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La violencia en México: un desafío electoral

Para infortunio de las y los mexicanos la definición de las eventuales candidaturas a lo largo y ancho del país ha venido acompañada de una notoria ola de violencia. | Guillermo Sesma

Escrito en OPINIÓN el

Para infortunio de las y los mexicanos la definición de las eventuales candidaturas a lo largo y ancho del país ha venido acompañada de una notoria ola de violencia. Es difícil no relacionar todos estos hechos con el proceso electoral vigente.

Los reacomodos dentro de las células criminales, la disputa de nuevos y lucrativos territorios, así como la rampante peligrosidad que acecha, son la explicación simplista de lo que hoy por hoy le cobra factura a la ciudadanía.

Al abordar el tema poco se dice respecto si esto se debe a que el crimen organizado está participando de manera activa en el proceso electoral o si esta violencia se debe a un rompimiento con los gobiernos actuales y lo que se busca es establecer una nueva negociación de impunidad.

Loa casos de Tabasco, Sonora, Michoacán y Guerrero, por solo mencionar algunos, es un claro y escandaloso ejemplo de cómo la violencia y el crimen también están en campaña.

Desde hace tiempo se sabe que el mal manejo que ha hecho el gobierno de México en temas de seguridad, será uno de los pilares de la campaña de la hoy llamada oposición.

Ya se ve en el horizonte las poco novedosas campañas del miedo que explotarán los desaciertos de seguridad y el temor de la ciudadanía, olvidando que esos partidos que hoy representan son también responsables del México violento que vivimos desde hace años.

Será un gran reto para la ciudadanía no dejarse amedrentar por criminales o partidos que quieren solo el beneficio que les pueda dar la jornada electoral. La transformación real requerirá no solo el rechazo a la intimidación, sino también la exigencia de soluciones, la rendición de cuentas y compromiso. 

Todo parece indicar que 2024 puede ser el año más violento, simplemente por el tamaño de la elección del 2 de junio, en el que no solo se disputarán 20 mil cargos en todo el país, también la redistribución de territorios, liderazgos e intereses por parte del crimen organizado. 

En las urnas, más que nunca, la ciudadanía tendrá que votar no solo por su partido, candidato de su preferencia si no por el grupo criminal que haya negociado con la nueva administración.

 

Guillermo Sesma

@gsesma