En el mundo de la fotografía documental, nos encontramos con un interesante dilema: la sumisión frente a la subversión. En este contexto, se plantea una reflexión profunda sobre el papel del fotoperiodismo y su capacidad para capturar y transmitir nuevas realidades.Y esto incluye a la fotografía documental que no vive de la coyuntura.
Nicéphore Niepce, –el inventor francés de la fotografía– sentenció en el siglo XIX que la fotografía “como medio de obtención de imágenes por medio de la luz, constaba de una vertiente técnica y otra manipuladora” la cámara frente al procedimiento pues. Esta semana durante la primera sesión de nuestro taller de “Experimentación visual” con el maestro Francisco Mata, comenzamos con el análisis de un texto de Joan Costa titulado “Sumisión y subversión visuales” Una provocación total para el arranque de un debate apasionado sobre la imagen.
La sumisión implica seguir las reglas establecidas, retratar lo que se espera ver y mantenerse dentro de los límites establecidos por la sociedad. Por otro lado, la subversión desafía esas normas, busca romper con lo establecido y mostrar una realidad alternativa.
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Joan Costa se arranca en la introducción con esto: “Cuando analizamos el desarrollo histórico de la fotografía en su relativamente corta vida, detectamos perfectamente dos grandes actitudes: la sumisión y la subversión. Ambas posturas del fotógrafo van acompañadas permanentemente de una orientación: el descubrimiento técnico, el cual hace avanzar y constituye en definitiva el área tecnológica de la fotografía. Así, se entrecruzan las actitudes psicológicas del fotógrafo y el desarrollo técnico de la fotografía en un mismo fenómeno”.
Es justo, entre estas dos ideas que los fotoperiodistas y fotógrafos documentales nos encontramos eternamente atrapados. Fidelidad frente a rebelión. Hacer imagen directa tratando de mostrar “una realidad” o reinterpretar “esa realidad” para dar nuestra opinión de manera consciente e informada. Es decir hacer foto bajo la premisa de “así fue” o “así lo vi”. Y la disyuntiva nunca es fácil. Crecimos con la idea durante el siglo XX de hacer imagen documental sin “interpretaciones”, cosa que ya de por sí, era casi imposible.
Este dilema fotográfico nos invita a debatir sobre cuál es el enfoque más efectivo para contar historias a través de imágenes. ¿Debemos conformarnos con lo que se espera de nosotros o debemos buscar nuevas formas de representar nuestra realidad?
Costa continúa con su hipótesis: “La primera actitud se opone a la segunda, y debido a esta divergencia se generan los dos comportamientos antagónicos del fotógrafo frente a la producción de imágenes: el conformismo redundante o la sumisión, y el inconformismo innovador o la subversión”. Y es justo esto, lo que hoy pone en jaque la producción fotográfica en el terreno documental.
Por lo anterior es indispensable repensar la imagen desde un punto de vista más contemporáneo. ¿Estamos haciendo la fotografía que hoy se necesita? ¿Hemos superado nuestros prejuicios creativos? ¿Es útil esta reflexión?
Joan Costa nos ayuda con esto: “Definiremos los procesos de sumisión y subversión desde la perspectiva de la creatividad. La “actitud sumisa” reproduce las apariencias, la realidad visual-visible con la mayor objetividad, se propone como fin registrar las apariencias de lo real: los seres, las cosas, los fenómenos y los acontecimientos. No importa tanto –desde la perspectiva de este ensayo– si con esta actitud de la fotografía imita a la realidad con el objeto de retener su fantasma bajo la idea de la objetividad, de literalidad descriptiva o de hiperrealismo; o si trata de conservar un recuerdo de lo vivido; o si pretende mostrar fielmente aquello que los ojos del fotógrafo han visto –como en la fotografía de reportaje–; o si la realidad es un pretexto para ensayar modelos estéticos. El hecho es que la referencia realista, cuando no hiperrealista, es el motivo esencial de esta clase de fotografía”. Este debate no es sencillo y resulta difícil también exponerlo y gestionarlo en este espacio. Pero al menos, podemos y debemos reflexionarlo, porque de eso dependerá nuestra aproximación a los temas que enfrentamos a diario.
Ya se imaginarán el debate que esto generó en el grupo y el que seguramente se refleja en cada decisión que tomamos en el momento de disparar sobre un objetivo. Hacer foto documental hoy en día, conlleva enormes retos conceptuales, porque nuestras audiencias han cambiado y hoy están expuestas a un tsunami de imágenes e información difíciles de jerarquizar, y es ahí dónde debemos aportar nosotros nuestra visión personal de las cosas y garantizar una base ética y profesional que mantenga el vínculo de confianza que la gente merece y exige. Se trata de un debate abierto.
Así las cosas, es obvio que nada está dicho como sentencia final, y que frente a las mil realidades que podemos enfrentar, nuestra preparación intelectual y visual debe mantenerse en permanente aprendizaje. ¿Y ustedes qué tipo de imagen producen? ¿Se consideran sumisos o subversivos? En el mundo de la fotografía documental, nos encontramos con un interesante dilema: la sumisión frente a la subversión. En este contexto, se plantea una reflexión profunda sobre el papel del fotoperiodismo y su capacidad para capturar y transmitir nuevas realidades.
Es importante recordar que tanto la sumisión como la subversión tienen su lugar en el mundo de la fotografía documental y periodística. Ambas perspectivas pueden generar impacto y despertar conciencia en quienes observan las imágenes. Así que, estimado lector, te animo a reflexionar sobre este dilema y explorar nuevas formas de expresión en el campo del fotoperiodismo. No tengas miedo de desafiar las normas establecidas y encontrar tu propia voz en esta fascinante disciplina profesional.