderazgos que la acompañen en la gestión. En Chile hay muchos fondos públicos de los cuales se puede echar mano, no obstante, por comodidad o miedo, nadie quiere tomar la batuta de Pintarte o de alguna otra organización, Gaby comenta:
“[…] esto se ha transformado en un matriarcado. […] da vuelta, lo mío no va solo como artista de esténcil, sino yo como artista visual, que ocupa la calle y el espacio público como mi espacio expositivo, hay gente que se muere y llora y sufre porque no llegan a una galería, yo no. Me han invitado infinidad de veces, no me interesa, porque mi espacio expositivo es en la calle, para mi es mucho más atractivo llegar a un spot que para mí es difícil, que llegar a una galería. Y lo otro que aprendí también es que hay una responsabilidad social en la calle, no la puedes ocupar egoístamente, o tú provocas al resto, o te provocas a ti mismo, ninguna cosa está ahí porque se ve bonito. Eso también me ha llevado a estudiar las políticas públicas para entender eso, de una manera corresponsable.” Concluye su idea.
Las autoridades de Chillán tienen conocimiento de su trabajo. El colectivo sustituyó la percepción de vandalismo para resignificar sus actividades como “acciones artísticas urbanas”, porque la acción es compartida, no solo es un individuo accionando, sino un grupo de personas “accionándose” en comunidad. A pesar que en Santiago y Valparaíso concentran los festivales más importantes de mural urbano y una concepción de “Museo hacia lo abierto” no se caracterizan por las “acciones comunitarias”, para Gaby “[…] los murales son acciones con un fin, cuando se consigue ese fin, se renueva el mural con nuevas ideas. […] Se trata de devolverle la dignidad a la comunidad, no es responsabilidad del gobierno, es responsabilidad de todos […].”
En su visita a México al Festival Juntas Hacemos Más del 29 de abril al 1ro de mayo y al 9° Congreso Transdisciplinario Estéticas de la Calle convocado por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) del 16 al 23 de mayo de 2023, la artista urbana constató que en lo que respecta a la estética actual del Street Art de la capital mexicana hay un nivel semejante a lo que se vive actualmente en Chile, en el festival “Juntas Hacemos Más” no identificó ninguna acción comunitaria, todo fue una imposición de las y los convocados, lo cual demuestra errores importantes en la metodología del evento y en la lógica preferencial que evidenció los “amiguismos” dentro del festival. Nada fue una sorpresa para ella, “[…] antes de la dictadura, ya había una tradición muralista con los gobiernos socialistas, muchos padres o abuelos de los pintores actuales son muralistas o grafiteros, no es desconocida la práctica, son oficios que ya se venían haciendo de antes, no hay nada nuevo, simplemente era más contemporáneo, responde a otro canon estético o a otra subcultura, pero es lo mismo, es estar pintando en la calle.” Cierro sus ideas por ahora.
Fundadora de la Red Internacional de Mujeres Artistas del Stencil, She Cut Stencil en el 2021, Gabriela Ferrada Acuña tuvo la intención clara de incentivar el trabajo colaborativo con más mujeres conformando una red global que surge como una necesidad de compartir experiencias entre mujeres o identificadas como tal, para generar el 1er Catálogo Internacional de Mujeres Artistas del Stencil. Otro de los grandes proyectos en el tintero es el de crear una Escuela de Artistas Urbanos, porque muchos de los niños que han visto la realización de sus murales, son los futuros artistas urbanos de Chile y del mundo.
Ferrada Acuña, G. (23 de mayo de 2023). Historia oral [comunicación directa]. Delegación Coyoacán.
1. Ferrada Acuña, G. (2020). Samurai [Archivo]. Chillán, Chile.
2. Ferrada Acuña, G. (2023). Familia Real [Archivo]. Valparaíso, Chile.
*Rubí Celia Ramírez Núñez
Politóloga y Maestra en Gobierno y Asuntos Públicos por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Apoyo en la Coordinación de Investigación del Instituto Mora. Explora las líneas de investigación de espacio público, ciudadanía e instituciones de gobiernos locales. Sus publicaciones “El grafiti, un nuevo muralismo” y “Nuevos muralistas exhiben el coraje del personal de salud”, en la Revista Bicentenario, son resultado del acercamiento a los actores sociales contemporáneos en cultura a través de la historia oral.